Algunos aficionados a la Fórmula 1 ven en Max Vestappen la agresividad y la forma de conducir de Gilles Villeneuve. Pero sólo comparten esa indiferencia al riesgo. Villeneuve tenía una calidad humana muy superior, que le hizo ganarse a los “tifosi” y hasta al duro corazón de Enzo Ferrari. Este año se cumplen treinta desde su prematura desaparición en aquel fatídico G.P. de Bélgica de 1982.
Gordon Murray, junto Adrian Newey, componen el tándem de “ingenieros milagrosos” de la Fórmula 1: cada uno en su época ha tenido el “toque mágico” para hacer un coche ganador. Murray se caracterizó por incorporar a algunas de sus creaciones –del Brabham BT46B de 1978 al nuevo T50 de 2020 pasando por el McLaren F1 de 1992- un aspirador eléctrico de succión para potenciar la adherencia.
Reunimos cinco modelos que estuvieron a punto de arruinar –si no lo consiguieron- a sus fabricantes. Algunos fueron proyectos económicamente inviables, pero otros estuvieron soportados por grandes constructores y no pudieron evitar un fracaso comercial. Entre ellos está el Tucker Torpedo, el Ford Edsel, el NSU R80, el DeLorean MC12 y hasta el reciente Maybach 62.
Por más que se empeñen los políticos, el futuro del automóvil no es eléctrico, sino de los combustibles artificiales alternativos. El “e-Fuel” sintético y el “Biocombustible” son opciones más viables para sustituir a los derivados del petróleo. Eliminan las emisiones contaminantes a la vez que permiten al inmenso parque automovilístico mundial no ser achatarrado.
A lo largo del último siglo hemos visto muchos “micro-coches”, del FIAT Topolino al Biscuter, del Isetta al Honda Civic… Pero si hay uno que representa a este segmento y que conoce todo el mundo, ese es el Smart.