Prodrive ha recreado el famoso Subaru Impreza WRC con el que Colin McRae ganó el Mundial de Rallyes en 1995, pero dotándolo de las últimas tecnologías. Más ligero, más potente y más manejable, el nuevo Prodrive P25 revive para las nuevas generaciones cómo era un World Rally Car de hace un cuarto de siglo.
Se cumple el veinticinco aniversario del debut en competición del Subaru Impreza WRC, uno de los coches más icónicos de una de las mejores épocas del Mundial de Rallyes. En 1995, Colin McRae se proclamó con él Campeón del Mundo y Subaru consiguió tres mundiales de marcas consecutivos. Pero el mayor artífice del éxito de la firma japonesa fue David Richards y su equipo Prodrive, que construyó un coche ganador, con cuatro ruedas motrices, rápido y fiable, sacando el mayor partido al particular motor de 4 cilindros bóxer.
El Subaru Impreza 22B es un mito para los aficionados a los rallyes
De todos los Impreza fabricados en ese periodo (y diferentes carrocerías con dos y cuatro puertas, a tenor del reglamento) el más legendario fue el 22B de primera generación, del que sólo se fabricaron 424 unidades para la calle. Los ejemplares que han sobrevivido se pagan a precio de oro (más de 250.000 euros el último subastado). Y no quedan muchos, porque fueron empleados durante décadas en rallyes de todo tipo.
En 2022, Richards ha decidido relanzar el Subaru Impreza WRC 22B como “Prodrive P25”, dotándolo de todas las mejoras que ahora ofrece la tecnología de competición. La carrocería coupé, pintada de nuevo en Sonic Blue, ha sido rediseñada por Peter Stevens, que ya hizo la original. Y el director técnico de entonces, el mítico ingeniero David Lapworth, ha supervisado el proyecto mecánico, donde han intervenido los mejores ingenieros de Prodrive.
El Impreza P25 cuenta con 406 CV y cambio semiautomático
El alma del nuevo coche es otra vez el motor de 4 cilindros opuestos Subaru, pero con 2,5 litros de cilindrada sobrealimentados (completamente actualizado en materiales y diseño de las partes móviles), proporcionando más de 400 CV y 600 Nm de par. La actual tecnología ha permitido acoplar un cambio semiautomático de seis relaciones con levas en el volante, con “launch control” y “anti-turbolag”. El P25 pasa de 0 a 100 m/h ¡en apenas 3,5 segundos!.
Y el chasis se ha aligerado y reforzado con abundantes componentes en fibra de carbono en capós, puertas, techo, aletas, paragolpes… Sólo pesa 1.200 Kg. Naturalmente, cuenta con tracción total con autoblocantes y diferencial central desconectable, con suspensiones regulables y enormes frenos AP Racing con pinzas de 6 y 4 pistones y enormes discos ventilados. Para el Prodrive P25 se han elegido grandes llantas de 19” con neumáticos Bridgestone Potenza de 235/35/19.
Un habitáculo con tecnología del siglo XXI para el P25
En el interior, tapizado en cuero y alcántara al estilo de los ’90, se ha mejorado la información con una pantalla electrónica de última generación, con adquisición de datos y varios modos de conducción. Tampoco falta el freno de mano hidráulico “fly-off” de rallye. Y, como el modelo está homologado para su uso en carretera, ofrece la opción de montar también asientos en la parte trasera, aunque sólo tenga dos puertas.
Sólo veinticinco unidades serán montadas en la sede del equipo en Bambury (GB) y ya están prácticamente adjudicadas, a un precio de 460.000 Libras más impuestos. Para David Richards: “El Impreza 22B original está considerado como el mejor de los Subaru nunca fabricados. Nosotros hemos buscado mejorar todo aquello que hizo a este coche tan especial, aplicando la última tecnología, para crear nuestra moderna reinterpretación de un coche que ya tiene un lugar en la historia de los rallyes”. Su presentación ha sido en el Goodwood Festival of Speed británico.