Comparativa Citroën GS vs Seat 124: Modernidad y Tradición

Si bien el Citroën GS se ha convertido en un icono, una especie de «Mini-CX» el coche que dominó el mercado en España en esta categoría fue el Seat 124… ¡no pueden ser más distintos!

Aquí tienes todas nuestras comparativas vintage.

La aerodinámica tipo “caja de zapatos” del 124 no resiste la comparación con el GS y la suspensión de eje rígido frente a la hidroneumática, menos aún… entonces, ¿por qué triunfo el Seat 124? Y una cosa más: ¿Sabías que el 124 iba a ser tracción delantera?

Vamos a hacer una comparación superficial de ambos coches… uno junto al otro. El Seat 124, nació en 1968 aunque como Fiat había nacido 2 años antes, el 1966. Tras mirar la línea cuadrada, con virtudes que ya veremos, pero con formas de auténtica «caja de zapatos», diseño de Oscar Montabone, cuando vemos el Citroën GS lo primero que pensamos es que es un coche mucho más moderno… pero el GS es exactamente 4 años más joven, lo que para mí no es desde luego «mucho más moderno».

El coche «resultón» de la clase media española

Seat 124, “resultón”. He buscado un adjetivo para definir cada coche y para el 124 he elegido «resultón» porque tiene connotaciones estéticas, de agrado de uso, de facilidad de mantenimiento y de fiabilidad. Y es que el 124 era, como dice un buen amigo mío, «el mecanismo de un chupete».

Vamos a ponernos en contexto: A finales de los años 60, España vive un buen momento económico y comienza a «asomar la cabeza» una pujante clase media. Esta situación pilla a Seat con «el paso cambiado» pues su gama comenzaba por el mítico 600 y el más eficiente 850 y terminaba en el 1500, una berlina de representación, de precio elevado y algo anticuada ya… Y entre medias, la «nada».

Seguro que algunos, los más talluditos, se acordarán del anagrama de Seat en esos años en el que aparecía «Licencia Fiat»… y es que la solución para llenar ese hueco la tenían cerca, pues Fiat había lanzado en 1966 el Fiat 124 y 124 Special. Así que Seat lanzó aquí el 124 y al más potente, en vez de llamarlo «Especial» lo llamó 1430. Pero antes de seguir, os voy a contar la historia de por qué el 124 no fue tracción delantera.

Te recomendamos este vídeo sobre la historia de los Seat 124 y 1430

¿Tracción delantera?

Giacosa era un genio… ¿Y Montabone? Os he dicho que el diseñador del 124 berlina fue Oscar Montabone. Pero el diseñador jefe de Fiat a principios de los años 60 era Dante Giacosa, que diseño el Autobianchi Primula, con motor transversal, caja de cambios con engrase separado, no como en el Mini que era común y tracción delantera. Ese coche fue revolucionario y acabó siendo un estándar hasta hoy día.

Cuando le encargaron a Giacosa una berlina media lanzó el prototipo 123, que era de motor transversal y tracción delantera… pero no fue el elegido… ¿por qué? A principios de los años 60, Fiat pierde Simca Francia en favor de Chrysler. Y se trae de vuelta a todo su equipo, incluido al ingeniero Montabone, amigo personal del «super jefe» Agnelli.

Era mucho más conservador que Giacosa y su propuesta continuista era de un coche con motor delantero longitudinal, propulsión posterior y suspensión de eje rígido. Fue la elegida y la opción mucho más moderna e interesante de Giacosa tuvo que esperar…

Salón de Barcelona, 1968

«Nuestro» Seat 124. El Seat 124 se presenta en el Salón de Barcelona de 1968 a lo grande y tuvo una larga vida de 12 años, hasta 1980. El motor era sencillo, un 4 cilindros con árbol de levas lateral diseñado nada menos que por Aurelio Lampredi, con 5 apoyos de cigüeñal, con carburador de doble cuerpo 1.197 cm3 y que ofrecía 60 CV que pronto pasaron a ser 65 CV.

Su carrocería cuadrada no tenía un buen CX que estaba alrededor de 0,40, pero a cambio tenía dos cualidades muy valoradas: Una gran habitabilidad y un habitáculo muy luminoso. A pesar del túnel de transmisión el 124 era un coche ancho en su momento, con puertas delgadas, porque los temas de seguridad en ese momento no eran prioritarios, con una línea de cintura baja y mucho acristalamiento.

El coche era sencillo y por ello muy fiable y fácil de mantener. Con 60/65 CV de un motor bastante alegre y un peso de 900 kg era un coche con unas buenas prestaciones, siempre una cualidad muy destacada…

Citroën GS, «moderno»

Comparar al GS con el 124 era algo complicado. Su carrocería era muy aerodinámica, con un CX de nada menos que 0,32, muy bueno incluso hoy, las suspensiones independiente hidroneumáticas, motor bóxer y el interior, sobre todo el puesto de conducción, resultaba absolutamente de ciencia-ficción para lo que se estilaba en la época… más si lo comparamos con el Seat 124.

La suspensión hidroneumática confería un confort y una estabilidad mejor que cualquier rival de la época… sin olvidarnos de la frenada, pues como sabéis con este sistema la suspensión, los frenos y la servodirección, que el GS no montaba, están interrelacionadas con el mismo sistema hidráulico de presión.

El bóxer de 4 cilindros refrigerado por aire del GS no era, como he oído y leído por ahí, dos motores de 2 CV. Sí se aprovechaba de la experiencia con el 2 CV y derivados, pero llevaba árboles de levas en culata, algo muy destacado en la época. En España solo hubo GS y GSA, su evolución, con motor de 1.222 cm3 que rendía 60 CV que llegaron a los 65 CV en los GS X2 y GSA X3 con ciertos tintes deportivos.

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Al final ganó el coche más práctico

¿Por qué «ganó» el Seat 124? Te guste o no, Seat le ganó la batalla a Citroën. El Seat 124 se ganó la fama de coche muy práctico, sólido, económico de uso y mantenimiento y sencillo en todos los sentidos. La marca, muy implantada en España, era un factor a tener en cuenta, como se decía entonces, «un Seat te lo arregla el herrero de cualquier pueblo». Desde luego, un GS, no.

En unos usuarios sin cultura ni tradición del automóvil y, por tanto, conservadores, el GS resultó, en todos los sentidos, «demasiado» moderno, demasiado innovador. Lo que en el caso del DS fue la razón de su éxito, en el caso del GS, sobre todo en España, se podría decir que fue la razón de su fracaso.

¿Era mejor coche el GS? Desde luego, a mi modo de ver, sin duda, técnicamente estaba muy por encima y en estabilidad, frenada y confort, superaba de largo al Seat 124.

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