Hay motores de automóvil con cilindros en línea, opuestos “bóxer”, en “H”, en “V” a distintos grados… pero ¿existen también en “W”? El Grupo Volkswagen ha fabricado más de cien mil unidades de su W12 en las últimas tres décadas, demostrando que es una arquitectura viable y resistente. Empleada especialmente con éxito en la gama Bentley, también ha equipado modelos de Audi y Volkswagen a partir de 1991.
Parece increíble, pero el peso de la pintura influye en las prestaciones de un Fórmula 1. Unos kilos de más o de menos son tan importantes sobre la carrocería como en el chasis o en el motor. Por eso los monoplazas actuales presentan grandes superficies sin pintar, dejando la fibra de carbono al descubierto. Aunque esta es una historia muy antigua, que se remonta a 1934 y que dio origen a una leyenda.
Los coches sin pilar central y con puertas traseras “suicidas” no son una utopía. Han existido, existen y existirán. Además de famosos modelos de la historia del automóvil, muchos “concept-cars” actuales tienen de nuevo esa configuración: la arquitectura de los coches eléctricos a batería facilita mucho esta ausencia del pilar “B” ¿por qué?
BMW ha hecho realidad un viejo sueño: que un coche cambie de color con tocar un botón. En el nuevo i Vision Dee presentado en el Salón de Electrónica de Las Vegas, la carrocería puede combinar hasta 32 colores en su piel exterior, compuesta de paneles excitados eléctricamente. Uno de los “gadgets” que incorpora este “concept” experimental que inspirará a la “Neue Klasse” de modelos BMW a partir de 2025.
La instrumentación en el automóvil comenzó en la primera década del siglo XX y sigue siendo uno de los elementos esenciales para el conductor. De la simple información al moderno “infoentretenimiento”, en un siglo hemos pasado de los relojes de esfera y aguja a las pantallas digitales táctiles o con mando por voz. En apenas cien años el dial analógico ha dejado paso a excesos, como la Hyperscreen de Mercedes.