Hay motores de automóvil con cilindros en línea, opuestos “bóxer”, en “H”, en “V” a distintos grados… pero ¿existen también en “W”? El Grupo Volkswagen ha fabricado más de cien mil unidades de su W12 en las últimas tres décadas, demostrando que es una arquitectura viable y resistente. Empleada especialmente con éxito en la gama Bentley, también ha equipado modelos de Audi y Volkswagen a partir de 1991.
Los fabricantes de motores han probado todas las formas posibles de colocar los cilindros. En aviación triunfaron soluciones como los motores en “estrella”, con los cilindros radiales, y también en forma de “W” con tres bancadas de cuatro o más cilindros. Algunas de estas “bestias” de gran tamaño y cilindrada llegaron a propulsar automóviles o lanchas, pero eran prototipos “caza-récords” de velocidad sobre tierra o sobre agua, que necesitaban de una potencia desmesurada en un corto espacio de tiempo.
W12, una arquitectura complicada
No obstante, algunos ingenieros insistieron en emplear en coches esta curiosa arquitectura “W” a lo largo de las épocas. Su ventaja: incorporar muchos cilindros en poco espacio, en ocasiones fundiendo en un solo bloque dos motores en “V” o tres en línea. Su inconveniente: la compleja forma del cigüeñal. La falta de equilibrio general, las resonancias y vibraciones son muy difíciles de resolver en la práctica.
Curiosamente, en 1990 aparecieron dos motores distintos en “W” para competición: en Fórmula 1, el Life F1, cuyo monoplaza L190 no pudo calificarse en ninguno de los doce Grandes Premios de la temporada. Y en las 24 Horas de Le Mans, el MGN diseñado por Guy Negre, propulsando a un prototipo Norma M6. No llegó a arrancar en las verificaciones, ni consiguió dar una sola vuelta en entrenamientos ni carrera…
El Audi Avus estrenó el motor W12 en 1991
En cambio, el Grupo Volkswagen, sí confió en la arquitectura en “W”… al menos a su manera. En 1991 se presentó el precioso Audi Avus, un “concept-car” en aluminio pulido que homenajeaba a los Auto Union de Grand Prix de los años ’30. Bajo su capó trasero aparecía no un V16, como entonces, sino un revolucionario W12. Este se componía de dos motores Volkswagen VR6 (en “V” estrecha de 15º en un solo bloque) fundidos en uno. El Avus era sólo un prototipo de Salón.
Seis años más tarde (1997) el motor W12 volvió a aparecer en otro “concept”, el Synchro, un roadster con tracción total. La confirmación de que el Grupo VAG tenía planes para un motor W12 se confirmó en 2001 con el proyecto “Nardo”. Un prototipo completamente rodante realizó un test de 24 Horas en el circuito peraltado del mismo nombre, batiendo múltiples récords mundiales de velocidad: 7.700 Km recorridos a una media de 320 Km/h. Estaba claro que el motor W12 de Volkswagen era completamente viable.
Audi y Volkswagen adoptaron el W12
Ese mismo año se colocaba bajo el capó delantero del Audi A8 de primera generación: una versión atmosférica de 6 litros y 420 CV. Dos años más tarde, una variante más refinada del W12 se empleaba en la nueva berlina de lujo de Volkswagen, el Phaeton. Aunque se vendió realmente poco, no fue a causa de su revolucionario propulsor. De hecho, fue la mecánica designada para animar a la nueva generación de modelos Bentley, marca británica recientemente adquirida por el Grupo.
La primera generación del Continental GT y el Flying Spur de 2005 incorporaron el distintivo W12. Con 560 CV de potencia, era capaz de propulsar al pesado vehículo a más de 320 Km/h. Muchos consideran que el W12 fue un motor exclusivamente Bentley, pero el Grupo VAG también lo empleó en algunos modelos más de Audi y Volkswagen durante esa década del 2000. Ejemplo de ello es el VW Touareg de 2005, primer SUV con motor W12. Años más tarde, también equiparía al Bentley Bentayga de 2019, con 635 CV, convirtiéndolo en el SUV más rápido del mundo.
Motores W12 para Spyker
Alguna marca externa también se interesó por el motor W12, como la holandesa Spyker, que ya empleaba el V8 Audi en su deportivo C8. En 2006 presentó el Spyker C12, con batalla alargada y el motor W12 atmosférico en posición central, con 507 CV. Sólo se vendieron unos pocos. Y la propia Volkswagen también lo seleccionó para el denominado “Golf W12 Concept”. Esta vez, el motor contaba con doble turbo, 650 CV e iba en posición trasera. Esta versión tan brutal no pasó de la fase de prototipo.
Bentley, en cambio, tomó al W12 como signo de identidad de sus modelos a partir de 2010. Por ejemplo, el Continental Supersports de 2009, con 630 CV, se convirtió en el Bentley de carretera más potente hasta el momento. Iba tan bien, que Audi lo reclamó para la tercera generación del A8 en 2012, aunque en una versión exclusiva, atmosférica con 6,3 litros de cilindrada y con inyección directa, que proporcionaba apenas 500 CV.
El motor W12 se ha fabricado hasta 2023
A finales de la década y hasta el final de su producción en 2023, los Continental de segunda generación, el Bentayga y el Batur han empleado versiones del W12 aún más sofisticadas y potentes. 710 CV en el Continental Supersport de 2017 y hasta 750 en el Batur, que es el último modelo que porta este mítico propulsor. Únicamente Bentley ha fabricado más de cien mil unidades del motor W12. Ahora sólo su “prima”, Bugatti (también perteneciente al Grupo VAG) continúa fabricando motores en “W”, aunque en este caso sea un W16 compuesto de dos V8 fundidos en uno.
