¿Cometo una imprudencia si avanzo en punto muerto hasta alcanzar la línea de detención de un semáforo? ¿Castigo así la mecánica del coche?
Pregunta
Tengo una duda sobre cómo afrontar una parada en semáforo. Supongamos que me acerco a un semáforo que está rojo pero aún tengo un trozo hasta llegar a él. Si dejo de acelerar con una marcha puesta (2ª, por ejemplo) no soy capaz de llegar al semáforo, pero sin embargo si pongo punto muerto la inercia del coche me permite llegar sin tener que seguir gastando combustible.
Mi duda era si es una decisión inteligente poner punto muerto, o si estoy cometiendo alguna
imprudencia. Desde mi punto de vista puede tener sentido, ya que no necesito gastar más combustible para seguir acelerando, pero no tengo claro si puede influir en algo negativamente.
Respuesta
Efectivamente, transitar en punto muerto ayuda a no consumir combustible, ya que el coche se mueve por su propia inercia. No es nada perjudicial para la mecánica y siempre permite engranar una marcha para volver a ganar velocidad.
Eso también se consigue pisando el embrague y manteniendo una marcha engranada, aunque el mecanismo de éste puede fatigarse a la larga si hacemos mucho esta operación. A cambio, basta con levantar el pie izquierdo para retomar la velocidad de manera instantánea.
Muchos coches modernos llevan sistemas electrónicos automáticos que desengranan la marcha de manera imperceptible para el conductor, rodando «a vela» hasta que la velocidad desciende. Incluso algunos detectan semáforos y señales de tráfico de parada y llegan hasta ellos sin gastar combustible.
Pero, atención, sin freno-motor hay que detener el coche exclusivamente con el pedal de freno. Lo que también acaba castigando a la larga este dispositivo.
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