Un tracción delantera, de calle, simplemente se lleva. Un propulsión trasera se conduce, es más exigente. Y un coche de motor central, aunque simplemente vayamos a por el pan, se pilota.
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Hay algunos videos de esta área de miembros que os digo que podrían ser una conversación entre amigos y aficionados en la barra de un bar. Este no es que «podría ser» entre comillas, es que éste lo fue. Y os lo voy a contar.
Un buen amigo se había comprado un Vplkswagen Golf VR6 y le había hecho unas cuantas cosas, sobre todo había mejorado los frenos con pastillas «racing» y latiguillos de calidad y le había puesto unos buenos amortiguadores. Y quería seguir haciendo cosas al pobre Golf. Y yo le insistí: Un tracción delantera simplemente se lleva, un propulsión trasera hay que conducirlo. No te gastes más dinero en el Golf, cambia de coche.
Lo conté lo que os voy a contar a vosotros y le convencí. Como le iba bien, se compró nada menos que un BMW M3 E36 de la segunda generación, un coche de 321 CV y casi sin ayudas electrónicas que desde luego había que saber conducir.
Estaba probando en ese momento un Honda NSX y le seguí contando lo que os voy a contar y le dije que ya estaba en el «Step 2» pero le faltaba llegar al «Step 3», un coche con propulsión posterior, pero con motor central. En ese momento mi amigo me odió… luego, con el tiempo, me acabó dando la razón, pero nunca se compró un NSX… era muy caro… aunque me consta que lo miró.
Llevar un tracción delantera
Recuerdo un comentario de un probador acerca del VW Golf GTi que decía más o menos que, a partir de la aparición de este coche, cualquier conductor podría ir rápido. Lo cierto es que un tracción delantera de calle es el coche más fácil de conducir que existe, este fue un gran avance, además del aprovechamiento del espacio. Lo que cree un conductor poco avezado que hay que hacer si entras pasado en una curva, es exactamente lo que hay que hacer.
He dicho, «un tracción delantera de calle» porque en competición la cosa cambia. Por hacerlo fácil os voy a dar una norma: Un coche subvirador es lento un coche sobrevirador en rápido. Es un «redondeo» que se acerca mucho a la realidad.
Por eso, ¿qué se hace en un tracción delantera de competición? Hacerle difícil la vida al tren posterior… para conseguir que sea sobrevirador. ¿Cómo? Lo explicamos en el vídeo.
Conducir un propulsión trasera
Que un coche de propulsión posterior, con motor delantero, era otra cosas lo entendí el primer día que probé uno. Luego, más adelante, cuando trabajé en una tienda de coches usados y pude llevar muchos coches de propulsión trasera lo aprendí. Y no siempre fue fácil, porque os conté una anécdota entre un Seat 132 y un BMW 328i pero hoy toca otra, entre un BMW 320 y un R5 Copa.
Un propulsión trasera hay que conducirlo bien, no solo llevarlo, no te digo nada si es en mojado y sin ayudas electrónicas… entonces hay que hilar fino. ¿Por qué? Porque hay que hacer lo contrario que haría un conductor poco avezado.
Y que pasa en competición. Lo he vivido con varios coches, pero sobre todo con un Garbí y con el Porsche 968…. Con esos coches si pasaba miedo, sabía que iba rápido, no como con el Hyundai Accent, que no solo era poco potente, sino que para ir deprisa había que hacer una conducción «ordenada».
Pilotar un coche de motor central
Un coche con motor central tiene exactamente los mismos inconvenientes que un coche con propulsión trasera con motor delantero, pero con dos agravantes: Todo pasa más bruscamente y más deprisa.
Otra norma: Cuánto más eficaz es un coche, más crítico es. Hay excepciones, porque hay coches muy bien hechos, pero en un mismo coche, cuando haces cosas para hacerlo más eficaz, como amortiguación más dura, reglajes más agresivos, respuesta del motor más contundente… lo haces más difícil de llevar. Y eso es lo que pasa con un coche de motor central, como por ejemplo en citado Honda NSX u otro coche que me enamoró, el Alfa Romeo 4C. ¿Y qué pasa en competición? Que todos los coches nacidos para competición, incluso de tracción total y salvo que el reglamento exija otras cosas, llevan el motor central.
¿Y los de motor trasero?
Hoy día hablar de coche con motor trasero es sinónimo de hablar de Porsche 911. Bueno, quedan por ahí algunos Alpine y coches urbanos que llevan el motor atrás, pero por temas de espacio.
Pero las ayudas electrónicas masivas en estos coches en sus versiones de calle obran el milagro. Incluso en circuito te hacen bueno. Pero llevarlos en competición es difícil.
Conclusión
Muy sencilla, ¿te he convencido?
La pregunta del día
Sencillita también. ¿Qué coche de los que has llevado te ha parecido más fácil de conducir?