¿Cómo funciona un motor de 4 Tiempos?

Uno de vosotros me lo reprochó: Sabemos cómo funciona un Wankell, un 2 Tiempos, el Turbo, o motores como el Liquid Piston, el FreeValve o el INNengine… Pero nunca nos has contado cómo funciona, con detalle, un 4 tiempos. ¡Es verdad! Y ahora mismo lo arreglamos. Y aprovechamos a contar algunos detalles menos conocidos para los que sois más expertos.

¡Aviso importante! Si eres de los que saben cómo funciona un motor de 4 tiempos y piensas que este video no te interesa, te propongo un reto: Que compruebes si después de verlo, no has descubierto algo que no sabías. Porque como os he dicho al comenzar, vamos a aprovechar a contar algunos detalles no tan conocidos.

Pero, como siempre, comenzamos con un poco de historia…

Vapor, gas, gasolina…

El motor de vapor fue el que permitió el despegue de la «revolución industrial». Estos motores eran grandes, pesados y poco eficientes… en su favor tenían que funcionaban con cualquier cosa que ardiese, desde madera o carbón a alcohol o petróleo y que eran sencillos y fiables. Pero, sobre todo para los automóviles, eran muy grandes…

Muchos eran los ingenieros que trabajaban en los motores de combustión interna, que se presumían más ligeros y eficientes que los de vapor. Todos los historiadores reconocen como el primero de estos motores el diseñado por el Belga Lenoir, que usaba gas y no lo comprimía. Os doy un dato: El motor de Lenoir 18 litros de cilindrada y rendía solo 2 CV…

Pero fue Nicolaus Otto, ingeniero alemán, el que consiguió su objetivo y en 1876 patentó un motor de 4 tiempos, muy superior al de Lenoir.

«Es brutal… pero funciona»

Otto introdujo importantes avances en su motor respecto al motor de ciclo Lenoir

Primero, concibió un ciclo de compresión previo a la explosión, que mejoraba el rendimiento. 

Segundo, diseñó un sistema de válvulas que regulaba la salida y la entrada de gases.

Tercero, inventó el carburador, que convertía en «gaseosos» los combustibles líquidos… ahora nos parece evidente ese concepto de “mezcla” de aire y combustible, pero a finales del S. XIX no estaba tan claro.

Cuarto, recordad que hablamos de momento de motores de gasolina, diseño un sistema de encendido que hacía saltar la chispa en el momento preciso en que quería que la mezcla explosionase.

Otros asuntos, como la refrigeración o el sistema de acelerador, no fueron considerados en un primer momento… y de ahí viene la historia, que como se dice en italiano, «si non è vero è ben trovato» algo así como “si no es verdad, podría serlo”. Y es que Otto hacia sus ensayos en un granero.

En ese momento cuenta la historia que sucedieron dos cosas: Una, que Otto tuvo claro que su inventó tenía futuro y dos, soltó la famosa frase de «Es brutal… pero funciona«. Algo que, pese a todo, se puede aplicar hoy día. Meter gasolina con aire, comprimirla en una proporción de 10 a 1 y hacer saltar una chispa. Es una brutalidad… que funciona.

Los 4 tiempos

El gran invento de Otto es ser capaz de separar y hacer eficientemente los cuatro tiempos necesarios en un motor. Como solo uno «de los tiempos» de es «de trabajo» los primeros motores monocilindricos, pero incluso los actuales pluricilíndicros necesitan un volante de inercia, pero eso es un mal menor.

Esos cuatro tiempos son

Admisión, se abre la válvula de admisión, el pistón baja y se introducen los gases en el motor. 

Compresión, se cierran todas las válvulas, el pistón sube y comprime la mezcla.

Explosión, es el tiempo de trabajo, de hecho, se llaman motores “de explosión”, la chispa salta, explota la mezcla y sale el pistón hacia abajo.

Escape, se abren las válvulas, el pistón sube y expulsa los gases quemados.

¿Qué hemos conseguido con todo este lio?

Pues un pistón que baja con fuerza… pero ese movimiento alternativo de un pistón que sube y baja hay que convertirlo en circular y para eso están las bielas y el cigüeñal, que son como nuestras piernas y los pedales de la bici…

¿Os parece sencillo? Lo vamos a ver con más detalle, pero para eso lo vamos a necesitar… ¡nuestra pizarra hermética!

Conclusión

¡Esta conclusión sí que es sencilla! ¡Qué gran inventó el del señor Otto! No solo cambió el mundo, sino que nos ha hecho disfrutar mucho al género humano, no solo por lo divertido que es conducir, sino que ha permitido acortar y abaratar las distancias entre personas y mercancías…

Coche del día

Y ya que hablamos de ideas brillantes vamos a escoger a un coche que propuso una idea brillante: 

El Chaparral 2J 1970. En el diseño de este modelo Jim Hall prescindió de los alerones, que él mismo había puesto de moda. 

¿Por qué? Muy sencillo, cerro toda la parte posterior y montó un motor de moto de nieve de 45 y dos aspiradores que succionaban aire del suelo., el coche se “pegaba” literalmente al asfalto y era tan bueno que, naturalmente, acabaron prohibiéndolo. 

Pero tú, gracias al nuevo GT7 de PS puedes disfrutar de él y contarnos si realmente va tan bien como se supone… Ya sabéis que durante todo el mes de marzo nuestros coches del día serán de GT7… ¡y hay mucho dónde elegir!

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