Como demostró Citroën en el Mehari, pocos fabricantes han sido capaces de hacer tanto con tan poco. Un sencillo motor bicilíndrico refrigerado por aire. Un bastidor sencillo, pero muy eficiente. Y una carrocería de plástico inspirada en la náutica. Con esos mimbres tan simples y con mucha imaginación hicieron un coche mítico: El Mehari.
¡Esta historia tenía ganas de contarla! Muchas ganas. Y es que la historia de este coche es muy curiosa e interesante, tanto como el coche en sí, uno de los coches más carismáticos que se han producido nunca. Hay que reconocer que Citroën, en esto de hacer coches míticos, tenía una habilidad extraordinaria. Y eso que este coche nació, «de casualidad».
SEAB con B no con T
En el año 1947 Roland de la Poype fundó SEAB (Société d’études et d’applications des brevets). Esta empresa utilizaba furgonetas Citroën 2CV, AZU y AK y una de ellas sufrió un accidente. La carrocería quedó destrozada pero no la mecánica y De La Poype decidió aprovecharla.
¿Quiéres saber la historia de las furgonetas Citroën?
Pero en vez de otra furgoneta, decidieron hacer algo completamente nuevo, un coche diferente valido para llevar objetos y personas, que fuese una mezcla de un pick-up de una furgoneta y de un descapotable.
Y aquí entra en escena Jean-Louis Barrault que ya había colaborado con la SEAB, diseñando un contenedor de muestras de plástico para la firma L’Oréal. Y se le ocurrió la idea de hacer una carrocería en plástico termo formable y escogió el ABS un material fácil de trabajar… había nacido el Mehari.
¿Y qué dijo Citroën?
Al señor De la Poype le gustó el coche y decidió proponer a Citroën su fabricación en serie. A este encuentro celebrado en 1967. Y al «jefazo», al señor Bercot, le gustó el invento. Y se llegó a un acuerdo, en el que Citroën se encargaría de fabricar el Citroën Mehari mientras que SEAB de la producción de los componentes específicos, como la carrocería. El prototipo inicial de color ocre en honor al color empleado por los servicios de transporte franceses; pero rápidamente se unieron a la oferta colores vivos y «atrevidos» que encajaban a la perfección con la filosofía del coche.
En este vídeo te contamos la historia de Citroën.
1968, un gran año en Francia
No me refiero a mayo del 68… bueno, también, pero fue el 11 de mayo de 1968 cuando se presentó en primicia el Citroën Mehari. Encaja muy bien con este coche la frase de mayo del 68, «la imaginación al poder» porque es un derroche de imaginación. Como decía un jefe que tuve, ¿casualidad o causalidad?
Lo cierto es que este modelo tan peculiar se puede decir que tuvo un gran éxito en sus 20 años de producción. Y me atrevo a decir, que más aún después de su producción. Se produjeron 150.000 unidades de las cuales 12.400 fueron ensambladas en España, concretamente en la planta de Vigo. Y así se forjó otro mito por parte de Citroën.
La casi desconocida versión 4×4
Con la idea de convertirlo en un TT «de verdad» en 1979, en mayo por supuesto, se presentó el Mehari 4×4. La base era la misma, la del Citroën 2CV, pero no se recurrió como en el 2CV Sahara a poner dos motores, sino a un sistema más sofisticado, con una transmisión concebida por Steyr Puch que contaba con una caja de transfer para velocidades cortas y un autoblocante para la transmisión posterior.
Todo ello lo convertían en un verdadero TT capaz de superar fácilmente pendientes del 60 por ciento, con unas prestaciones justitas, pero con un consumo muy bajo y reducido mantenimiento, tanto mecánico como sobre todo de carrocería, de todos es bien sabido que era de plástico, con sus ventajas e inconvenientes.
¡Qué bien va!
Iba a titular «¡Qué bien iba!» pero es que es más adecuado decir «¡Qué bien va!» Y os lo explico. Hoy día un coche así, con parabrisas abatible, en el que las puertas eran una opción y que vas sentado al aire… es inviable. Ni siquiera el moderno Mehari, que no está nada mal, ofrece esas sensaciones.
Desde luego eran otros tiempos y si hablamos de seguridad pasiva en el Mehari clásico no podemos decir que es mala… es inexistente. Pero es que el Mehari te hace entrar en su juego. Que un coche tenga unas prestaciones tan limitadas puede ser un inconveniente, pero en el Mehari no, porque tan importante como el destino es el trayecto. Desde luego no es un coche para irte de viaje, pero para pasear por carreteras de montaña es perfecto y si es cerca de la costa, sintiendo el aire húmedo en la piel y los olores que los filtros de partículas de los coches modernos nos hurtan… pues es una experiencia única.
Todo un coche clásico
Como coche clásico el Mehari tiene muchas ventajas y pocos inconvenientes. Vamos a empezar con lo bueno, las ventajas:
- Es un coche único, divertido y diferente. Quizás no lo uses mucho, pero cuando lo uses disfrutarás mucho.
- Es barato de usar y mantener. Bueno en realidad barato no, muy barato.
- Lo más importante: Hay todo tipo de recambios, desde carrocerías completas a puertas y lonas del techo. No son baratas, pero lo más caro en un coche es que no exista recambio.
Y vamos con los inconvenientes:
- No es muy «usable». Solo para recorridos cortos y desde luego, si puedes huir de la vías rápidas, mejor.
- No es muy seguro… su seguridad pasiva en inexistente. Otro motivo para huir de las vías rápidas, donde serás un coche-obstáculo.
- Y el peor: Son caros, bastante caros. Hay una autentica «Mehari-locura» y lo que valen menos de 10.000 euros no están bien y los que están bien se acercan a los 20.000 euros… alucinante.
El e-Mehari
En 2016 se anunció que Citroën iba a lanzar una «re-interpretación» del Mehari… el e-Mehari, pero con motor eléctrico. Es un coche de 68 CV, 200 km de autonomía 110 km/h de velocidad máxima… vamos, más o menos como el primero.