No nos engañemos: El automóvil, técnicamente, no nació en los EE.UU. de Norteamérica, pero socialmente, sí. Los Estados Unidos crearon una sociedad, una cultura, unos valores y una infraestructura basada en el automóvil. En los años 50 eran los primeros productores y los primeros consumidores y sus grandes automóviles el sueño de muchos… ¿Dónde ha quedado todo eso? Os voy a dar datos con los que vais a alucinar.
En Garaje Hermético nos gusta hacer listados de todo tipo de coches: Raros, peligrosos, para invertir… nos gusta hablar de deporte, nos gusta hablar de técnica… pero, lo que más nos gusta es contar historias. Y esta historia creedme, es muy buena y muy interesante… Realmente este video no deja de ser un complemento para el que publicamos sobre los coches americanos titulado «Coches americanos, ¿por qué son tan malos?». Es el complemento porque ese vídeo es parte de la explicación del desastre.
Detroit, fábrica de coches
Para los escépticos, comenzamos con datos: En el año 1927 se producían no en los EE.UU. sino en Detroit o aledaños, en el estado de Michigan, el 74 por ciento de los automóviles fabricados en todo el Mundo… 3 de cada 4. Quedaos con ese dato, aunque otras fuentes, menos fiable, hablan de casi el 90 por ciento. Y nos vamos a 2023, donde los USA no estaban ni mucho menos en su peor momento, sobre todo gracias a Tesla. Es más, la fabricación de coches subió casi un 9 por ciento. Pues bien, en ese 2023 se fabricaron en el mundo 30,3 millones de coches y en los USA exactamente 8.143.632… Es decir, un 26,8 por ciento.
Hemos pasado de 3 de cada 4 a 1 de cada 4. Un desastre. Pero comparemos con China. Se puede casi decir que en 1927 la industria china del automóvil prácticamente era inexistente… Pues bien, en 2023 fabricaron 21.074.75 coches, es decir un 69,5 por ciento… casi 3 de cada 4.
Para los que me decís que no cito las fuente, la fuente es nada menos que la OICA, es decir, la Organización Mundial de Constructores de Automóviles… muy fiable, como podéis imaginar.
Detroit ya no es lo que era…
Vamos a hablar de Detroit como termómetro para medir lo que ha sucedido en la industria del automóvil, porque esa ciudad es el reflejo de cómo ha evolucionado desde de ser un símbolo de su poderío industrial, del «sueño americano», a hoy cuando se venden viviendas por el precio simbólico de un dólar y donde el crimen y la delincuencia están en lo más alto y entre los más altos, depende de la fuente. De todos los USA.
Sigamos con datos. En 1950 según cifrar del propio ayuntamiento de Detroit, la población de la ciudad, solo de la ciudad, sin sus aledaños, era superior a 1.850.000 habitantes. Estaba erizada de rascacielos al más puro estilo americano. Contando con el extrarradio con los típicos chalecitos prefabricados y sin vallar típicos de los USA, podía estar alrededor, más bien por encima, de los
3 millones. En 2023 la población era de 631.000 habitantes y se puede decir que sus aledaños han descendido probablemente más.
El desastre de la industria norteamericana
Hemos visto como Detroit ha sido el escaparate donde mirar el desastre la industria del motor americana. Hemos visto las cifras de producción. O sea, que esa caída es clara y flagrante, pero ¿cuáles han sido las causas? La primera, la mano de obra, o, mejor dicho, la relación entre calidad y precio de la mano de obra en los USA. La segunda, la calidad de los productos fabricados en Norteamérica, no ahora, sino a lo largo de la historia. Tres, la dificultad de exportar coches. Y cuatro, el crecimiento brutal de otros países, sobre todos los asiáticos y especialmente china. En este video comparamos los coches americanos con los europeos.
Las condiciones de los trabajadores del motor en Detroit no eran buenas y los sueldos no eran altos… ¿y cuál fue el efecto? El descenso de la calidad de la mano de obra. Los buenos trabajadores se iban o a otros sectores o a otros estados donde se les reconocieran los méritos a fin de mes y las condiciones fueran menos duras. El que ha trabajado en una cadena de producción, sabe de lo que hablo.
Los USA de Norteamérica son la cuna del consumismo, del usar y tirar. Los compradores querían coches grandes, bien equipados y baratos. La gasolina estaba literalmente tirada de precio y el consumo no importaba Y los cambian con frecuencia, porque las marcas año tras años hacían cambios que, aunque solo fueran estéticos, eran muy notorios… Realmente no estaban diseñados ni fabricados para durar, porque no hacía falta que durasen. Era una forma de pensar muy diferente a la filosofía europea y japonesa, por ejemplo, con Mercedes o Toyota, que hacían todo lo contrario: Mantener sus modelos durante muchos años, para que no envejeciesen y hacerlos con una gran calidad.
No necesitan exportar sus coches
La industria americana del motor nace para suministrar coches a su propio país. Para ser rentable no necesitaba exportar. Vamos con los datos: Cuando se fabricó el Ford T 10 millones, en 1915, la mitad de los coches que rodaban por el Mundo eran Ford T. Ahora alrededor de la mitad de los coches vendidos en los USA son importados, pero las marcas americanas apenas exportan fuera de su país para poca adaptación de su oferta a la demanda o por mala imagen de marca o por ambas cosas.
Ya hemos hablado que China que ha pasado en 70 años de la nada a ser el primer fabricante y construir 7 de cada 10 coches fabricados en el Mundo. Hablemos de Japón, que también tenemos cifras fiables, porque vais a alucinar. En 1950 se fabricaron en Japón aproximadamente 10.000 coches… sí, no es un error, 10.000. ¿Cuántos creéis que se fabricaron en 2022? millones de coches…” Te doy el dato, la fabricación de coches creció un ¡870 por cien!… 8,7 millones.
De Corea del Sur se puede decir algo parecido, que ha pasado de prácticamente 0 coches en 1950 a casi 4 millones en el 2023. Y de la India no he encontrado datos fiables de la producción en 1950, seguramente porque era casi nula también, pero en 1999 se producían 800.000 vehículos en el
2023 esa cifra ha pasado a… ¡5 millones y medio!
Y llega el coche eléctrico
Y encima, con todo este rollo del coche eléctrico apoyamos a la industria del motor, sobre todo China, en demérito de la europea e incluso norteamericana. Pero lo cierto es que han llegado nuevos “players” como dicen los modernos, nuevos jugadores, con una estructura de costes que les hace enormemente competitivos… sin olvidar la situación social que permite una mano de obra barata y de calidad… al menos de momento.
Conclusión
Si eres incapaz de importar y tu mercado nacional se inunda de coches de importación, pues pasa lo que pasa… y es lo que ha pasado. Un verdadero desastre.
Coche de día
Lo vais a elegir vosotros: ¿Cuál es para vosotros el mejor coche americano de la historia? Os va a pasar como a mí, que os liaréis pensando en un Cord, en un Oldsmobile, en el Ford Mustang, en algún «Muscle Car» cuando la respuesta es obvia: El Jeep.
Ningún coche americano ha sido tan universal, tan copiado y tan famoso como este, un verdadero referente y para mí el mejor coche americano de la historia… y nuestro coche del día.