¿Cómo funcionan los frenos de los coches?

¿Sabes cómo funcionan los frenos de los coches? Ya, ya sé que pisas el pedal y el coche se para, pero ¿sabes lo que sucede cuando pisas ese pedal? Saberlo te va a ayudar a entender muchas cosas, A cuidar de tus frenos y a ser mejor conductor. Hoy toca vídeo técnico y «Pizarra Hermética».

Los frenos son uno de los sistemas más importantes de un coche no solo para la seguridad, lo cual resulta evidente, sino también para conseguir ser más eficiente.

Y en cambio es un elemento desconocido, muy olvidado, incluso por los aficionados que preparan sus coches que, o bien se olvidan de mejorar los frenos, o bien se limitan a pintar las pinzas de freno de un color llamativo… y ya está. Hoy vamos a hablar de nuestros frenos, pero antes, y como es costumbre de la casa, hagamos un poco de historia.

En este vídeo te damos más detalles sobre los frenos de nuestro coche.

Los frenos siempre han estado presentes en los coches

Hay otros elementos del automóvil que se incorporaron más tarde, pero los frenos no, los frenos estaban ahí desde el principio, sencillamente porque las carreteras tiradas por animales ya llevaban frenos. Pero al mismo tiempo tuvieron una evolución relativamente lenta, un poco a remolque del aumento de prestaciones que permitían los motores cada vez más potentes. Para un ingeniero parecía más atractivo conseguir que el coche corriese mucho a base de un motor más grande, más sofisticado o ambas cosas a la vez, que conseguir que se parase.

Al principio los frenos eran simples zapatas que rozaban en las ruedas, como las de las carretas de caballos. Luego los había de cinta, sobre la transmisión, de forma que con un solo freno actuabas sobre dos ruedas. Y es que, alucina, los coches llevaban frenos solo en las ruedas posteriores. No fue hasta 1903 cuando se implanta el sistema de frenado en las cuatro ruedas en un Dutch Spyker 60/80.

Otro coche meritorio es el Duesenberg Modelo A de 1920, primero con frenos hidráulicos, sistema que explicaremos cómo funciona. Pero en general, más o menos hasta mediados de los 50 todos los coches equipaban frenos de tambor, que aún hoy se siguen usando…

Os voy a explicar, de forma sencilla, como funcionan y para ello nos iremos a nuestra «Pizarra Hermética».

Nacen los frenos de disco

Si circulando por la calle tener unos buenos frenos es muy importante, rodando en circuito lo es más y si ese circuito es Le Mans, ni te cuento. En 1953 Jaguar inscribe varios Jaguar C-Type, preciosos, potentes, aerodinámicos y con un «arma secreta»: Frenos de disco. El resultado no pudo ser mejor: Doblete, 3 Jaguar C-Type entre los 4 primeros y 4 entre los 9 primeros.

El invento de los frenos de disco era antiguo. El ingeniero británico Frederick W Lanchester había patentado un sistema de frenos de disco ya en 1902. Pero fue Jaguar la primera en utilizarlo con éxito en 1953 y ese fue el punto de inflexión en el que primero los coches de competición, luego los deportivos y luego todos, comenzaron a usar frenos de disco.

Al menos en las ruedas delanteras… ¿por qué? En un turismo de competición las ruedas delanteras son responsables de hasta el ¡90 por ciento! de la frenada. En un monoplaza, por tener el centro de gravedad más bajo, puede ser menos.

Transferencia de masas, clave para la frenada

¿Y en un coche de calle? Pues en caso de una frenada de emergencia, son solo conductor o como mucho dos pasajeros a bordo, volvemos a hablar de cifras del 70 u 80 por ciento, acercándose a ese 90 por ciento del que hacíamos referencia… el motivo: La trasferencia de masas… nos vamos otra vez a nuestra pizarra hermética.

La verdad es que el funcionamiento de un freno de disco no puede ser más sencillo: Un disco gira solidario a las ruedas y una pinza, con una parte móvil, los bombines, aprietan unas pastillas contra el disco… simple y eficaz.

Bugatti fue una de las marcas que más tiempo conservo los frenos mecánicos por cable, que eran una verdadera obra de arte y se veían los cables discurrir por los laterales del coche. Aparte de ser complicados de diseñar, construir y mantener, era muy difícil conseguir una frenada equilibrada. Y, sobre todo, la fuerza que pudieses hacer era la que pudiera ejercer el piloto o conductor de turno… demasiado poca para un coche potente y pesado.

Sistema hidráulico: más presión con menos esfuerzo

Por eso se comenzó a utilizar el sistema hidráulico que ahora se utiliza incluso en las bicis. En un sistema hidráulico conseguimos dos ventajas. Una, multiplicamos nuestra fuerza pues cambiamos recorrido por presión y además conseguimos que la presión sea idéntica en todas la ruedas, consiguiendo no solo una frenada más potente, sino también más equilibrada.

¿Qué problema tiene? El llamado «fading» que sucede cuando el líquido hierve y se forman burbujas y el pedal baja. Por eso interesa un líquido hidráulico con gran capacidad de soportar presión y temperatura. Recordar que conviene cambiar este líquido pues debido a que es higroscópico absorbe la humedad y su temperatura de ebullición desciende.

Otra ventaja de los sistemas hidráulicos es que permiten instalar los famosos servofrenos. ¿Qué es eso? Un sistema que nos ayuda a «apretar» el pedal del freno. La mayoría lo hacen utilizando el vacío que se produce en el colector de admisión, por eso se habla de «servofrenos de vacío».

ABS: sistema antibloqueo

Cuando no había ABS los coches muy deportivos, tanto como un Ferrari F40 renunciaban al servofreno para hacer más modulable la presión sobre el freno y evitar bloqueos. Hoy día, cuando todos los coches llevan antibloqueo de frenos ABS los servofrenos ayudan y mucho… para mi gusto demasiado. Por cierto, hace ya 4 años que hicimos un vídeo titulado «¿Cómo funciona el ABS? Todos sus secretos» que te puede interesar.

Muchos de vosotros ya sabíais todo o casi todo lo que he contado… pero vale la pena de vez en cuando refrescar estas cosas. Y es que lo digo siempre: Conocer que pasa en el coche cuando utilizas los diversos mandos te ayuda a ser mejor conductor.

Coche del día

Voy a elegir un Porsche 911 por ejemplo, uno actual, un Carrera. Y no solo porque me gusta, sino porque es de los pocos coches deportivos actuales que tienen los frenos delanteros y traseros igual de grandes.

¿El motivo? Como siempre su peculiar configuración con mucho peso detrás. Por supuesto el 911 no se libra de la física y sufre la trasferencia de masas… pero es que el peso del motor recae en las ruedas posteriores, por eso los frenos delanteros y trasero comparten tamaño, generoso tamaño, de 330 mm.

Además, todos los Porsche, sobre todo los deportivos, frenan de fábula.

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