He hecho algo que nunca hago y que aconsejo no hacer: Volver de viaje en coche a Madrid un domingo por la tarde. ¡Odio los atascos y las retenciones! Y lo peor: Muchos de ellos son evitables. Y es que muchos conductores son verdaderos «fabricantes de atascos». Seguro que tú no eres uno de ellos pero ayúdame a esta labor pedagógica, porque muchos atascos y retenciones son evitables y todos, peligrosos. Aquí tienes 10 casos y un bonus track.
Como sabéis mi consejo es ir, siempre que sea posible, a «contra corriente». Por eso me gusta, por ejemplo, viajar los sábados por la noche, porque no hay casi tráfico. Pero no siempre es posible. Y esta vez no lo fue… Y la verdad, el primer consejo que os doy es paciencia. Porque sin paciencia es un infierno. Paciencia, tranquilidad y buena compañía… y esa buena compañía puede ser un buen podcast… en este viaje me dio tiempo a escuchar tres podcasts de historia, otra de mis aficiones.
Lo que más me enerva es que si los conductores fuesen responsables, educados y tuviesen un poco de agilidad mental y algunos conocimientos, muchas de estas retenciones y atascos son perfectamente evitables. Vamos a ver que errores se comenten que, además de facilitar estas retenciones y atascos, pueden llegar a ser peligrosos.
En el arcén
Esto es muy sencillo: Solo se para en el arcén por fuerza mayor: Pinchazo, avería o accidente. Para que haga pipi el niño… o el abuelo, o para consultar el navegador, ¡te sales de la vía en la primera salida que exista!
Accidentes: ¡Quita el coche!
Si por desgracia presencias o te ves envuelto en un accidente grave, no olvides el llamado protocolo PAS: Protege, avisa y socorre. Protege a las víctimas (y a ti mismo), avisa al resto del tráfico, pide ayuda y socorre a las víctimas. Pero si hablamos de un simple alcance, lo primero de todo: ¡quita el coche de en medio! Luego discutes, ves lo daños, juras en arameo… eso después. Lo primero es retirar los coches implicados lo más posible y si no es posible retirarlos fuera de la carretera, señaliza.
En este vídeo te damos algunos consejos para evitar accidentes.
Por la izquierda a 100 km/h.
Piensa en los demás. Muchos conductores cuando ven mucho tráfico se ponen en «modo atasco» y circulan por la izquierda a 100 km/h porque, total, hay atasco, ¡qué más da! Pues no: Siempre que se pueda se circular por la derecha, indistintamente de la densidad del tráfico.
Distancia excesiva
Llevar una distancia de seguridad con el coche que nos precede es una buena costumbre… pero esa distancia no es de 200 m. Hay conductores que ven muchos coches y dejan mucho espacio… no por seguridad, sino porque se relajan… de nuevo caemos en lo que yo llamo «Modo atasco». Deja una distancia segura pero razonable o cambia al carril derecho.
En este vídeo repasamos 10 errores graves que provocan accidentes.
Ritmo variable
¿No os pasa que os acercáis a un coche que rueda lento, os veo y acelera, luego se relaja, luego vuelve a acelerar? ¿A que juega esa gente? Decide que ritmo quieres llevar y llévalo indistintamente de lo que hagan los demás. Nadie te debe obligar a ir más rápido de lo que quieres.
«Tomar la vez» para adelantar
Esto me pone de los nervios: Un coche circula por la derecha y allá, a lo lejos, en lontananza, divisa un camión o un autobús… y rápidamente, como me dijo uno de ellos, se echa al carril izquierdo «para tomar la vez». Pues no, sigue por tu carril y a una distancia razonable pones el intermitente para adelantar… Pero no vayas reteniendo durante cientos de metros e incluso algunos kilómetros al resto del tráfico.
No quitarse a tiempo
Y muchas veces estos son los mismos que adelantan y siguen mucho rato por el carril izquierdo, sin adelantar a nadie, antes de volver a la derecha. O han adelantado y se les ha olvidado volver a la derecha… hasta que ven a un coche, pero primero le hacen frenar, porque no se quitan hasta que no lo ven cerca, y luego se quitan… hay que retirarse a tiempo.
El intermitente no da la prioridad
No sé las veces que habré dicho esto. El intermitente sirve para avisar de la maniobra, no para que se detenga el mundo, toda la fila de coches, para que tú, una vez que has decidido cambiar de carril y has puesto tu intermitente cambiarte a la buena de Dios. Pues no. Vuelvo a insistir: El intermitente no te da la prioridad.
¿Te sabes la historia de los intermitentes?
Si vas a salir… ¡sal!
Este comportamiento me pone especialmente nervioso. Ves a un vehículo por el carril de la derecha que se acerca a un coche más lento. Pone el intermitente, amaga con salir, pero no sale, quita el intermitente, vuelve a salir, vuelve a arrepentirse… pero da igual, porque el coche que le alcanza tiene que esperar lo peor, que salga. Y muchos hacen lo mismo, pero además sin intermitente… para no dar pistas.
Radares y torpes
Esto seguro que también os ha pasado a vosotros: Vemos la señal de aviso de radar o nos lo avisa nuestro GPS y, aunque la velocidad está limitada a 120 km/h el vehículo que nos precede reduce a 100, 90 e incluso 80 km/h… ¡pero si la limitación es al 120 km/h! ¡Que ya vas a 120 km/h y no tienes que frenar! Da igual… por si acaso. Y ese “por si acaso”, con mucho tráfico, puede provocar retenciones e incluso alcances.
Nuestra opinión sobre los límites de velocidad.
Bonus track: La Guardia Civil y los “atascos seguros”
Dónde, cómo y cuándo controlan el tráfico las autoridades es relevante para evitar retenciones innecesarias. Y como ellos saben más de esto que tú y que yo, a veces pienso que no es casual esta actitud. Pero hay quien dice que circular en una retención es más seguro… yo creo que no.
Conclusión
La conclusión es doble: Por un lado, procura evitar en lo posible viajar en días y horas complicados. Por otro, ayúdame a esta tarea de formación para sino erradicar, si al menos disminuir el número de «fabricantes de atascos»… por nuestra tranquilidad y por nuestra seguridad.
Coche del día
Voy a elegir el Peugeot 406 Mi16 (1987-1992). Hablando de este tema he recordado un viaje que hicimos desde Madrid a Venecia en coche… nada menos que 1.800 km. Me llamo la atención en Francia como, apenas unos cientos de metros tras los radares de trípode, podías ver a estos Peugeot que eran rapidísimos, nada menos que 160 CV, con el motor en marcha, dispuesto a perseguir a los infractores… me alucino este sistema. Huelga decir que no tuvimos el más mínimo problema.