Se cumplen 25 años del lanzamiento del “996”, considerado como el peor 911 –que no el peor Porsche- de su interminable historia. Una estética rompedora, una fabricación masificada y unas averías recurrentes lo han apartado durante años de los sueños de un verdadero “porschista”. Su derivación en el más popular modelo “Boxster” tampoco le aportó la individualidad que siempre ha acompañado a la gama 911.
Con 175.000 unidades vendidas no puede afirmarse que el 911/996 fuera un fracaso. Al revés: salvó económicamente a la compañía en un momento difícil a finales del pasado siglo. Sin embargo, rompió el hechizo que había supuesto adquirir un Porsche 911 desde 1965. Porsche planificó el primer auténtico cambio generacional del modelo a finales de los ’80 (aunque ya se habían sucedido tres generaciones “evolutivas” con el 930, 993 y 964) con una mentalidad industrial masificada de economía global.
El Porsche 996 y el 986 Boxster eran idénticos
Los directivos de Porsche de la época buscaban una mayor rentabilidad económica. Por eso se desarrollaron conjuntamente el 911 y el nuevo 986 Boxster (una variante biplaza con motor central, pero más económica). Hasta el pilar “B” ambos coches eran idénticos, de los faros a la suspensión o hasta el cableado eléctrico. El Director del Departamento de Diseño de Porsche, Harm Lagaay creó una carrocería más grande y voluminosa, redondeada y aerodinámica que, aunque gustó como “concept-car” (presentado en Detroit en 1993), luego fue muy criticada por los especialistas en la versión de producción, especialmente los faros y el frontal.
La similaridad de diseño con el económico Boxster roadster (y su abundante mercado femenino) tampoco ayudaron mucho al nuevo 911, que rompía con muchas características básicas de su ya larga historia. Al menos, los directivos de Porsche no se saltaron dos básicas: el motor de seis cilindros y su posición trasera. Pero ni aun así: desaparecía la tradicional refrigeración por aire en favor de una más moderna refrigeración líquida. Y menos mal, porque ¡hasta se barajó montar un motor V8!
El 911/996 coupé nació en 1997
El Boxster, con su motor de cuatro cilindros y escasa potencia, se lanzó en 1996. Económico y coqueto, se vendió bien durante el primer año. Pero cuando se unió a él el 911/996 al año siguiente, tuvo más críticas que halagos. Industrialmente, Porsche consiguió menores costes de producción y más beneficio. Y su mercado siguió expandiéndose por el mundo. Durante una década el 996 se declinó en múltiples versiones, más que nunca hasta el momento. Una carrocería descapotable –911 Cabrio- desde 1998, las versiones de tracción total –Carrera 4- a finales de ese año y la esperada versión Turbo (con 420 CV) desde el 2000…
Pero con los años aparecieron otros problemas: los mecánicos. La comunicación entre los circuitos de agua y aceite, problemas internos del motor, piezas mal diseñadas (algo inédito en Porsche)… empezaron a crear un pésimo mercado de segunda mano. Y a atribuir al 996 una mala fama que ha durado décadas, con el rechazo total de los “porschistas” más acérrimos. Actualmente casi todos esos defectos tienen cura, pero siempre es más arriesgado (aunque más barato) adquirir un 996 que cualquiera de sus antecesores o sucesores. El 911/997 vino por fin a poner un poco de seriedad en la gama.
El 911 GT3 de carreras salvó la reputación
El único éxito acreditado del 996 fue su carrera deportiva. El 911 GT3 nació a consecuencia de un cambio de reglamento en Le Mans para 1999 y de ello derivó un modelo de calle (base de homologación) y uno de competición con el mismo nombre, que cosechó muchos triunfos en su categoría. En 2001 se añadió a la gama el 911 GT2, basado en el Turbo, que en la versión de carretera ofrecía 462 CV en el motor de 3,6 litros. También fue el primer Porsche equipado de frenos cerámicos.
En 2002 se renovó una última vez la gama, ya toda ella dotada del motor fiabilizado de 3,6 litros y cuatro válvulas por cilindro, refrigerado por agua. Había carrocerías coupé, descapotable y “Targa”, propulsión al eje trasero o 4×4 en las versiones Carrera 4S y potencias de hasta 450 CV en los modelos Turbo S a partir de 2005. Hasta la llegada del 997, Porsche nunca se quitó el “sambenito” de que su 996 había sido un traspié estético y mecánico. Pero ahora –en la distancia- celebra el 25 Aniversario de su nacimiento.
