El Concurso de Elegancia “ICE St Moritz” congrega en el lago helado de la localidad suiza algunos de los coches más caros del mundo. Millonarios, “snobs”, coleccionistas y amantes de los automóviles concurren en este evento único celebrado al aire libre y sobre hielo. El mundo de la nieve y el de los automóviles clásicos de lujo se funden por una vez en el año en la estación de St Moritz.
“The ICE St Moritz” es un evento único que reúne a miles de espectadores –ya en su segunda edición- y a decenas de automóviles clásicos de valor incalculable. A diferencia de otros Concursos de Elegancia, el “ICE” se celebra al aire libre, sobre la superficie congelada del lago. Allí los más valientes y arriesgados pueden conducir y derrapar con los coches, equipados naturalmente de ruedas de clavos. Algo totalmente original e irrepetible.
Todo reluce sobre la nieve de St Moritz
Coleccionistas, grandes marchantes de coches de lujo y marcas compiten por hacerse notar en un ambiente super-selecto y “snob”, donde la moda de invierno de los visitantes cuenta casi tanto como el estado “pluscuamperfecto” de los coches participantes. Todo reluce especialmente sobre la blanca nieve, sobre todo si hace sol, como este año. Una temperatura demasiado cálida, que amenazó con arruinar el evento debido al rápido deshielo de la superficie del lago.
Marcas como Maserati pusieron toda la carne en… el frigorífico! Llevando algunos de sus ejemplares más significativos del museo, junto a modernos “supercars”. Con la disculpa de portar modelos únicos como el monoplaza “Eldorado” que condujo Stirling Moss en las 500 Millas de Monza de 1958, también presumían de los modernos MC20 Cielo y hasta del SUV Grecale. El público apreció aún más las líneas del 3500 GT Touring o del elegante Mistral, procedentes de la colección Panini.
Marcas como Audi, Mercedes o Lamborghini nunca faltan
Audi también ha incorporado a St Moritz en su calendario de actos sociales. Y por todo lo alto: allí estaba su embajador y “Mr.Le Mans”, Tom Kristensen, al volante de una pieza única del museo de Zwikau: el Auto Unión Tipo C de Grand Prix de 1937. Además, era el que se empleó en carreras de Montaña, dotado de cuatro ruedas traseras (gemelas dos a dos) para lograr más motricidad. De dónde sacaron los neumáticos de clavos en esa medida no queremos ni preguntarlo…
Lamborghini iniciaba los fastos de su 60 Aniversario en “The ICE” llevando, entre otros, un Miura Millechiodi, ejemplar único. Sorprendente también era la reunión de modelos de Le Mans, en este año del centenario de la carrera más famosa del mundo: desde un Bentley 3 Litros de 1925 hasta un Ferrari Daytona Gr.4 de 1974, pasando por Jaguar D, OSCA MT4, Maserati 300S y tantos otros…
El Ferrari «Uovo» fue la estrella de este año
Por supuesto, los Ferrari eran mayoría y procedentes de todas las épocas. Desde “barchettas” como las 225 S Vignale o 340 MM de los primeros ’50 a sport-prototipos como 750 Monza, 500 Mondial, 250 TR… pasando por los inevitables Gran Turismo de Maranello, como los 250 MM, 250 GT TdF, 250 GT SWB… Incluso el único ejemplar del “Uovo” (Huevo), la especial carrocería realizada por Fontana sobre un 166MM para el conde Giannino Marzoto en 1951, recientemente restaurada.
Los alemanes tampoco se quedaron atrás. Mercedes sacó del museo uno de los dos rarísimos C-111 V8 que posee. Y allí estaba también el Porsche 356 “oruga” de Valkyrie Racing, que acaba de cruzar la Antártida. Entre los muchos Jaguar venidos de Inglaterra, destacaba la unidad XK120 “Jabekke”, precisamente el modelo cazarrécords que batió a Pegaso en tierras belgas en su duelo en 1953.
Los «concept-cars» reinaron en The ICE
El ganador del Concurso ICE St Moritz este año fue el también único y resplandeciente Lancia Stratos Zero. Un “concept car” diseñado por Marcello Gandini para Bertone en 1970 y que prefiguró el futuro Lancia Stratos de producción. Tuvo que batirse con otros “concepts” como el Lincoln Indianapolis de 1950, con Carrozzería Boano, o el Lancia Sibilo, otra obra de Gandini en 1978.