Setenta años separan la primitiva Volkswagen T1 –la famosa “Bulli”- del actual ID.Buzz, su sucesora cien por cien eléctrica. Un vehículo mitificado por la cultura Hippie en los ‘60/70 y reinterpretado como avance del futuro en la actualidad. Puede que sea el vehículo más transformable y transformado del mundo. ¿Con cuál te quedas de estos dos?
Cuando Volkswagen lazó su furgoneta T1 hace siete décadas no pensaba que aquel derivado de su “Beetle” fuera a tener tal éxito. Si alcanzó notables ventas como furgón comercial, fue su triunfo como transporte de pasajeros lo que le dio una fama inmortal. La “Bulli” (como fue apodada) en su versión acristalada –especialmente la “18 ventanas”- logró un éxito sin precedentes y fue uno de los símbolos de la cultura hippie. Una estética simpática, una fiabilidad a toda prueba y una gran capacidad interior (junto con el bajo precio) fueron sus mejores bazas.
Volkswagen ha electrificado la «Bulli»: ID.Buzz
Desde entonces hasta 2022 han sucedido a la T1 otras generaciones (con muchas más unidades producidas), pero ninguna ha superado su leyenda. Este año, se ha lanzado la última interpretación en versión cien por cien eléctrica de batería: el ID.Buzz. Basada en la plataforma común MEB del Grupo VAG, mide 4,7 metros de largo y tiene una gran distancia entre-ejes de 2,9, lo que proporciona una gran capacidad interior. Dispone de 204 CV de potencia, necesarios para mover la pesada batería de 77 kW/h que le aporta más de 400 Km de autonomía.
A las Bulli siempre se les hizo “perrerías” para adaptarlas a los gustos y necesidades de sus propietarios. Una de ellas es el espectacular “Half-track Fox”, una versión para alta montaña diseñada y construida por el austriaco Kurt Kretzner en los años ’60. Probablemente sea la T1 con mayores capacidades “off-road” de la historia, ya que se creó para desafiar el duro clima de los Alpes: nieve, desniveles, bosques, terreno resbaladizo… El Half-track Fox llegaba donde ningún otro vehículo de carga podía.
¡Una Bulli con ocho ruedas dobles y cadenas!
Kretzner podía haber instalado dos cadenas –como un tanque- y que se condujera con dos palancas, pero prefirió una tecnología muy usada en la Guerra Mundial: el “Half-track”, con ruedas delanteras directrices y cadenas posteriores. Para ello instaló un doble eje delantero direccional, con ruedas dobles de 14 pulgadas y mucha sección de neumático. Y detrás, otros dos ejes motrices con diferencial autoblocante, con ruedas de 13 pulgadas, envueltas por una cadena de propia creación de goma y aluminio.
La “Fox” se conduce como un coche y tiene un ángulo de giro de menos de diez metros. Sigue manteniendo el motor bóxer de serie de 1.192 cm3 y apenas 34 CV, que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 35 Km/h, suficientes para moverse por la montaña. Sólo se fabricaron dos unidades hasta 1968, aunque estaba pensado comercializarlo para montañeros, médicos, trabajadores en alta montaña o esquiadores. Y sólo se conserva ésta, recientemente restaurada por Volkswagen Classic Vehicles.
VW ID.Buzz vestida de Star Wars
Seis décadas más tarde, a la moderna Volkswagen también se le ha ocurrido “tunear” la moderna ID.Buzz en un acuerdo de marketing con Disney y Lucas Films. Así han nacido las ID.Buzz de Obi-Wan Kenobi y Darth Vader! Cabría esperar que las furgonetas levitasen o emitiesen rayos… pero no. Su jefe de diseño posa “orgulloso” con su obra: sólo las ha vinilado. Una –la de los Jedi- en tonos blanquiazules y la del “lado oscuro” en roji-negros. ¡Se habrá quedado satisfecho!
Yo sé cuál de los dos trabajos elegiría para mi colección, pero cada uno es libre de opinar. La conclusión importante puede ser que “todo está ya inventado”. O también que Volkswagen logró crear un mito en los años ’60 y continúa tratando de evolucionarlo y mejorarlo en cada nueva generación. En esta época cien por cien eléctrica, sus diseñadores también han buscado inspiración en el modelo original: el mejor camino para acertar.