Citroën ha ideado cómo sería un “2CV” de la época de Julio César y lo ha creado para la última película de Astérix y Obélix: el Imperio del Medio. No es la primera vez que los automóviles se mezclan en los films –que no en los comics- de los célebres e irreductibles galos. Ya lo hicieron en “Los Juegos Olímpicos” hasta con Ferrari y Schumacher, pero ahora es Citroën quien se ha implicado oficialmente.
Si los galos Astérix y Obélix tuvieran que desplazarse en un vehículo largas distancias, ese hubiera sido un 2 CV de la época. Así lo han entendido en el Departamento de Diseño de la marca francesa, que ha creado para la última película de la pareja un vehículo único: un carro de madera inspirado en el 2CV. El equipo de Pierre Leclercq lo ha concebido en apenas tres meses y es completamente operativo.
Un carro con dos caballos del Imperio Romano
Aunque se trata de un carromato con tracción animal, no por ello ha perdido el estilo del icono francés. La forma de su carrocería es completamente reconocible, aunque esté realizada con tablones de madera. Pero hay más, mucho más. Se trata de un vehículo dotado de suspensión neumática, ya que va montado sobre pellejos de cuero de jabalí inflados con aire: un confort de marcha que nunca imaginaron en tiempos del César.
También va dotado de iluminación, con faros encendidos gracias a luciérnagas que emiten gran cantidad de luz… tras beber la poción mágica del druida Panoramix. Incluso las ruedas, con llantas hechas con escudos, disponen de anchos neumáticos de perfil bajo. Todo es un poco anacrónico, pero divertido y asumible en una película infantil o, mejor dicho, para todas las edades. Un vehículo que permitirá a los galos protagonistas viajar hasta la lejana China.
Un carro para llegar hasta China
Incluso se hace un “guiño” al pasado reciente, donde se ve pegado en la Gran Muralla un cartel publicitario que anuncia “un carro de dos caballos fabricado en la Galia” como el mejor de su tiempo… Los “dos chevrones”, marca de Citroën, aparecen en las ruedas y sobre la carrocería del carro, aunque sea de forma rústica, como muestra de que la marca es tan antigua como el mundo civilizado.
La marca de Stellantis ha participado más a fondo en el rodaje, realizado en las localidades de Bry-sur-Marne y Bretigny-Sur-Orge, aportando una decena de coches eléctricos de servicio para la producción. La nueva película, que se suma ya a la copiosa filmografía de Astérix y Obélix se estrenará en cines y a través de la plataforma Netflix el primero de febrero de 2023.