Cómo construir un coche de película

El sueño de muchos cinéfilos es poseer el coche protagonista de su película favorita: el Bartmóvil de Batman, el Aston Martin de 007, el Delorean de Regreso al Futuro… Los ejemplares originales se valoran en muchos miles de euros cuando salen a la venta, así que algunos “manitas” se han decidido por recrearlos ellos mismos. El resultado es muy desigual, pero algunos casi mejoran a los originales.

coche del Capitán Nemo

Hay fanáticos del cine que idolatran no sólo a sus personajes favoritos, sino también a sus máquinas. En Hollywood existe un gran mercado de objetos de “atrezzo” de las películas, que incluye los vehículos. Cuando pisan un salón de subastas, algunos alcanzan cifras astronómicas, aun cuando –muchas veces- sólo sean maquetas incapaces de rodar. Los especialistas en crearlos son frecuentemente famosos y están muy solicitados por los productores. Pero raras veces sobrevive al rodaje más de un vehículo en buen estado, lo que eleva su precio aún más.

Algunos coches de cine son más famosos que sus protagonistas

Son famosos los Aston Martin DB5 de James Bond, los diversos “Batmobile”, o el VW Escarabajo “Herbie”, a los que se sumaron los varios Delorean de las películas “Regreso al Futuro” o el Coche Fantástico de Michael Knight. Pero también circulan por ahí el Ecto 1 de los Ghostbusters, los coches de “Fast & Furious” o el Interceptor de Mad Max… por sólo citar algunos. Otro de los favoritos del público en las últimas décadas ha sido el coche del Capitán Nemo en “La Liga de los hombres Extraordinarios”.

coche del Capitán Nemo

Esta película fantástica de 2003 protagonizada por Sean Connery (entre un gran elenco de conocidos actores), reunía algunos de los personajes más famosos de la literatura, como Allan Quatermain, Tom Sawyer, el Dr.Jeckyl y Mr.Hide, Dorian Grey… o el Capitán Nemo. Los inventos de este último, desde su submarino Nautilus hasta su automóvil de seis ruedas, también eran protagonistas esta película de aventuras.

Un automóvil extraordinario, de siete metros de largo y seis ruedas

El automóvil “art decó” de Nemo, de dimensiones exageradas, fue construido por el especialista Carol Spier y funcionaba realmente. Sobre el chasis de un Land Rover de bomberos añadió un segundo eje delantero y utilizó el motor V8 más potente de la marca. La carrocería se fabricó en fibra de vidrio, con un techo desmontable y una barroca decoración de estilo hindú (como su propietario en el film). Spier construyó dos unidades, una rodante y la otra destinada a las tomas interiores. Los ornamentos cubrían casi toda la carrocería por fuera y por dentro, aunque los relojes del salpicadero fueran los mismos del Land Rover…

coche del Capitán Nemo

Las dimensiones del coche del Capitán Nemo eran impresionantes: 6,7 metros de largo, 2,7 de ancho, con un capó delantero interminable y seis inmensas ruedas de 72 cm de diámetro cada una. Y hubo que instalar un mecanismo hidráulico para levantar la carrocería cada vez que giraba con las cuatro ruedas directrices. Con todo el peso era capaz de alcanzar los 130 Km/h, aunque la mayor parte de los efectos especiales se hacían con ordenador. Hace poco salió a subasta y se pagaron casi 35.000 euros por él, a pesar de no estar en muy buenas condiciones.

Una réplica del coche de Nemo tan bueno como el original

Ken Freeman, un carrocero norteamericano de North Carolina, estaba apasionado por este vehículo, así que decidió fabricarse uno propio de forma artesanal. Su automóvil del Capitán Nemo le costó 6.500 horas de trabajo durante cuatro años y medio (incluyendo un incendio en su taller). Freeman partió de uno –mejor dicho, de dos- chasis de Cadillac Fleetwood de 1979, que cortó y reunió en uno sólo. Así dispuso de un doble eje delantero directriz y de suficiente longitud.

coche del Capitán Nemo

En lugar del motor V8 Rover aprovechó un V8 americano, un Cadillac de 425 pulgadas cúbicas (7 litros), con suficiente potencia y par como para mover el monstruo. La transmisión a las ruedas traseras se confió a una caja automática Turbo-Hydramatic 400. Aunque lo más complicado fue recrear la carrocería y todos sus barrocos adornos. Para ello tuvo que construir un bastidor de varillas y un enrejado para poder esculpir el “master” que luego serviría de molde para la carrocería de fibra de vidrio.

Cada adorno exigió un molde y un material para su fabricación

Como experimentado carrocero, Freeman acertó con las proporciones, aunque su coche es ligeramente más estrecho que el original. Pero el mayor trabajo fue reproducir los adornos, desde las grandes cabezas del dios-elefante Ganesha de las aletas delanteras a la manillas de las puertas o a los enrevesados apliques con flora y fauna de inspiración hindú. Tuvo que emplear arcilla y, luego, fundirlos en aluminio, estaño o resina. Antes de metalizarlos en plata, bronce u oro. Y había decenas diferentes!

coche del Capitán Nemo

Por fin, la réplica del magnífico coche del Capitán Nemo vio la luz y, pintado en su color marfil, es casi imposible de distinguir del original. Ha sido un enorme trabajo artesanal porque era un coche especialmente difícil. Más fácil es recrear el Pontiac KITT (para el que existen las piezas necesarias) o el VW Herbie (bastan unos adhesivos). Estas réplicas nunca valdrán tanto como los ejemplares originales con “pedigree” de la película, pero seguro que siempre encontrarán un “fricky” al que le gustará tenerlos.

coche del Capitán Nemo

Comparte

Te puede interesar