¿Sabes cómo se conduce un coche con turbo?

¿Sabes cómo se conduce un turbo? ¿Conoces los trucos para sacarles partido? ¿Sabes qué cuidados hay que tener para que no se estropee? Si sabes todo esto…. Pues no veas este vídeo. Pero si no lo sabes, o no todo… te lo recomiendo.

Estaba haciendo memoria… ¿Cuál fue el primer coche con turbo que conduje? Sin contar algún turbodiésel, creo que el primero coche con turbo que conduje, al menos el que tuve oportunidad de probar a fondo y hacer kilómetros fue… ¡El Renault 5 GT Turbo

¿No creéis que es eso es comenzar a lo grande? Pues sí, pero, ¿y si os digo que el siguiente fue el Porsche Turbo? Pues si no el siguiente, fue de los primeritos. Y en ambos casos recuerdo perfectamente la conversación previa a la prueba con todos los probadores y el jefe de pruebas, acerca de cómo había que conducir esos coches, que precauciones había que tener, los trucos para sacarles partido y para no estropear el turbo. Este vídeo es simplemente rememorar esas conversaciones.

Pero antes de seguir, ya sabéis que me gusta centrar el tiro: Hay muchos coches actuales con motor turbo que ni te enteras que tienen turbo por lo bien hecho que están. Os diría que casi todos los turbodiésel y la mayoría de los de gasolina que han llegado al turbo a través del «downsizing«.

Así que este vídeo esta más orientado a los turbos digamos que «con carácter», montado en coches deportivos o coches hasta el principio de los años 2000 o poco más. Porque, afortunadamente, hay coches muy modernos con motor turbo “de verdad”… por citar solo un ejemplo, el Ford Focus ST de 2019 con su motor 2,2 litros turbo de 280 CV… una pasada.

¿Se conduce distinto un turbo?

Pues si. Seguro que muchos pensareis en el llamado «turbo lag»… ¡no confundir con «jet lag»! Y que ese tiempo que pasa desde que nosotros aceleremos y «pedimos» más potencia hasta que esta llega. Ese es uno de los problemas.

El otro es la «concentración» de la entrega de potencia, indistintamente de que tengamos o no tiempo de respuesta. Y hay un tercero: La sobrepresión que podemos provocar su aceleramos a fondo a muy bajas vueltas. Vamos a analizar todos estos problemas, uno de ellos con ayuda de la pizarra.

«Turbo lag»

Al principio los turbos eran grandes y con mucha inercia y su instalación muy primitiva, sin válvula de descarga. Los ingenieros estaban encantados con las pruebas en banco. Metían un turbo y ganar al menos un 50 por ciento de potencia era facilísimo. Pero los pilotos no tanto. El tiempo de respuesta en esos coches llegaba a ser de varios segundos… complicadísimo.

¿Cómo se conducían? Pues con el pie izquierdo en el freno. Los motores, mucho más apretados, se rompían, los frenos se achicharraban… pero a medida que todo eso se fue controlando y los ingenieros comenzaron a reducir el tiempo de respuesta, el turbo se mostró una ventaja definitiva. Tanta como para que la cilindrada fuese la mitad…. Es el caso del Renault RS01 

«Concentración» de potencia

Esto es algo que pasa en prácticamente todos los motores turbo, mucho en los turbodiésel, indistintamente de si tienen o no tiempo de respuesta. Pero, para explicarlo, tengo que recurrir a una vieja amiga: La pizarra.

Os voy a pintar tres curvas de potencia ficticias pero muy inspiradas en la realidad: La de un motor gasolina atmosférico de 200 CV y la de dos motores turbo, uno diésel y uno gasolina. 

Pero primero os explico que es una curva de potencia, algo que debéis saber… y que la mayoría ya sabréis.

A fondo bajo de vueltas, ¡Nunca!

En un motor turbo, sobre todo turbodiésel, si vamos bajos de vueltas, pero pisando a fondo, hay muchos gases de escape, que empujan a tope el turbo que sopla aire comprimido, que se comprime más… la presión en el interior del motor es brutal, sobre todo si es Diésel que ya de por si tienen una compresión más alta.  Mejor llevar el motor, como decía mi padre «alegre».

Trucos de conducción

Como dice un amigo mío, «para conducir un turbo de manera eficaz hay que hacer una conducción muy ordenada, suave y anticipar más de lo habitual».

No, no vamos a ir por ahí pisando el freno con el pie izquierdo, como se hacía por ejemplo en los Grupo B, pero sí podemos anticipar más la curva y acelerar antes…. Pero con suavidad. Antes, para compensar el tiempo de respuesta, con suavidad para compensar con tacto de gas la respuesta más brusca del motor. 

La aceleración «pulsante» es especialmente perniciosa en un turbo. Bueno, lo es en todos los coches. La acción sobre el acelerador debe ser algo anticipada, decidida y suave… 

¿Qué no es fácil? ¿Quién ha dicho que sea fácil? Es difícil, pero ese es precisamente el encanto de estos coches y estos motores, saber que son difíciles de domar y de controlar y que conducirlos bien y rápido no esta al alcance de cualquiera.

Mis primeros turbo

Parece que un R5 GT Turbo y un Porsche 911 Turbo (930) de los primeros, de los fabricados entre 1975 y 1989 no tienen mucho en común… ¡Te equivocas! En lo relativo al manejo del pedal del acelerador, son muy parecidos.

Quizás el mayor problema en el GT Turbo era la concentración de potencia y en el Porsche el tiempo de respuesta. He rescatado la curva de potencia que yo mismo hice del Renault 5 GT Turbo cuando trabajaba en una revista y en solo 1.000 rpm, de 2.000 a 3.000, este motor ganaba más de 40 CV… y daba 120 CV. La “patada” era espectacular y había que mimar el acelerador, sobre todo si estábamos en curva.

En el caso del 911 la ventaja es que tiene mayor motricidad y que la llegada de potencia, incluso en la versión de 300 CV, era algo más progresiva… pero el tiempo de respuesta era mucho mayor. Por eso era necesario acelerar muy pronto, antes de lo que «te pide el cuerpo».

Aquí tienes el vídeo total sobre el turbo.

No te decimos qué, sino cómo

Esta fuera de nuestro alcance analizar el comportamiento de todos los coches con motor turbo. Pero fieles a nuestra filosofía no te decimos «lo que tienes que hacer» sino te damos los conocimientos para que decidas «cómo lo quieres hacer».

Tienes que conocer tu coche, ver su curva de potencia, descubrir su tiempo de reacción, ver como todo esto interactúa con su comportamiento rutero y en función de eso tú, que sabes un montón, ir decidiendo como debes conducir tu coche con motor turbo.

Cuidados especiales de los coches con turbo

  1. Mima el engrase.
  2. Gasolina adecuada. 
  3. Temperatura de trabajo. 
  4. Apagar el motor. 
  5. Mantenimiento al día. 
  6. No abuses del bajo régimen.

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