¡Que miedo reventar un neumático del coche! Te vamos a contar como debes actuar en ese caso, pero esa no es la parte más importante de este vídeo. La más importante es en la que te contamos «cómo evitarlo». Y para ello contaremos con nuestro… ¡Laboratorio Hermético!
Sobre todo, en verano, cuando se viaja más y hace más calor, me preguntáis muchas veces que hacer en caso de reventón de una rueda. Siempre respondo lo mismo: Yo te lo cuento, pero «lo más importante no es saber que hacer al volante, sino saber cómo evitarlo».
Porque hay un modo de evitarlo prácticamente al 100 por cien. Pero ya sabéis que tengo una manía: Comenzar las historias por el principio. Así que os voy a dar unas pinceladas de la historia de los neumáticos…
Michelin, Dunlop y Good Year
Nos vamos al principio de la historia así que os hablo de tres señores: Los hermanos Michelin, Èdouard y André y de John Boyd Dunlop. Estos tres señores revolucionaron el mundo del neumático. A finales del siglo XIX, donde la inmensa mayoría de los vehículos eran bicicletas. Primero Dunlop inventó los neumáticos con cámara de aire. Antes eran macizos y resultaban no solo incómodos, sino menos adherentes y comprometían la estabilidad de la bicicleta.
El Señor Dunlop, un mago del caucho, invento un sistema de neumáticos con una cámara de aire interior que se hinchaba y fue una verdadera revolución, porque las bicicletas así eran mucho más cómodos y estables… Pero con las cámaras de aire llegó un inconveniente… ¡los pinchazos! Pensaréis que no es para tanto, pero el neumático iba pegado a la llanta y sacar la cámara y cambiarla o repararla podía llevar desde unas horas a casi un día de secado.
Los hermanos Michelin tenían un taller de neumáticos y un día entró un ciclista con una rueda pinchada… ese día cambió todo, pues Michelin invento el neumático desmontable. Y con este sistema, que reducía drásticamente el tiempo necesario para reparar un pinchazo, el ciclista Charles Terront ganó por goleada la prueba ciclista París-Brest-París…
Neumáticos sin cámara, la solución
Lo malo de estos neumáticos con cámara es que un pinchazo, a cierta velocidad, podía provocar el reventón de la rueda, con consecuencias que podían ser graves…
A otro grande de los neumáticos, GoodYear le cabe el mérito de, sino inventar, al menos popularizar los neumáticos sin cámara o «tubeless«. La verdad es que el invento de los neumáticos con cámara era genial, pero las consecuencias de un pinchazo podían ser serias. Estos neumáticos que carecen de cámara por supuesto pueden pinchar, pero es casi imposible que revienten. Y aquí llegamos a la parte más importante de este vídeo: En tu mano está evitar reventones. ¿Cómo? ¡Usando neumáticos sin cámara! En tu coche, en tu moto, en tu bici, siempre neumáticos sin cámara.
Con ellos la posibilidad de reventón se reduce prácticamente a cero… ¿no te lo crees? Pues te vamos a convencer en nuestro… ¡Laboratorio Hermético!
Si a pesar de todo tienes la mala suerte de reventar un neumático como me paso a mi con un Peugeot 309 GTi 16v de pruebas, mejor que sepas que hacer. Es menos grave, a pesar de que pueda parecer lo contario, que reviente una rueda delantera que una trasera. ¿El motivo? Nos volvemos a nuestro “Laboratorio Hermético” para comprobarlo.
Si revientas, mantén la calma
Si revientas una rueda delantera notaras que el coche, con cierta brusquedad, tiene a irse al lado de la rueda deteriorada… ¡no frenes! Es más, no dejes de acelerar bruscamente, sino progresivamente mientras sujetas el volante, pones las luces de «warning» y te desplazas progresivamente al arcén. Recuerda este vídeo sobre la importancia de revisar la presión de los neumáticos.
Si la que revientas es una rueda posterior, las malas noticias es que es más complicado hacerte con el coche, pero no imposible ni mucho menos. Es como cuando en una curva derrapa el eje trasero, hay que hacer contra volante y girar el volante hacia el lado de la rueda reventada para que no hagamos un “trompo” o el coche se ponga de lado.
En este caso te diría, sé que no es fácil, que si tienes la sangre fría de mantener el pie en el acelerador e incluso acelerar suavemente, te puede ayudar. Las ruedas delanteras «tiran» del coche y pueden evitar que se ponga de lado.
Desde luego, ¡prohibido frenar! Y menos con brusquedad. Si eres rápido, suave y decidido, no vas a tener problemas. Y en cuanto pase el susto recuerda, señalizar y lentamente irte a la derecha y parar el coche…
¿Cómo reparar un pinchazo?
Cientos si no miles de veces he reparado un pinchazo en una rueda con cámara, sobre todo en bici… ¡que rollo! Sacar la cubierta, luego la cámara, buscar el pinchazo, lijar, poner pegamento, pegar el parche y vuelta a montar.
En coche es lo mismo pero no lo puedes hacer tú… pero con un neumáticos sin cámara sí. Hay dos opciones, una que te voy a contar y otra que tengo aquí, bajo la mesa.
La que te voy a contar y que, si tu coche no tiene rueda de repuesto, llevas en tu coche es una jeringuilla y un líquido que al contacto con el aire se vuelve sólido y pegajoso. Introduces la jeringuilla por el orificio del pinchazo, aprietas la jeringuilla y la sacas… la «pelotita» que se ha formado, tapará el agujero.
Pero tengo un sistema más sencillo para un pinchazo pequeño, de los llamados «lentos» que son estos espráis que funcionan a las mil maravillas, que me han salvado un par de veces y que te recuerdo que, si los usas, debes llevar la rueda a revisar. Si en vez de un pinchazo es un corte grande también tengo la solución aquí… no te queda otra que llamar a la grúa.
Si todo eso de controlar un reventón te parece complicado, ya sabes, la solución está en tus manos: ¡Neumáticos sin cámara!
Yo los uso incluso en la bici, no solo porque pinchas menos, sino porque no revientas… y conozco casos de amigos que han reventado una rueda en bici y si pierdes de golpe el aire, aunque circulares a 20, 30 o 40 km/h te puedes llevar un susto y darte un buen golpe.
Coche del día
Solo he reventado rueda en dos coches, una en el citado Peugeot 309 GTi 16V y otra en un Renault 11 Turbo. Como el R11 Turbo fue ya coche del día, nos quedamos con el 309 que con sus 160 CV y alrededor de 1.000 kg de peso, era una verdadera máquina.