Peugeot 205 GTi, el gran olvidado

La sombra del Renault 5 GT Turbo es alargada… tan alargada que a veces nos ha ocultado coches tan notables como el Peugeot 205 GTi que tuvo tres versiones que, os lo aseguro, eran muy diferentes entre sí. Os recuerdo que en los monográficos repasamos la historia de cada coche, contamos cómo iba, incluimos una guía de compra y sugerencias para mejorarlo.

En este enlace puedes ver todos los monográficos de Garaje Hermético.

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Los 250: Un poco de historia

El 205 en general fue un éxito instantáneo y a este éxito colaboraron las versiones GTi. Comparado con el GT Turbo, por fuera, el 205 fue un coche que encandiló a todo el mundo por su estética y por dentro estaba muy bien acabado.

Y en cuanto a comportamiento las primeras versiones de 1.6 litros y 105 CV primero y 115 CV después eran mucho más dóciles y fáciles de conducir que el GT Turbo. Pero luego llego la de 130 CV, muchos para una tracción delantera tan pequeño y ligero. De forma que, para conseguir tracción en curva, lo tuvieron que hacer rompiendo ese equilibrio tan bueno que tenían los dos 1.6… porque el 1.9 era un coche delicado… y los probé todos y muy a fondo.

En 1984 aparece la primera versión con motor de 1.580 cm3 y 105 CV. Estaba lejos de las prestaciones del GT Turbo y más en línea con las de otro Turbo, el Fiat Uno de 105 CV. Pero es que Peugeot buscaba otro público. El GT Turbo era un coche para «quemados», por decirlo de alguna manera y el 205 era un coche apto para todo el mundo, bonito, refinado, cómodo, práctico y fácil de conducir.

En 1986, poco después de la aparición de su majestad el Peugeot 205 Turbo 16 del Grupo B, aparece el que para muchos es el mejor 205 GTi, el 1.6 pero con motor potenciado a 115 CV. Mejora la potencia y las prestaciones, pero sigue manteniendo una dulzura en la entrega de potencia y una facilidad de conducción próxima a la versión de 105 CV. En el apartado de «Cómo va os doy mi opinión».

Pero en diciembre de 1986, Peugeot se decida a meter el motor de 1.9 litros procedente del Citroën BX GTi en el vano motor de Peugeot 205, cosa que no fue nada fácil: El BX media 4,2 m de largo y el Peugeot 205 exactamente medio metro menos… que era mucho.

Además 130 CV, como decía, eran muchos para un coche que no llegaba a los 900 kg y con una distancia entre ejes de 2,4 metros. ¿Y qué pasó? Que, para conseguir motricidad en curva, hubo que hacer cambios en el bastidor, entre ellos meter una estabilizadora muy gruesa detrás que mejoraba la tracción, hacia al eje trasero más «ágil», que es una forma fina de decir que se iba de atrás y que tiraba por tierra ese comportamiento «apto para todos los públicos» que sí tenían los 205 GTi 1.6. O sea, para bien o para mal, lo acercaba al GT Turbo en prestaciones y comportamiento algo «delicadillo».

¿Cómo va?

Recuerdo la primera vez que vi y probé un Peugeot 205 GTi 1.6. Conocía ya muy bien al R5 GT Turbo y al Fiat Turbo, pero el Peugeot 205 era otra cosa. El ribeteado en rojo de los asientos y moqueta, el bien rematado interior, la calidad de los asientos por construcción y material… estaba en este sentido por encima de sus rivales.

Pero es que en comportamiento también en un sentido: Era un coche refinado, con un motor progresivo, suave, silencioso, un cambio de mantequilla, confortable y un comportamiento muy progresivo. Y además gastaba poco.

Luego probé el 205 GTi de 115 CV, insisto para la mayoría de mis colegas el punto de equilibrio perfecto entre la «hermanita de la caridad» que era el 1.6 de 105 CV y la «fiera indomable» que era el 1.9.

Y luego probé el 1.9 de 130 CV y en ese momento, más como aficionado que como probador profesional, me enamoré de este coche. No tenía nada que ver con sus rivales turbo, pero por respuesta de motor era casi igual de radical. Parea entonces el GT Turbo ya anunciaba 120 CV y daba seguramente cera de los 130 CV y tenía muchos bajos, pero de alguna manera «filtrados» por le respuesta del turbo: Pisabas y hasta que llegaban los caballos, tenías tiempo de pensar.

En el Peugeot 205 GTi de 130 CV no tenías tiempo de pensar: Pisabas y los caballos estaban ya ahí, instantáneamente, sin retraso ni tiempo para pensar. La respuesta al acelerador era instantánea… pero eso, con ser un problema en conducción agresiva, no era el mayor problema. ¡Ojo! que la versión catalizada perdía nada menos que 8 CV se quedaba en 122 y se notaba.

El suave y progresivo comportamiento de los GTi 1.6 se había perdido en aras de la eficacia y la rapidez. Pero el 205 GTi 1.9 en zonas viradas era muy delicado de conducir, pero muy eficaz… un arma en los rallyes.

Guía de compra del Peugeot 205 GTi

Todos los coches que hemos traído a esta sección de monográficos son coches muy interesantes… y caros. Hay una cosa buena: Estos coches eran de muy buena calidad comparados con otros de su época y si están cuidados y no han corrido en competición, puedes encontrarlos en buen estado.

Otra cosa nueva es que los 1.6, da igual que sean de 105 o 115 CV valen mucho menos que el 1.9. En España los 1.6 en buen estado pueden valer entre los 10.000 y los 15.000 euros, pero si queremos el motor «gordo» hay que preparar al menos unos 5.000 € extra. ¿Lo vale? La verdad, soy un enamorado del 1.9 pero te aseguro una cosa, las dos versiones de 1.6 enamoran y como coche casi de diario, incluso para viajes, dan la talla de sobra.

Tengo uno. ¿Qué hago?

Lo bueno de este coche es que vas a encontrar de todo: Piezas de carrocería más ligeras, suspensiones más eficientes, frenos, preparaciones de motor… te doy dos consejos: El primero, que tengas claro para que quieres el coche y el segundo, que mantengas la cabeza fría.

La verdad es que al 1.6 no vale la pena hacerle nada, pero en el 1.9 sí que vale la pena hacer algo más. Para empezar, dar un repaso a todas las suspensiones con especial cuidado a los silentblocks de la suspensión delantera que sufren mucho. Si tienes la fortuna de tener el no catalizado, a poco que lo pongas impecablemente a punto, le montes un escape legal, pero con menos retención y un filtro de aire mejor, le ganas 5 CV fácilmente… suficientes. Si es el catalizado, para llegar a ese resultado hay que gastar más.

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