Número de cilindros: ¿más es mejor?

Parece que, hablando de cilindros, siempre más es mejor. Vamos a desmontar esta premisa y a analizar, cilindro a cilindro, las ventajas e inconvenientes de cada configuración. Con argumentos y con ejemplos, como nos gusta hacer las cosas en Garaje Hermético

Hemos hecho vídeos sobre los motores de 3, 4, 5, 5, 8, 12 y 16 cilindros… pero faltaba este, comprarlos todos juntos para ver, en un solo vídeo, pros y contras de todos ellos. Así que este video va de “La guerra de los cilindros: de menos a más” y comenzamos por dos, porque de un cilindro no quedan coches modernos.

Dos cilindros: Mínima expresión

Ventajas: Son ligeros, compactos y sencillos mecánicamente, lo que los hace muy económicos de producir. Su fricción interna es mínima, lo que les permite alcanzar cifras de consumo bajas. Inconvenientes: Las vibraciones, su funcionamiento áspero y su sonido, muy particular y no del gusto de todos. Configuración ideal: Generalmente en línea o bóxer. Uso ideal: Microcoches urbanos y vehículos de bajo coste de épocas pasadas.

Tres cilindros: Llega el “downsizing”

Ventajas: Su principal baza es la eficiencia. Menos cilindros implican menor fricción. Combinados con un turbo, ofrecen una respuesta excelente en ciudad y consumos muy bajos. Inconvenientes: A pesar de los avances con ejes de equilibrado, siguen generando más vibraciones que un cuatro cilindros y su sonido puede resultar menos refinado.

Configuración ideal: Prácticamente siempre en línea. Uso ideal: Coches urbanos, utilitarios y compactos en sus versiones de acceso.

Cuatro cilindros: Punto de equilibrio

Ventajas: Su gran virtud es el equilibrio. Mucho más suave que un tres cilindros sin la complejidad de un seis. Es versátil, fiable y con costes de mantenimiento contenidos. Inconvenientes: Carente del carácter de motores más grandes. Por encima de 2,3 o 2,5 litros, los motores en línea pueden generar vibraciones de segundo orden.

Configuración ideal: Mayoritariamente en línea (L4), aunque la configuración bóxer (B4) de Subaru y Porsche ofrece un centro de gravedad más bajo y mayor suavidad. Uso ideal: Desde compactos y berlinas hasta SUV y deportivos de acceso.

Cinco cilindros: Nota discordante

Ventajas: Un sonido embriagador y único, a medio camino entre un L4 y un L6. Tenían casi la simplicidad de un 4 y casi el refinamiento de un 6. Inconvenientes: Su complejidad mecánica era cercana a la de un seis cilindros sin alcanzar su perfecto equilibrio, lo que finalmente los condenó frente a los más eficientes 4 cilindros turbo.

Configuración ideal: Siempre en línea (L5).

Seis cilindros: La aristocracia

Ventajas: La suavidad de funcionamiento es su principal virtud, especialmente en la configuración de seis cilindros en línea, que tiene un equilibrio natural perfecto. Inconvenientes: Son más grandes, pesados y caros que los de cuatro cilindros.

Configuración ideal: ¡Todas valen! En línea (L6) para un equilibrio perfecto en V (V6) para una mayor compacidad y bóxer (B6) para un centro de gravedad bajo.

Ocho cilindros: El sonido del poder

Ventajas: Ofrecen cifras de potencia y par masivas con una entrega contundente. Su sonido, especialmente en los V8 americanos de cigüeñal “cross-plane”, es un estruendo gutural inconfundible. Inconvenientes: Más que un consumo elevado, es mayor inconveniente el peso considerable y un tamaño que requiere vanos motor generosos. Son complejos y caros de mantener.

Configuración ideal: Casi universalmente en V (V8).

Diez cilindros: Exóticos

Ventajas: Un carácter y un sonido únicos y agudos, muy cercanos a los de un motor de Fórmula 1 de la época. Como los motores de 5 ofrecen casi las ventajas de un V8 y casi las de un V12. Inconvenientes: Son mecánicas extremadamente complejas, con un equilibrio delicado y costes de mantenimiento desorbitados. Su nicho de mercado es mínimo.

Configuración ideal: Siempre en V (V10).

Doce cilindros: Máximo refinamiento

Ventajas: Equilibrio de funcionamiento perfecto y ausencia total de vibraciones. Son dos motores de 5 cilindros en línea unidos por un cigüeñal. La entrega de potencia es continua y sin esfuerzo a cualquier régimen, y su sonido es… ¡música celestial! Inconvenientes: El coste, la complejidad, el peso, el tamaño y, por supuesto, el consumo. EL que algo quiere, algo le cuesta.

Configuración ideal: Prácticamente siempre en V (V12), aunque existen configuraciones W12 (Grupo Volkswagen) que buscan una mayor compacidad.

Dieciséis cilindros: la “Hipérbole”

Ventajas: Cifras de potencia y par de otra galaxia. Son el máximo exponente de la complejidad y la exclusividad mecánica. Inconvenientes: Todo llevado al extremo: peso, tamaño, consumo, complejidad de refrigeración y un coste de desarrollo y mantenimiento astronómico. Son, en la práctica, inviables para casi cualquier aplicación. Y no mejoran realmente a un buen V12.

Configuración ideal: Generalmente en W (W16) para intentar contener sus dimensiones. Uso ideal: Hypercars que buscan romper todos los récords.

Conclusión

No, más cilindros no siempre es mejor. El número ideal de cilindros depende estrictamente del uso, el tipo de coche y las prioridades del conductor. Los motores de 3 y 4 cilindros, gracias a la tecnología turbo, ofrecen hoy un rendimiento y una eficiencia impensables hace una década, pero… ¡mejor con 4!

Los 6 cilindros representan el equilibrio perfecto entre prestaciones y refinamiento para quien busca algo más, mientras que de 8 cilindros en adelante entramos en un universo de sensaciones, exclusividad y arte mecánico casi en peligro de extinción.

Motor del día

En vez de elegir un motor “ideal” ya existente hemos diseñado nuestro propio motor pensado para un coche medio en 2025, polivalente para el día a día y para viajar. Sería un 4 cilindros en línea de gasolina, con una cilindrada en torno a los 1.5 – 1.6 litros, sobrealimentado por un turbocompresor y asociado a algún tipo de hibridación ligera, tipo Mild Hybrid, o enchufable.

Esta configuración ofrece una potencia suficiente de entre 130 y 160 CV y un par generoso a bajas vueltas para una conducción ágil, unos consumos muy contenidos gracias a la hibridación y la posibilidad de obtener la etiqueta ECO. Es una mecánica refinada, fiable y con unos costes de mantenimiento razonables; el perfecto equilibrio para el conductor medio.

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