El GP de Italia disputado el 6 de septiembre de este 2020 es una prueba clara: Sin los Mercedes la Fórmula 1 vuelve a ser entretenida. ¡Ojo! En este video no digo que la Fórmula E sustituirá a la F1 con sus silenciosos coches tipo karts diseñados para circuitos urbanos. No. La Fórmula E podría con la F1 porque, como espectáculo, es mucho mejor y como imagen, más deseable. ¿Qué hay peor para el espectáculo que antes de empezar la carrera sepas como va a acabar? ¿Qué hay peor para una marca que te acusen de quemar combustible por pura diversión?
La Fórmula E es un invento español. Alejandro Agag tuvo la habilidad de imaginar un campeonato así, pero sobre todo, la habilidad de convencer a Jean Todt de convertirlo prácticamente desde un primer momento en un campeonato internacional de relieve.
Sólo los más quemados como tú y como yo disfrutamos de la F1 porque nos gusta oír esos coches, nos gusta ver lo eficaces que son y apreciamos gestas de otros pilotos con coches que no son Mercedes, como Verstappen, Gasly, Ricciardo o Sainz… porque somos drogadictos de los coches, pero no nos engañemos: Cómo espectáculo la F1 es un fracaso. No lo digo solo yo, lo dice mucha gente, como Zak Brown, de Mclaren
Pero hay otra cosa aún más grave: Su imagen. La Fórmula 1 es un espectáculo de puro derroche, se gasta mucha gasolina, muchos neumáticos, mucho dinero… desde luego, por muy híbridos que sean los coches, no dan ninguna imagen de “sostenibilidad” o ecología… y por eso interesan poco a las marcas.
La receta del éxito del la Fórmula E se basa en cuatro pilares:
- Precio asequible.
- Imagen muy interesante para marcas y sponsor.
- Carreras disputadas.
- y para mí una de las más importantes: llevar las carreras al público y no tratar de llevar el público a las carreras.
Bueno, añadiría un quinto más: Imaginación, como el fan Boost y el modo ataque. En este vídeo te lo contamos en detalle.