Manual frente a doble embrague. ¿Qué cambio es mejor?

En 2004 Porsche fue la primera marca en ofrecer un cambio de doble embrague llamado PDK como opción en sus 911…. ahora es de serie y la opción es el manual… El Mundo al revés. Muchos me habéis pedido videos de técnica y otros, comparar un cambio de doble embrague con uno manual… Hoy voy a satisfacer a todos.

Porsche da la razón a los puristas, pero no son los únicos porque por ejemplo Mazda o Toyota en sus modelos más deportivos solo ofrece, o lo hace con preferencia, el cambio manual. Y es que una cosa está clara: Cambiar manualmente no solo es un placer, sino que te identifica como un buen conductor. Hicimos un vídeo titulado «Cómo usar correctamente un cambio manual«.

Os invito a verlo o a verlo de nuevo. Pero comenzaba ese video con una historia, no me atrevo a llamarlo anécdota. En un curso de conducción que estaba impartiendo dije que, en pocos minutos o un muy pocos kilómetros, sabía si mi alumno era un buen conductor o no. Y un alumno me preguntó como lo sabía, en qué me fijaba. Pues os lo digo, en tres cosas:

  1. La posición de las manos en el volante.
  2. Mirar a lo lejos.
  3. El uso de cambio, si es manual, sobre todo.

Cambio manual, cómo funciona

Hay cosas en los coches que todo el mundo cree que saben cómo funcionan, pero no todos los saben. Una de ellas es el cambio. Muchos aficionados, cuando usan la palanca creen que hay piñones que se desplazan y tienen que engranar, de ahí que, si lo haces mal, las marchas rascan.

Pues no. Lo voy a explicar de forma muy sencilla: Los piñones, todos los de todas las marchas, están siempre engranados los unos con los otros. Generalmente son la excepción de la marcha atrás. Cada marcha tiene dos pares de piñones, uno que gira al régimen del motor y otro al régimen de las ruedas.

Y os preguntaréis, «si giran locos, ¿cómo se mueve el coche?» Sencillo, lo que haces con la palanca de cambios es desplazar unas piezas que bloquean unos u otros piñones, según la marcha. Y antes de que esas piezas móviles lleguen a los piñones están los llamados «sincros», unos anillos que «rozan» unos con otros e igualan la velocidad de esos piñones que giraban «libres» antes de bloquearlos. Cuando los sincros están gastados pues las marchas rascan.

Cómo funciona un cambio de doble embrague

Para mí un cambio de doble embrague no es un cambio automático, sino un cambio manual secuencial que puede robotizarse y hacerse automático. Pero da igual que lo consideramos un manual que puede usarse en automático o un automático que puede usarse como manual, lo importante es que sepamos cómo funciona…

En realidad, más que cambios de «doble embrague» deberíamos decir «doble cambio con doble embrague«. El sistema es sencillísimo de entender. Hay dos cambios y dos embragues. Imagínate que vamos en uno de los cambios, por ejemplo, en segunda marcha. ¿Os acordáis cuando hablábamos del sensor del acelerador? Esto permite al coche saber si queremos correr menos, reducir o correr más.

Como os decía, el coche tiene dos cambios y vamos en uno de ellos en segunda… y el otro, en función de nuestras intenciones, ya tiene insertada la primera o la tercera. Cuando el conductor en la palanca o en la leva del volante lo decide el coche no cambia de marcha, simplemente se desacopla un embrague y se acopla el otro. El cambio es suave y rapidísimo, porque en realidad no hay cambio de marcha.

Es un sistema que Porsche desarrollo en competición en 1983 en su 956 de forma experimental y que permite que sea el conductor quien cambie en las levas del volante o en la palanca, o que sea el propio coche.

¿Y cuál es mejor?

Objetivamente, no lo dudes, es más eficiente el cambio de doble embrague tipo PDK: Es más rápido, más fiable e impide que un error del conductor estropee el motor o el cambio. Por algo será que, cuando el reglamento lo permite, es el usado sistemáticamente en competición. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Pero cuando hablamos de disfrutar de un coche, no siempre lo más eficiente es lo mejor. Por ejemplo, a lo mejor es más eficiente un eléctrico que un coche de combustión o es más eficiente, por práctico, una berlina que un coupé. Pero, lo digo siempre, el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Y es que entiendo perfectamente a los puristas que se gastan el dinero en un Porsche nuevo o usado y elijen o buscan uno con cambio manual. Manejar bien un coche con cambio manual es un verdadero placer y además sientes que haces algo que no todo el mundo es capaz de hacer. A mí me pasa cuando voy por carretera de curvas, trazando fino y haciendo cambios perfectos usando el punta-tacón.

Conclusión

No, la conclusión no es si es mejor uno que otro, sino si es mejor o peor para ti. Desde siempre el mundo del automóvil ha tratado de «democratizarse«. Al principio de su historia, conducir un coche no era fácil y no lo hacía cualquiera, solo profesionales, los famosos «chauffeurs» que en español pasó a ser chóferes, o gente adinerada aficionada a la velocidad.

Pensaréis: «Me hablas de hace más de 100 años». No, esta tendencia ha sido siempre así, incluso en los deportivos. Por ejemplo, los GTi, recuerdo un comentario de un gran probador acerca del entonces nuevos Golf GTi comprado con los deportivos de esa época de propulsión trasera eran muy fáciles de conducir.

Para correr en circuito, no lo dudo, prefiero un buen secuencial, pero para mi coche de cada día, para disfrutar conduciendo no necesariamente «a toda pastilla» sino disfrutar de conducir bien… a lo mejor, si me comprase un Porsche 911 ahora, lo pediría con cambio manual… ¡soy un friqui!

Coche de día

He elegido como coche del día al «Halcón milenario». No, no me refiero a la nave de Han Solo sino al Seat León MKII con el que disputamos las 24 Horas de Montmeló en el año 2008, que tenía cambio de doble embrague. Esto lo conté con detalle en un vídeo del área de miembros… Fue el primer coche con cambio de doble embrague que conduje en circuito y la experiencia fue alucinante.

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