Sentir el coche es conducir bien

Hablando con un amigo me dijo: «Para conducir bien hay que sentir el coche». Le dije que me parecía una buena idea para un vídeo y me respondió, «no creo que dé para tanto»… Tras una hora de charla sobre el tema, le dije: «Creo que sí da para un video»…

Este vídeo pertenece al Área de Socios de Garaje Hermético, para verlo tienes que pertenecer a este grupo y tiene un coste de 0,99 euros al mes.

Sí, para un vídeo destinado a aficionados y entendidos… y no se me ocurre mejor sitio, mejor momento y mejor lugar que este para hacer un vídeo para entendidos.

Mejor sitio: Porque todos los socios de GH sabéis un montón como demostráis en vuestros comentarios.

Mejor lugar: Porque el Jarama y todos los circuitos del mundo, son el lugar perfecto para “sentir” un coche.

Tercero: Porque me acabo de bajar de un coche de carreras y los coches de carreras, porque hay que llevarlos deprisa y porque tienen pocos «filtros» se sienten mejor que otros…

Me acabo de bajar de un coche de carreras

Hoy estoy en el Jarama disputando las 8 horas Endurance que tan bien organizan Última Vuelta y el RACE.

Por qué, ¿Qué es sentir un coche? Antes de la carrera nuestros ingenieros de pista, del equipo Pikanto Racing, unos cracks, nos dieron un briefing… que es como ahora se llama a las charlas… sobre como es una vuelta perfecta al Jarama con el Saxo. Solo os voy a hacer un repaso:

  • Final de recta: No reducir rápido, hay que sentir cuando meter la marcha
  • Le Mans: ¿Segunda o tercera? Hay que sentir como va el coche más rápido
  • La Hípica: ¿Pisar el piano o no? Hay que sentir si castigamos los neumáticos y-o las suspensiones.
  • Bajada a Bugatti: “Tirarse” a fondo o no, hay que sentir el coche…

Y así podría seguir y lo mismo en todos los circuitos… Conducir rápido es sentir el coche. Sentir cuanto vale la pena subir el motor de vueltas, cuando castigamos la suspensión, el momento preciso de engranar una marcha, la presión justa sobre el freno…

No todo son las carreras

Pero no todo son carreras. En el día a día es lo mismo. Os voy a contar una historia sobre mis primero pasos como conductor, una historia larga, pero vale la pena.

Me gustaban los coches desde que tenía uso de razón y miraba al conductor cuando iba en el autobús y sobre todo a mi padre. Y un día le dije a mi padre si me dejaba conducir… tenía 12 años…. Y me dejó.

Yo siento tanto el coche, que me duelen las cosas que le duelen a él: Un acelerón en frío, un ronquido del cambio, un excesivo patinamiento del embrague, un bache que te tragas… me duele casi como si me lo hiciesen a mi.

¿Por qué nunca me han gustado las carreras TT? Porque como sufro si sufre el coche soy incapaz de atacar una zona de baches a buena velocidad… En moto es otra cosa, sufres más tu que la moto, pero en coches no. Lo tuve claro cuando fui a ver una carrera extraordinaria que se llama «Montes de Cuenca» donde corría un amigo mío con un Suzuki. Ganó la carrera, pero el coche estaba para tirar.

¿Con qué sentimos el coche?

¿Cómo sentimos el coche, con qué? Con el oído, a veces el olfato y sobre todo el tacto. A través de las manos o, como Lauda, que decía que el conducía con el culo, porque a través de su trasero le llegaba toda la información de lo que pasaba entre sus neumáticos, sus suspensiones y el asfalto. Si lo decía Lauda, no voy a ser yo quien lo ponga en duda.

Haz un experimento: Aunque tu coche tenga cuenta rpm, no lo mires, cambia a oído y que alguien mire el cuenta vueltas. Aunque sea en una zona virada de carretera de montaña o incluso en un circuito, sil eres buen conductor, seguro que cambiarán antes de la zona roja siempre y sin necesidad de mirar.

Yo, que no soy Lauda, creo que la mayor parte de la información la recibo a través del oído en la parte mecánica y a través de las manos en cuanto al agarre. Por eso es tan bueno y recomendable hacer un curso de conducción sobre hielo o nieve: Conduces con las yemas de los dedos en el volante, para sentí en cada instante que está pasando… una gozada.

Costumbres

La verdad es que lo mío es un poco exagerado, lo sé. Por ejemplo: ¿Sabéis cuando a los perros de pelo largo les cortas el pelo y se esconden vergonzosos? Cuando llego de un largo viaje en coche muy tarde o muy cansado tengo que llegar para que no le dedique cinco minutos a darle un lavado rápido en una gasolinera… no meto el coche hecho un asco en el garaje, pienso que se va a sentir avergonzado…

Me resulta curioso que teniendo esta forma de pensar respecto a los coches nunca he sido de esos que ponen nombres a sus coches… ¡Ojo! que no tengo nadie contra quien lo hace, pero yo nunca lo he hecho…

La pregunta del día

Y sobre este tema va la pregunta del día, ¿eres de los que ponen nombre a sus coches? ¿Qué nombres? ¿O eres de lo que odia poner nombre a su coche? Si me contestáis muchos… a lo mejor da para un video.

Comparte

Te puede interesar