Cuando los Mercedes eran «verdaderos Mercedes»

¿Son malos los actuales Mercedes? No, para nada. ¿Son claramente mejores que los modelos de su competencia? Pues, desde luego, no o no siempre. Pero hubo un tiempo en que fue así, un tiempo en que la calidad de los coches Mercedes se podía decir que estaban por encima de su competencia.

Este es uno de esos videos que muchos me habéis pedido, muchos de vosotros, estoy seguro, con la idea de ponerme en un compromiso, casi de retarme… ¡y acepto el reto! Y repasaremos un poquito la curiosa historia de esta marca.

Antes de comenzar insisto en una cosa: Los Mercedes actuales son coches muy buenos y muy recomendables. Además, la marca ha conseguido «rejuvenecer» a su clientela, porque al menos en España hubo un tiempo es que tener un Mercedes era propio de señores de una edad avanzada, en ocasiones ricos y en otras, nuevos ricos.

En los demás mercados pasaba algo parecido y pese a los éxitos en competición, los Mercedes eran valorados más por su calidad, por su fiabilidad y por su buen precio de reventa, más que por sus prestaciones.

La marca se ha rejuvenecido… pero ya no es una marca que supera a todas en cuanto a calidad de fabricación y fiabilidad… ¿Y cuándo los Mercedes dejaron de ser verdaderos Mercedes? Lo vamos a contar, pero antes comencemos por el principio y expliquemos porque una marca alemana tiene nombre español.

Aquí tienes un vídeo sobre futuros coches clásicos.

Bertha Benz

Es curiosa la relación de la marca Mercedes con las mujeres. Y os lo explico. El que se considera el primer automóvil de la historia es el triciclo Benz patentado el 29 de enero de 1886. Tenía motor de explosión de 954 cm3, 0,74 CV y tenía una velocidad máxima asombrosa de 16 km/h.

Bertha Benz hizo el primer viaje largo en coche, 104 km con sus dos hijos y con total desconocimiento de su marido Karl Benz. Lo cierto es que la señora Bertha Benz dio la mejor publicidad posible a la empresa de su marido.

Dos en una

En los albores de la automoción hubo dos marcas alemanas muy destacadas: D Cannstatt Daimler-Motoren-Gesellschaft (fundada en 1890) y Mannheim Benz&Co (fundada en 1883), respectivamente las marcas de Karl Benz y Gottlieb Daimler.

Pero al comienzo del Siglo XX entra en escena el señor Emil Jellinek un austro-húngaro, rico, diplomático y empresario que hizo mucho, mucho por la marca… incluso darle el nombre.

¿Por qué Mercedes?

Emil Jellinek no era mal piloto y de hecho ganó la carrera de Niza a Magnanone con un coche de la marca Phoenix, y la dio a conocer la marca en todo el mundo. Pero poco después entró en contacto con Daimler Benz y le gustó mucho los coches que hacían. Y les hizo una propuesta irresistible: comprar prácticamente toda la producción de Daimler a cambio de ser distribuidor exclusivo en Austria, Hungría, Francia, Bélgica y EE.UU.

Pero había una condición más, porque Jellinek tenía una obsesión: El nombre Mercedes. Su hija se llamaba así y sus muchas propiedades tenían ese nombre. Así que puso una condición más: El nombre del coche debería ser Mercedes, en honor a su hija Mercedes Jellinek.

Mercedes y la guerra

Mercedes se dedica a fabricar casi de todo, especialmente coches de lujo. Y cuando Hitler llega al poder, la relación entre la marca y el nazismo es absoluta, hasta el punto de utilizar judíos en régimen de esclavitud en sus fábricas. No voy a hacer «sangre» con este tema, lo que muchos han llamado el «pasado oscuro» de la marca, porque hay que vivir esos momentos y a veces hay que elegir entre el colaboracionismo y la muerte y no todos tenemos madera de héroes.

«Das Beste oder nichts»

Estas palabras en alemán son el lema de la marca: «Lo mejor o nada«. Y yo creo que representan a la perfección los modelos que, una vez superadas las penurias de la guerra y de la post guerra, comienza a fabricar Mercedes, desde camiones y furgonetas a coches de competición, deportivos y lo que más ha gustado siempre a la marca: Vehículos de lujo.

El «secreto» de Mercedes

Y, como os decía, entre los años 60, ya superada la postguerra y los primeros 90, los Mercedes ofrecían un nivel de tecnología, calidad y fiabilidad muy superior a la media. ¿El secreto? Os podrán decir que la elección de materiales de calidad, un buen diseño, unas fábricas modernas y con mano de obra muy bien formada… y todo eso es verdad, pero no es «LA» verdad, ese «LA» con comillas y en mayúsculas.

También BMW tuvo una época dorada.

¿Y cuál es la verdad? Sencillo: Los modelos de Mercedes tenían una larga vida. Los rivales europeos «re-estilizaban» sus coches cada 2 ó 3 años y los cambiaban por modelos nuevos cada
4 ó 5. Los japoneses y los norteamericanos eran aún más rápidos, casi cada año había cambios y casi cada 2 ó 3 años modelos nuevos o cambios profundos. ¿Y qué hacía Mercedes mientras tanto? Pues cambiaban sus modelos por otros nuevos cada 7, 8 e incluso más de 10 años.

¿Y cuál es la ventaja? Muchas. La primera, en Mercedes se tomaban su tiempo para desarrollar los coches, era de lejos la marca que más pruebas previas hacían entes de lanzar un coche al mercado. Y en cuanto a los famosos «restyling» o «lavados de cara» o no lo había o eran mínimos.

Y esto era otra ventaja: Los diseños de Mercedes eran si quieres continuistas, poco innovadores, pero muy intemporales. Pasa todavía hoy, que ves un Mercedes con 20 ó 30 años y no parece viejo. En su momento no parecía muy «actual» pero dura mucho.

Y esto suponía una importante ventaja para los propietarios de Mercedes: El precio de reventa era muy bueno, porque eran coches de mucha calidad, generalmente cuidados y muy bien mantenidos y que, aunque tuvieran años, no parecían viejos. De hecho estos coches eran cotizadísimos en los mercados africanos y de oriente medio debido a esa gran fiabilidad.

¿Quieres conocer la historia de Citroën?

Algunos ejemplos

Os voy a hablar del Mercedes W114, para las personas nacidas en los 60 y 70, podríamos decir que es «el Mercedes de toda la vida». Y es que apareció en 1968 y duró casi 9 años en catalogo y aún hoy, no se ve un coche “viejo”. Recuerdo mi primer contacto con ese modelo, yo tenía «veintipocos» y el coche «diezypocos» y había sido taxi de pueblo, tenía casi ¡500.000 km! Yo pensé, ¡vaya «zarrio»! que es como llamábamos a los coches que no molaban nada… pero me equivoqué.

Algo parecido le pasaba al Mercedes W123 más moderno, que apareció en 1975 y tuvo una larga vida de 11 años. Aún se ven muchos circulando. Pero llega un punto de inflexión que asocio a tres coches, al Mercedes Clase S W140 de 1992, que estuvo en venta solo cinco años y para mí se puede decir que es el último de su especie y con la llegada del Mercedes SLK que aparece un 1994 y con el Mercedes Clase A de 1997.

Y ahora, ¿qué?

No voy a ser yo quien diga si Mercedes se ha equivocado o no, porque una cosa es lo que piense un aficionado o lo que sienta y otra, más importante, la cuenta de resultados. La gama de Mercedes es más amplia que nunca, siguen contando con un verdadero derroche de tecnología. su clientela es más joven que nunca y esto tiene mucho mérito. Pero algunos, yo entre ellos, echamos de menos cuando los Mercedes eran auténticos Mercedes.

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