El negocio de invertir en coches clásicos es tan sencillo como vender a un precio superior al de compra. Pero encierra mucha enjundia y mucha técnica que sólo los buenos vendedores saben explotar a fondo. Entre particulares, a través de compra-ventas o en subastas, los coches clásicos cambian de manos frecuentemente, moviendo auténticas fortunas.