Viajar en el tiempo sin dejar este siglo

Acudir al Goodwood Revival, en Inglaterra, es como viajar al pasado sin dejar este siglo. No es una carrera de coches históricos… solamente. Combina un circuito con instalaciones de época con una ambientación “vintage” -donde intervienen todos los espectadores- y un pasado como aeródromo militar, incluidos sus aviones. Disfrazarse no es opcional: si no se va correctamente vestido, no se pasa. Por eso el Revival de Goodwood no tiene igual en el mundo.

Goodwood Revival

Ya hemos dicho otras veces que hay cosas que sólo los británicos saben hacer. Entre ellas este evento Revival en el circuito de Goodwood (no confundir con el cercano Festival of Speed). Este antiguo aeródromo de la RAF en tiempos de la II Guerra Mundial se transformó después en circuito automovilístico y estuvo en servicio hasta 1966. Congelado en el tiempo, fue devuelto a la vida hace pocas décadas y restaurado con los edificios originales por Lord March, su propietario. Su destino: acoger eventos históricos como el Revival o el Members Meeting.

Goodwood exige al público ir vestido de época

Cuando se deja el hotel puede parecer ridículo ir vestido de época, pero al llegar, el “bicho raro” es el que no va debidamente disfrazado. Los británicos se toman muy en serio estas cosas y tiran de “fondo de armario” para recuperar uniformes, trajes y vestidos de los ’40, ’50 y ’60. Por si acaso a la entrada hay puestos de ropa “vintage”, peluquerías de señora e infinidad de accesorios. Sin ellos es materialmente imposible acceder al interior del circuito. Y es que el público –cifrado este año en 150.000 espectadores- forma parte importante del juego.

Goodwood Revival

El programa de actividades es interminable, de sol a sol. Carreras, exhibiciones (también aéreas) y concursos no cesan en la pista de carreras o de aterrizaje. Pero alrededor hay mucho más: feria “vintage”, tiendas y puestos de todo tipo, recreaciones militares y musicales, un Salón del Automóvil… Este año la protagonista inesperada fue la Reina Isabel II, recientemente fallecida. Pero volviendo a las actividades –ya libres de las restricciones de la pandemia- se festejaron los 75 Años de Ferrari, los 60 Años del Mundial de Graham Hill o los 100 Años del Austin 7, con sendos desfiles.

Celebraciones del 75 Aniversario de Ferrari y el 60 de Graham Hill

Entre los Ferrari podían verse ejemplares únicos, como un 166MM y un 275P (que sumaban tres victorias en Le Mans), tres auténticos 250 GTO, diez 250 GT SWB, el 365 P2/3 ganador de la Targa Florio ’65 o varios monoplazas de Fórmula 1. Y en el desfile de Graham Hill, su hijo Damon pilotó el mítico BRM P578 de F-1 campeón en 1962, junto a varios Lotus y hasta su propio monoplaza, el Embassy-Hill. Graham Hill es el único piloto que ostenta la Triple Corona: Fórmula 1, Indianápolis y Le Mans.

Goodwood Revival

Como siempre, el comité organizador presidido por Lord March, duque de Richmond, es quien elige a los participantes de las quince carreras. Uno a uno. Por eso el nivel de coches y pilotos es extraordinario. Por allí estaban Jackye Stewart, Tom Kristensen, los americanos Jimmie Johnson y Scott Dixon, Brendon Hartley, Dario Franchitti, Jenson Button y tantos otros. Pero no de figurantes, sino pilotando coches en las distintas mangas. Tampoco faltaban las motocicletas, ni siquiera los coches de pedales para niños, con su tradicional prueba.

Coches, motos y aviones son bienvenidos en Goodwood

Paralelamente se celebran subastas o concursos de elegancia… incluso de aviones. En esta ocasión el triunfador fue un Hawker Hurricane de 1942. Alrededor o entre los espectadores, los organizadores intercalan actores, cantantes y grupos de recreación histórica. Este año hasta aterrizó un OVNI procedente de Roswell con sus alienígenas a bordo! Si algo destaca en el Goodwood Revival es el ambiente de época, magníficamente representado por el público británico, siempre orgulloso de su pasado.  

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