Lamborghini comenzó fabricando tractores y maquinaria agrícola, pero su posterior gama de deportivos de lujo sólo se ha interrumpido brevemente con todoterrenos como el Cheetah y sus sucesores, los LM001 y LM002. Precisamente en ese terreno, la marca de Santa Agata Bolognese fue pionera y se adelantó décadas a otras firmas de lujo como Porsche, Bentley o Ferrari.
Sin duda, el Cheetah y sus hermanos, los LM001 y LM002 son los Lamborghini más atípicos y exóticos de su historia… por más que actualmente también fabrique su propio SUV, el Urus. En su época sólo Mercedes y Range Rover jugaban en el campo del Off-Road de lujo. Pero en los años ’70, ninguna otra marca de su segmento elucubraba con hacer un vehículo todoterreno: les parecería una abominación.
Lamborghini aspiró a una contrata con el US Army
Sólo que Lamborghini no estaba en una buena situación financiera y se hizo eco en 1977 de una posible contrata con el Ejército de EE.UU., que buscaba un nuevo vehículo rápido multiprestacional para su infantería. Para entendernos, lo que luego fue el Humvee. Lamborghini concursó a través de la empresa norteamericana MTI (Mobility Technology International), con sede en San José (California).
MTI construyó el prototipo –parece ser que- plagiando otro modelo rival, con forma de buggy de grandes dimensiones y enormes ruedas, espacio para cinco soldados con su equipo y motor trasero. No se empleó un propulsor Lamborghini, sino un V8 Chrysler de 5,9 litros y apenas 183 CV, acoplado a una caja automática de tres velocidades. Aunque la carrocería era de fibra de vidrio, el Cheetah (como fue denominado), medía casi cinco metros por dos de ancho y pesaba más de dos toneladas.
El Cheetah no superó las pruebas y se destruyó
Lamborghini apenas le dio unos retoques de estilo y así fue presentado el prototipo en el Salón de Ginebra de 1977. Sin embargo, las pruebas para el US Army fueron fatal: el motor se rompió, sus prestaciones fueron decepcionantes, apenas superaba los 140 Km/h fuera de carretera… El Departamento de Defensa rechazó el proyecto y el único Cheetah construido fue desguazado.
Recuperada parcialmente del descalabro, Lamborghini volvió a la carga en 1981 con un derivado del Cheetah para uso civil, denominado LM001. Su clientela potencial la componían los jeques árabes, magnates del petróleo y grandes terratenientes, que querían desplazarse por sus posesiones con estilo italiano. De nuevo mostrado en el Salón de Ginebra, el LM001 tampoco pasó de la fase de prototipo. Continuaba con el pesado motor trasero que lo hacía impreciso de conducir, especialmente en bruscas aceleraciones. Y seguía llevando un motor AMC V8 americano de 180 CV, aunque para la producción se contaba con el V12 del Lamborghini Countach.
El Lamborghini LM002 sí llegó a la producción
Un año más tarde, Lamborghini volvió a desenterrar el proyecto, pidiendo al veterano ingeniero de competición de Maserati, Giulio Alfieri, que lo revisase. Alfieri comenzó por resituar el motor V12 del Countach en la parte delantera, lo que resolvió los problemas de comportamiento errático de la dirección. El “concept” LMA dio paso al Lamborghini LM002, que sí entró finalmente en producción en 1986 y del que se fabricaron más de 300 unidades.
El LM002 medía 4,9 metros de largo por 2 de ancho y 1,85 de alto. Su peso total era de unos 2.700 kg. Y eso que contaba con una carrocería de aluminio y fibra de vidrio que se fabricaba en el norte de España. Con el motor delantero ofrecía espacio para seis ocupantes (cuatro cómodamente en cabina), contaba con tracción total permanente y tres diferenciales autoblocantes. Sus líneas angulosas contrastaban con las enormes ruedas con neumáticos Pirelli Scorpion de grandes dimensiones.
Un lujo al alcance de muy pocos millonarios
El mismo lujo que se ofrecía en el Countach podía disfrutarse en el LM002: asientos de cuero, maderas nobles, aire acondicionado, sonido de alta fidelidad… Incluso un primitivo sistema GPS de navegación. Se montó de forma artesanal entre 1986 y 1993. Tampoco puede decirse que fuera un fracaso comercial, dado su elevado precio. Era un juguete de ricos para andar por el desierto. Recientemente, Lamborghini ha vuelto a fabricar un SUV con tracción total y elevada potencia, aunque el Urus esté situado en la línea del Porsche Cayenne o del Bentley Bentayga.