Pocos conocen la marca Praga que, sin embargo, fue un gigante en Checoslovaquia desde finales de 1800 hasta la II Guerra Mundial: coches, camiones, motocicletas, aviones… Hoy ha vuelto a la vida internacionalmente y muestra su modelo más extremo: el Bohema, un Hypercar con 700 CV y prestaciones mixtas, como coche de carretera y como vehículo de “track-day” en circuito, a un precio ligeramente superior al millón de euros.
Praga es una de las marcas automovilísticas más antiguas –con 115 años- fundada en Checoslovaquia a finales del siglo XIX. Como empresa de ingeniería, fabricaba desde locomotoras de vapor a puentes. Creó su primer automóvil en 1907, seguido de motocicletas, vehículos comerciales y hasta aviones, aunque se hizo famosa por poblar sus carreteras con camiones de transporte. Su expansión continuó hasta la II Guerra Mundial. En 1933 su deportivo modelo Alpha ganó las Mil Millas de Checoslovaquia.
Praga renació en 1990 tras la caida del comunismo
Tras la contienda, el gobierno comunista nacionalizó la marca y la concentró en fabricar camiones y transmisiones… hasta 1989. De nuevo en manos privadas, retomó la producción de vehículos de todo tipo desde 1990: motocicletas de motocross, camiones off-road que han ido al Paris-Dakar, aeroplanos (Praga Avia) o hasta karts de competición desde 2009 (de los que han vendido más de 7.000). También coches especiales de carreras, como los prototipos ligeros R4S y R1 que han ganado, por ejemplo, el último Campeonato BritCar en Inglaterra.
Ahora, la marca checa (con sede en Gran Bretaña) se ha involucrado en un proyecto mucho más ambicioso: crear un superdeportivo Hypercar para uso mixto de carretera y circuito. Al equipo se ha incorporado el piloto Romain Grosjean para poner a punto el nuevo Bohema. Se basa en un monocasco de fibra de carbono que aloja a dos personas con relativa comodidad, envueltos en tapizado de alcántara y hasta les proporciona un maletero.
El Praga Bohema tiene el motor del Nissan GTR con 700 CV
Tras ellos va situado el famoso motor Nissan V6 de 3,8 litros biturbo procedente del GTR, especialmente preparado (cárter seco, nuevos turbos, escapes de titanio…) por Lichfield Engineering en GB. Tras pasar por sus manos proporciona 700 CV a 6.800 rpm y un par de 725 Nm a medio régimen. Lo suficiente para hacerlo manejable en carretera y para alcanzar los 300 Km/h en un circuito. Cuenta con una caja de cambios semiautomática Hewland con dentado helicoidal, para eliminar los ruidos y hacerla más robusta.
La espectacular carrocería de fibra de carbono ha sido afinada en un túnel del viento de Fórmula 1 y proporciona 900 Kg de apoyo a 250 Km/h. El bastidor cuenta con diseño de competición, con suspensiones delanteras “push-rod” con los conjuntos elásticos horizontales, con frenos carboncerámicos de 380 mm de diámetro y pinzas de seis pistones. También con llantas de 18 y 19 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli Trofeo R.
El Bohema ha sido puesto a punto por Romain Grosjean
Grosjean ha realizado largos meses de tests en el circuito Slovakiaring para ponerlo a punto. Premisa del proyecto Bomeha era que fuera utilizable en carretera. La “transición” entre circuito y ella debía ser prioritario en la puesta a punto, y Grosjean cree que se ha logrado un magnífico compromiso. Las aletas traseras están huecas y permiten alojar dos maletas específicas, donde los ocupantes pueden llevar casco y mono o equipaje para un fin de semana.
Todo el Bohema no pesa más de 982 Kg, que es una cifra magnífica para su tamaño y potencia. Se quiere limitar su fabricación –que comenzará en el primer trimestre de 2023- a 89 ejemplares (los años pasados desde la victoria en las Mil Millas checas), a un ritmo inicial de diez unidades por año. Los montará la empresa de Roman Kresta, el gran piloto checo de rallyes. Su precio oficial es de 1,28 millones de euros la unidad… si venden los 89 será un magnifico negocio!