Toyota GR 86, diversión servida en bandeja ligera

El nuevo Toyota GR 86 es lo mismo de antes, lo que ofrecía el Toyota GT86, pero mejorado en todos los sentidos. Desde estética, hasta chasis y mecánica. Sobre todo estás dos últimas cosas. Un chasis un 50% más rígido y un motor con un aumento de potencia de un 17% para pasar de 200 a 234 caballos. Y eso no es todo.

El Toyota GR 86 mejora lo presente, pone sus ojos en el pasado, y tiene un futuro prometedor. Junto al GR Supra y GR Yaris es el tercer coche que nace bajo el auspicio de Toyota GAZOO Racing. Y eso es así porque Toyota además de fabricar estupendos coches híbridos, entre otros, también cree en coches de toque tan deportivos como estos. El Toyota GR 86 está en la filosofía de “vehículo analógico para la era digital”. A ver, ahora hasta vuelven los vinilos para escuchar música, ¿por qué no lo iban a hacer también los coches deportivos? ¡Bravo, bravísimo!

Toyota GR 86, un coche deportivo por encima de todo

Hombre, si los coches deportivos no son lo tuyo, déjalo aquí. Si por el contrario te gustan, o también te gustan, verás que este es un coche bajito, 10 mm más que el anterior, y estrechito. De morro largo, motor delantero y tracción trasera. Perfecto, con un peso contenido de alrededor de 1.300 kilos. Más o menos como antes, pero para ello se ha empleado aluminio en capó, techo y aletas, además de en otros elementos.

Tanto ha sido la minuciosidad a la hora de tratar el chasis, de reforzarlo, de estudiarlo, de hacer de él el sustento perfecto para este coche, que la rigidez torsional se cifra en un 50% superior. En algunas zonas, como la parte delantera, incluso más, casi el 60%. Parece que se ha hecho a conciencia. Es difícil verlo cuando te montas, incluso si lo comparas con el GT 86 del que deriva. Pero lo cierto es que no se retuerce nada de nada, no se siente. Y es un coche durito de suspensiones, cómo debe ser, donde se podría notar más.

En este coche vas sentado bajito, contemplas el morro largo, y la trasera es cortita. Los voladizos son cortos, y la sensación de ir en paralelo con el suelo es tremendamente sugestiva. El centro de gravedad se beneficia de ello, y además es ahora un poco más bajo. Para una conducción deportiva eso bueno, que digo, es muy bueno, y para el mundo de sensaciones deportivas que produce, es esencial. Y en este coche está logrado hasta niveles enormes. Esto también demuestra que para hacer, o más bien disfrutar, de un coche potente, ágil, divertido, que puede derrapar, que transmite sensaciones al conducirlo, no hace falta comprarse un Porsche, un Ferrari u otros modelos caros y de elite de marca.

Aunque el precio del Toyota GR 86 aún no está definido, hay que recordar que el anterior GT86 rondaba los 35.000 euros. Ahora no será menos, suponemos. Se empieza a comercializar en la primavera de 2022, pero antes, sobre diciembre de 2021, se conocerán seguramente sus precios. Y el nivel de equipamiento, como que las llantas de serie serán de 17” con neumáticos Michelin Primacy, y en opción las de 18” con Michelin Pilot Sport 4. También que tendrá o podrá tener pantalla táctil central de 8 pulgadas con navegador o compatibilidad con teléfonos móviles de esos que llamamos inteligentes. En fin, y más cosas, claro.

Un motor con más potencia, más par y entregado antes

Sí antes el Toyota GT86 tenía 2,0 litros de cilindrada y 200 caballos, ahora se pasa a 2,4 litros y 234 caballos. Es el mismo motor bóxer, pero distinto. Y con un 17 por ciento de ganancia en potencia al canto. No está nada mal, porque el coche va como un tiro. El par es ahora de 250 Nm a 3.700 vueltas, frente a los 205 a más 6.000 rpm de antes. Sí, cómo ves, más par y entregado muchísimo antes. Eso hace que el motor ya no parezca apagado al principio –recuerda es que atmosférico–, pues es todo lo contrario ahora. Hay mucho carácter y es fácil derrapar; incluso poner en apuros al tren trasero en un cambio de segunda a tercera apurando los cambios hasta donde lo permite el corte de vueltas, normalmente sobre las 7.000 revoluciones por minuto.

En piso mojado se puede derrapar muy bien con el Toyota GR 86, a gusto. Lleva control de tracción, no hay problemas. Y se puede desconectar o poner el modo Track, o circuito. También tiene modo normal y Sport. El caso es que puedes hacer varias de estas cosas según sepas o te sientas para conducirlo. El Toyota GR 86 no miente y deja ver todo su potencial desde el principio. Es la caña, un coche divertido… si te gustan esta clases de experiencias. Ya van quedando pocos así, porque van ganando terreno los SUV, los monvolúmenes, los híbridos, los eléctricos… En fin. Y sí, hay deportivos también en este panorama, pero mucho más caros y/o potentes que no llegan a dar las sensaciones que transmite este coche.

La dirección eléctrica se queda en 2,5 vueltas de tope a tope. El cambio tiene ahora una palanca más cortita, y es de inserción durita pero muy efectiva. Eso para el cambio manual de 6 velocidades que se venderá en España, porque el automático, también de seis relaciones, igual no es tan seguro que se comercialice aquí.

El Toyota GR 86 es por tanto un deportivo de motor delantero, tracción trasera, bajito, estrechito, muy deportivo, en el que vas sentado casi a ras de suelo y con espacio aunque seas alto (es un 2+2), de suspensión rígida. Lo tiene todo para el disfrute y para lo que ha sido concebido. Es el mismo que también fabrica Subaru, el BRZ, aunque este último ya no se va a comercializar en Europa, al menos eso nos han dicho.

La opinión de Garaje Hermético

Con coches así de deportivos, tan casi casi de “juguete”, volvemos a encontrarnos con la esencia de los coches deportivos. Aquí no se busca la mejor pegatina medioambiental por encima de otras cosas. Casi que todo lo contrario.

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