BMW acaba de lanzar el nuevo Serie 2 Active Tourer. Ha pasado de ser un monovolumen a crossover, al menos en el papel, pero lo que si está claro es que adquiere un salto tecnológico importante y se proclama como una de los vehículos familiares más espaciosos entre los suyos. Desde 36.900 euros, se puede elegir con una mecánica de gasolina, o 281i, de 136 caballos; o bien una diésel, o 218d, de 150 caballos. Aunque también una híbrida ligera, o 220i, de 170 caballos. Para junio BMW anuncia la comercialización de dos híbridos enchufables, y tracción total: 225e xDrive y 230e xDrive.

Se trata de la segunda generación del BMW Serie 2 Active Tourer. La primera es de hace ocho años, cuando los monovolumenes aún pegaban más fuerte. Ahora la moda se ha pasado a los crossover pero, sobre todo, a los SUV que alcanzan casi un 60 por ciento de las ventas. Será por eso que hubo momento, incluso, que se pensó que el BMW Serie 2 Active Tourer no tendría continuidad en el mercado. Nada más lejos de la realidad visto lo visto porque con esta segunda generación, pisa más fuerte que nunca, especialmente en el aspecto tecnológico.
El BMW Serie 2 Active Tourer es más grande, modulable y aerodinámico
¿Cómo reconocer ahora el nuevo BMW Serie 2 Active Tourer? Fácil, es distinto aunque guarde esa figura tan esbelta de monovolumen… perdón, ahora con enfoque crossover. Además de eso, se reconoce porque los tiradores de las puertas están enrasados. La figura en sí es también más afilada, fruto de “echar” para atrás algunos de los pilares estructurales. El coeficiente aerodinámico ahora se anuncia en un buen 0,26.

Pero hay una cosa inequívoca que lo diferencia. La parrilla delantera, y no porque los faros que le acompañan sea más finos y “afilados” también. Es que los riñones son verdaderamente grandes ahora, casi diríamos que talla XXL… bueno, no hay que exagera,r XL. Además de que albergan los diferentes sensores y radares para otras tantas funciones de ayuda a la conducción y eso, también se encargar de cerrar “escotillas” para que el motor alcance una temperatura idónea desde frío, o al contrario, dejar entrar aire para refrigerar. La “llamativa parilla con los riñones BMW” como se refiere la marca a ellos.
Por si estás pensando en un BMW Serie 2 Active Tourer y quieres saber si te cabe en tu plaza de garaje, ahí te van las cotas. Primero lo que mide largo: 4.386 mm. Ahora lo que es la anchura: 1.824 mm. Y por último, la altura: 1.576 m. La distancia entre ejes es de 2.670 mm. Y el maletero ofrece un415 o 470 litros dependiendo de si son las versiones sin hibridación, pues la batería resta ese espacio que hay entre esas dos cifras. Hay un paquete opcional llamado Suspensión M que acerca la carrocería 15 mm más cercana al suelo. Este tipo de suspensión además se caracteriza porque tiene amortiguadores electrónicos. Dentro caben cinco personas.

Es un coche bastante espacioso por dentro, damos fe. Delante la sensación de amplitud es grande, todavía más que antes, agradable desde todos los puntos de vista y con pocos puntos ciegos (o ninguno) a la vista en determinados momentos de conducción. Detrás casi lo mismo. Además, las plazas traseras disponen de un recorrido lineal de 13 centímetros, para, si no se necesita toda la capacidad de maletero, poder tener más espacio para las piernas de esas plazas. Una modularidad muy útil. Abatiendo el asientos trasero se puede llegar a hasta los 1.455 litros de capacidad. El portón trasero facilita mucho cualquier carga en el interior, además con una boca de carga bastante cercana al suelo. Muy bien pensado y hecho.

Adquiere la tecnología del modelo iX y un gran equipamiento de ayuda a la conducción
Es más que de recibo decir que el equipamiento, solo de serie, del BMW Serie 2 Active Tourer es muy completo. Luego, como siempre, si acudimos a las opciones, mejora todavía más. Las marcas alemanas son especialistas en esto, y además BMW tiene un sistema de equipamiento “a demanda”, como en el iX.

El caso es que los faros son full-LED, las llantas de 16, 17, 18 o 19 pulgadas y más cosas. Por dentro, llama la atención, enormemente, las pantallas digitales del salpicadero, que parecen una porque son contiguas. La del cuadro de instrumentos es de 10,25 pulgadas, y la del sistema multimedia, de 10,7. Total, poco más de 20 pulgadas. Tienen una resolución diría que casi exquisita y están ligeramente curvadas. BMW las llama Curved Display, como las del modelo BMW iX. Esta última incorpora además el sistema operativo más avanzado en la marca, el ID8. No solo resulta muy nítido, también muy rápido en todas las acciones que se hacen en él. La verdad es que aglutinan un montón de funciones, quizás demasiadas para gente como yo poco digital, y de paso “se come” botones en que la generación anterior no se encontraban en ningún menú de la pantalla.
El navegador, por ejemplo, tiene la función de realidad aumentada. Muy útil para en esos momentos que hay que girar, colocarse en un determinados carril, salir de la carretera por una determinada salida, o abandonar una rotonda, por ejemplo, porque la imagen de ese momento se muestra más grande y en formato de vídeo durante esos momentos (combina imágenes fijas con realidad virtual en movimiento).

Partes de esos radares/sensores de los que hacíamos mención cuando hemos hablado de los riñones de la parrilla, sirven para los sistemas de ayuda a la conducción tales como el programador de velocidad activo con función de frenado, o para el sistema de frenada de emergencia en ciudad que también reconoce ciclistas y peatones. Además de eso, cuenta con cámara trasera con asistente de aparcamiento, por ejemplo. Y de paso, un grado de conducción semiautónoma.
De serie se puede optar por cosas, y según los modelos, como el sistema de programador de velocidad activo con parada y arranque automáticos, sistema de asistencia de cambio involuntario de carril, cámara de vista panorámica 360º, faros matriciales, Head-up Display, grabación de imágenes tanto interiores como exteriores, etc. Y como en el iX, el BMW Serie 2 Active Tourer tiene un paquete de opciones a demanda, o mejor llamado por suscripción. Esto es, el coche ya tiene esos elementos pero no están activos a menos que se opte a ello. Por ejemplo los asientos calefactados. Según BMW, si no se van a usar todo el año se puede pagar solo por el tiempo necesario. Según nosotros ¿y si ya se ha comprado el coche con ello, porque no tener esa disposición al funcionamiento desde el minuto 1?

Un motor diésel, otro de gasolina y una mecánica híbrida ligera de 48 voltios
La venta del BMW Serie 2 Active Tourer es inminente, ya está en los concesionarios, siempre con el cambio automático Steptronic de doble embrague de siete velocidades. Las mecánicas disponibles son “viejas” conocidas que destacan por su funcionamiento y eficiencia. Para mí no es un vehículo deportivo, ni lo tiene que ser, o, si se prefiere, el menos deportivo de los BMW. De hecho, antes y ahora, es un tracción delantera, al menos las versiones convencionales.
La mecánica de acceso, por 36.900 euros, es la 218i. Cuenta con un motor de tres cilindros y 1,5 litros de 136 caballos. En conjunto resulta satisfactoria, especialmente si no se buscan grandes dosis de potencia, aceleración, etc., que un monovolumen no deberían estar entre el pliego de condiciones más importantes.
Por potencia intermedia está el diésel de 150 caballos, el 218d. El motor aquí es un bloque de cuatro cilindros y “dos litros”. Cuesta 37.700 euros, también en un punto intermedio de precios con la siguiente versión, que es la híbrida. Esta versión diésel es la que menos consumo, 4,8 litros “a los 100” frente a los 6,2 del 218i y los 5,9 del 220i. En cuanto a funcionamiento general, resulta la más agradable y con mejor equilibrio. Es también la de mayor par, será por eso.
El paso a la versión más potente nos lleva al BMW Serie 2 Active Tourer 220i. Se trata de una versión con el mismo bloque y cilindrada que el del 218i, pero que acopla un motor eléctrico de 19 caballos. En total, y por 39.900 euros, este 220i ofrece 170 caballos. Es verdad que resulta potente, tira muy bien del conjunto y ese motor eléctrico sirve de gran apoyo en los momentos requeridos. Esa hibridación ligera, mild hybrid, de 48 voltios le hace adjudicarse la etiqueta ECO de la DGT.

Para junio BMW anuncia la incorporación en la gama de dos versiones híbridas enchufables, y también de tracción total. Se trata del BMW Serie 2 Active Tourer 225e xDrive con 245 caballos, y el 230e xDrive de 326. En ambos, un motor por eje, aunque sin unión de árbol de transmisión que los una. Los prototipos que probamos ya auguran una conducción muy eficiente. Oficialmente consiguen baterías de más capacidad (16,3 kWh de capacidad bruta, y 14,2 de bruta) con la que se adjudican 35 kilómetros más de autonomía en funcionamiento eléctrico, que se convierten en 90, aunque es un dato que falta por concretar definitivamente.


















