Gabriel nos pregunta por nuestra opinión sobre el hidrógeno y si podría ser un sustituto a los combustibles habituales para mover nuestros coches.
Pregunta
¿Si el hidrógeno puede reemplazar los combustibles fósiles, por qué no se emplea en los vehículos? Deme su punto de vista.
Respuesta
Cualquier combustible, natural, sintético, sólido, liquido o gaseoso, puede propulsar un motor de combustión. Desde el vapor al metano, del alcohol al biocombustible, de la gasolina al carbón… El tema es su capacidad energética. Hay combustibles, como los derivados del petróleo, que tienen una relación entre volumen y potencia de detonación más favorable que otros.
El hidrógeno, en concreto, tiene una eficiencia energética muy baja. Además de otros problemas, como su almacenaje, dada su alta volatilidad. Además, separarlo del agua necesita una enorme cantidad de energía eléctrica. Si queremos que esta energía sea sostenible y no contaminante (porque si no, de nada serviría cambiar de combustible) harían falta unas infraestructuras de gran calibre. Posibles, pero hoy inexistentes.
Por eso se está empleando principalmente para propulsores de “pila de combustible”, que generan electricidad para mover motores eléctricos sin producir ninguna contaminación. “Quemando hidrógeno» no se consigue obtener demasiada potencia en un motor de combustión. Toyota y otros fabricantes lo están probando actualmente pero, aun con la última tecnología, se obtienen potencias muy bajas. De momento sólo se usa en transportes públicos.
En este caso no expreso mi punto de vista: es la realidad científica.