El cambio automático DSG ¿es más brusco en maniobras que otros sistemas para coches como el convertidor de par?
Pregunta
Os escribo porque yo, desde que me pasé a los automáticos, siempre había tenido modelos con convertidor de par, han sido tres Volvo: un S40 de 1998, otro S40 de 2005 y un V40 (que aún conservo) de 2016; también he conducido algún otro de amistades, pero todos con convertidor.
Hace casi dos años compré, como segundo coche, un Škoda Kamiq 110 CV con cambio DSG7 de doble embrague en seco. El coche en general me parece muy correcto para su precio y su potencia (no es un Volvo, pero tampoco cuesta lo mismo)..
No tengo quejas dignas de mención, salvo que lo encuentro brusco en maniobras, especialmente en mi garaje, donde debo subir un bordillo y bajar una rampa marcha atrás, ahí el Volvo es una delicia pero el Škoda sólo lo es algunas veces. Aparcar en llano no es problema, se mueve soltando el freno, pero nunca con la absoluta suavidad del convertidor.
Circulando por carretera apenas hay diferencias pero me gusta más el modo de funcionamiento del Volvo (quizá por ser globalmente más refinado), parece que me lea mejor las intenciones. No cambio mucho manualmente, en eso ambos cumplen de maravilla.
Mi consulta es, dado que los cambios de doble embrague son tan masivos hoy día: ¿qué variantes de dicha tecnología se comportan mejor en maniobras?, ¿va mejor si es en baño de aceite?, ¿qué marcas de coches van mejor en ese aspecto? Estaba pensando en los convertidores del grupo PSA, pero sus correas húmedas de distribución me asustan; ¿Qué tal los Kia/Hyundai?, ¿Cómo van en maniobras los CVT y los e-CVT?, ¿y los híbridos de doble embrague?
Lástima que Volvo se haya olvidado del cliente menos pudiente… Mis dudas son para vehículos entre 25.000 y 35.000 euros como máximo.
Respuesta
Sin duda, un Skoda no es un Volvo, pero el cambio automático DSG es uno de los grandes aciertos actuales del Grupo VAG.
Puede que no sea perfecto, pero sin duda es mucho mejor que uno de convertidor de par, que es una tecnología totalmente desfasada. Estos son suaves, sin duda, pero en eficacia les gana de largo el DSG. Aunque tienen sus «pros» y sus «contras», sobre todo en modelos populares.
La electrónica que los acompaña es responsable de su respuesta a baja o alta velocidad y a la adaptación al estilo del conductor, así como a los modos de conducción seleccionados.
Los cambios automáticos de doble embrague son los más sofisticados actualmente y, los menos, los CVT. Su nula capacidad de retención los hace aún menos apropiados para maniobras en espacios cortos.
Algunos vehículos híbridos emplean su motor eléctrico para la marcha atrás o para maniobra, lo que les proporciona mayor precisión.
Pero nuestro mejor consejo es probarlo al volante. Nada de comprar por fotografía: hay que ir al concesionario y probarlo antes de firmar nada.
En este vídeo te hablamos de coches con cambio manual o automático.