6 carreras de coches que me emocionaron

¡Me encantan las carreras! Y sobre todo aquellas en que sucede lo que parece imposible, lo que nadie espera, algo que ni el guionista de cine más atrevido hubiese sido capaz de escribir. Y esas carreras suelen estas protagonizadas por pilotos legendarios, como estos 5 que os traigo hoy… y 6 gestas, porque uno repite.

He elegido 5 pilotos, pero de uno no he sido capaz de elegir solo una carrera… y he elegido dos… pero, de hecho, podría haber elegido muchas más. Hablo de Ayrton Senna, para mí el mejor o uno de los mejores pilotos de F1 nacido, como yo, en 1960.

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Juan Manuel Fangio. G.P. de Alemania (Nurburgring) 1957

Nos vamos al 4 de agosto 1957 en Alemania, cuando aún se corría en el peligroso circuito de Nurburgring, el «infierno verde». En el vídeo, por error, digo que fue la última carrera de Fangio y no es así: No es su última carrera, pero sí su última victoria.

El equipo Maserati tuvo un error de estrategia y Fangio tuvo que entrar en boxes mucho antes de lo previsto. Fue una parada muy larga que le dejó a 50 segundos de la pareja de Ferrari de Mike Hawthorn y Peter Collins.

¿Creéis que Fangio lo dio por perdido? Eso es que no le conocéis. Comenzó a rodar a un ritmo infernal, aprovechando sus neumáticos nuevos y batiendo el récord de vuelta una y otra vez. Parecía que no los iba a alcanzar… pero los alcanzó. En la vuelta 20 llegó a ser ¡11 segundos más rápido que los Ferrari! A falta de una vuelta los había cazado, los superó y consiguió a que es quizás su mejor victoria, la más famosa victoria… y la última. Consiguió su quinta corona mundial.

Jacky Ickx. 24 Horas de Le Mans. 1977

Le Mans es un escenario donde, de verdad, suceden cosas que supera a la ficción. Leyendo el reportaje de esta carrera me emocioné. Pero hoy vamos a dejar que sea el propio Ickx que nos lo cuente. Un piloto casi de la “familia” y al que vamos a dedicar un vídeo.

«Después de tres horas, pensábamos que íbamos a perder la carrera. Mi Porsche 936 estaba fuera, había roto. Y me uní a Jürgen Barth y Hurley Haywood, pero ellos estaban teniendo problemas también. Estábamos en el puesto 42, y no podía imaginar lo que sucedería después. Conduje toda la noche a tope, casi 14 horas, siempre al límite, con lluvia y con niebla, cada vez más y más rápido. Pasé de la posición 42, a la 35, a la 28, a la 20, la novena, la sexta, la quinta…

El domingo, al final, el motor se rompió, uno de los cilindros y Jürgen cruzó la línea de meta con su Porsche 936 con solo cinco cilindros -yo no podía creer que fuera capaz de hacerlo-. Pero lo hizo”

Michèle Mouton. Rallye de Portugal. 1982

En 1982, bajo el reglamento de Grupo B y con el Audi Quattro muy mejorado, Michèle Mouton consiguió vencer nada menos que en tres rallyes, Portugal, Acrópolis y Brasil. Pero la victoria de Portugal fue mágica, pues ganó el Rallye tras una actuación estelar en el difícil tramo de Arganil bajo una intensa niebla y gracias a otra actuación estelar, la de su copiloto.

Michèle dijo que conducía «con los ojos de Fabrizia«. Llegaron a alcanzar al piloto que las precedía y que había salido un minuto antes… Hubo periodistas, pilotos y jefes de equipo que comentaron que jamás habían visto rodar a nadie tan rápido bajo la niebla.

Ayrton Senna. G.P. de Mónaco. 1984

El novato Ayrton Senna pilotaba un precioso Toleman-Hart de doble alerón trasero y diabólico motor turbo. Ayrton Senna partía desde la posición 12+1… a lo mejor por eso no ganó… Yo lo vi en la tele. Se abrieron los cielos y cayó un tremendo aguacero. Cuanto más llovía, más rápido iba Ayrton.

Tanto que en la vuelta 31, cuando ya estaba situado en segunda posición, se colocó a cinco segundos del líder Prost… y su ritmo era de cuatro segundos por vuelta más rápido que el del piloto de McLaren. Pero el mafioso presidente de la FIA, el francés Jean Marie Balestre obligo Jacky Ickx a detener la carrera. Prost conseguía la victoria y a Senna se le quedaba cara de que le habían robado la victoria.

Ayrton Senna. G.P. de España (Jerez). 1986

¡Esto lo vi en directo! Senna su hizo en la salida con la primera posición y se mantuvo en cabeza hasta la vuelta 40, cuando fue rebasado por Mansell. El británico había perdido posiciones en las primeras vueltas, bajando hasta la quinta plaza, pero uno a uno fue superando a Prost, Rosberg y Piquet. De repente, a diez vueltas del final, Nigel, con problemas de neumáticos, fue superado por Senna y Prost y entró en boxes.

La carrera parecía sentenciada, pero Mansell, con el beneficio de sus gomas nuevas, se lanzó a una remontada feroz. Prost no tardó en caer y la ventaja de Senna, cuyos neumáticos desfallecían, se esfumaba a razón de dos segundos por vuelta. En la frenada de la última curva, había desaparecido por completo y Mansell la trazó prácticamente pegado al Lotus. Salió del rebufo a escasos metros del final, pero fue infructuoso: Senna cruzó la meta como ganador con apenas 14 milésimas de segundo de diferencia.

Carlos Sainz. Rallye Mil Lagos. 1990

Durante 39 ediciones, 17 de las cuales fueron válidas para el Campeonato del Mundo de Rallyes, en este rallye solo ganaba finlandeses… o como mucho, algún sueco. Lógico, es un rallye que no se puede entrenar a velocidad de carrera y está lleno de saltos algunos en recta, otros en plena curva… una verdadera locura.

Pero llegó el año 1990, la edición número 40 y, sobre todo, el mejor piloto del rallyes del momento y por fin pudimos ver en lo alto del podio a un piloto que no era ni finlandés ni sueco, sino español: Carlos Sainz.

Después de cuatro días de pruebas y tras casi cinco horas de cronometrada, Carlos Sainz dio el triunfo a Toyota en los rápidos caminos forestales, por delante, nada menos, que de Ari Vatanen y Kenneth Ericsson. Pero la victoria del español no fue nada fácil, ya que solo logró 19 segundos de margen sobre Vatanen al final.

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