¿Por qué los coches del Grupo B son un mito?

Hemos hecho cerca de 15 vídeos sobre los Grupo B así que los consideraba un tema cerrado. Hasta que me encontré con un miembro del canal que me dijo: «Nos has contado muchas cosas del Grupo B pero nunca cuáles son los motivos para que se hayan convertido en un verdadero mito». Y pensé que, efectivamente, no lo habíamos contado todo… hoy lo haremos. Y hay reflexiones muy interesantes.

Para mi hay 10 razones por las que los Grupo B se han convertido en mito:

Prestaciones

El mayor cambio que trajo el Grupo B es que hasta ese momento los coches de rallyes no eran coches de carreras propiamente dichos, sino coches de calle más o menos deportivos y muy preparados, que mejoraban con creces a todo lo visto antes.

Sabéis que para mí,. Y para muchos analistas, hay una excepción: El Lancia Stratos, que mucho consideramos el primer Grupo B. Los contamos en el video titulados precisamente «Lancia Stratos, ¿el primer Grupo B?». Y es que el Lancia fue un coche diseñado para competición del que luego se hicieron versiones de calle. Lo que sucede es que el Grupo B lo hizo más fácil, pues bastaba con construir 20 unidades para su homologación… eran auténticos prototipos.

Muchas marcas implicadas

Los rallyes siempre habían atraído a las marcas, porque los consumidores venían en las carreteras por las que circulaban a coches que podían comprar, algo que los hacia más «próximos» que la F1 y los prototipos.

Pero con el Grupo B el número de marcas interesadas por los rallyes fue el mayor hasta ese momento. Es cierto que Audi había llegado antes, con el Grupo 4, pero alcanzó su máximo esplendor con sus increíbles Grupo B. La batalla entre marcas alemanas, británicas, francesas, italianas y japonesas fue en momento único e irrepetible…

Conducción

Esto sí lo contamos con detalle en el citado video y es que la potencia prácticamente se duplicó, llegando en ocasiones a acariciar los 600 CV. Pero tan importante como la potencia bruta era la entrega, pues la patada y el tiempo de respuesta de los turbo de los años 80 era un pequeño problema en los circuitos. Pero un problema muy grande cuando vas por un estrecho camino de tierra o nevado con barrancos a los lados. En este vídeo te contamos cómo se conduce un Grupo B.

Tecnología

Con los ojos del 2025 puede que la tecnología de los Grupo B no te parezca sofisticada, pero en los años 80 eran lo más de lo más. La llegada de los sistemas de sobrealimentación, turbo, pero también compresores, fue un dolor de cabeza para los ingenieros.

Otra complicación técnica es conseguir que el coche girase, porque con tracción total y muchos caballos la salida de curva ofrecía menos complicaciones. Pero en coches que eran tracción delantera, porque eran 4×4 y por tanto el eje delantero recibía mucha potencia, no era fácil conseguir agilidad, sobre todo en modelos como los Quattro con el motor delantero en voladizo.

Un plantel irrepetible

De acuerdo, los Sébastien Loeb y Oggier son la bomba y ganaron los mundiales consecutivos, primero Loeb y luego Oggier, desde el 2004 al 2021 ambos inclusive, con el paréntesis del 2019 cuando venció Tänak. ¿Es que no tuvieron rivales? Pues sí, pero evidentemente no a su altura.

Nos vamos a la etapa del Grupo B y te hago un repaso de algunos, solo algunos, de los pilotos que los condujeron: Miki Biasion, Stig Blomqvist, Juha Kankkunen, Hannu Mikkola, Michèle Mouton, Heni Toivonen, Ari Vatanen, Jean Ragnotti, Björn Waldegard, Walter Röhrl, Timo Salonen.

Si hiciésemos una lista con los mejores pilotos de rallyes de todos los tiempos, sumos a estos los citados Sébastien y a Carlos Sainz… y ya la tienes. Soy de la opinión que nunca jamás en la historia de los rallyes ha habido un nivel semejante… lo que, por cierto, pone en valor el subcampeonato de Michèle Mouton.

Peligrosidad

Afortunadamente esto ha cambiado, pero en las carreras de coches la peligrosidad era un ingrediente que añadía interés… recordad lo que decía Hunt y es algo que de algún modo se aceptaba. Los españoles conocemos bien este efecto, porque sucede ahora mismo en las corridas de toros, que con sus cuernos protegidos para no causar heridas, perderían gran parte del interés.

Atención mediática

La suma de todos los factores citados y de algunos que viene a continuación, consiguió que los rallyes consiguiesen en los medios la atención que merecían. Ya la tenían en los medios especializados, pero no en los generalistas. Además, las marcas participantes, que eran muchas como contamos, hacían publicidad de sus resultados, lo que despertó, lógicamente, el interés de medios que antes nunca hablaban de rallyes… los accidentes también tuvieron algo que ver en esto, por desgracia.

Rallyes carismáticos

Los rallyes, en los años 80, eran más duros, mucho más duros, que lo son ahora. No solo por número de kilómetros cronometrados, no solo por la cantidad de días, es que había rallyes mixtos, que ahora no se llevan y rallyes africanos, más cercanos al París-Dakar que a los rallyes actuales. Observa también las asistencias de entonces, tanto los vehículos como los «hospitality»… ahora los pilotos viven como estrellas de Hollywood y antes, en un rallye, a lo mejor podías estar dos días comiendo bocadillos y sin ducharte… eran otra cosa, y como digo siempre, ¿mejor o peor? Los dejo a tu criterio, pero si diferentes y más duros.

Afición entregada

Si nunca has estado una noche de invierno junto a una hoguera, al pie de un tramo de rallyes rodeado de aficionados… te pierdes a la mejor afición al motor del mundo y probablemente a la más entendida.

No voy a decir que la afición de antes fuese mejor, porque no es cierto pero si es cierto que lo tenía más fácil. Los cortes de las carreteras, la facilidad para colocarse donde quisieras, aun jugándote la vida, daba lugar a esas imágenes irrepetibles de los Grupo B rodando a toda velocidad entre muro de gente.

Espectacularidad

En este aparatado que, como decía al comenzar, quizás sea el más importante, no voy a hablar ni poco ni mucho ni nada… os dejo en manos de Rodrigo. Porque viendo la imágenes que vais a ver ahora me sigo emocionando y se me sigue poniendo la piel de gallina… a ver si os pasa lo mismo…

Conclusión

De las más sencillas que nunca he tenido en un video: Ni antes ni después ha habido nada igual.

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