Algunos aficionados a la Fórmula 1 ven en Max Vestappen la agresividad y la forma de conducir de Gilles Villeneuve. Pero sólo comparten esa indiferencia al riesgo. Villeneuve tenía una calidad humana muy superior, que le hizo ganarse a los “tifosi” y hasta al duro corazón de Enzo Ferrari. Este año se cumplen treinta desde su prematura desaparición en aquel fatídico G.P. de Bélgica de 1982.