El Libro Guinness lo declaró como el coche más potente del mundo en 1977: “The Beast”, un Rolls Royce modificado con motor de 27 litros procedente de un caza Spitfire. Una historia apasionante de récords, ingeniería británica y batalla legal contra la elitista marca de la “Doble R”. Y, tras el proyecto, la figura de John Dodd, que acabó pasando sus últimos años en España, junto a su “Bestia”.