El Volvo V60 T6 Recharge AWD, o híbrido enchufable de tracción a las cuatro ruedas, es algo más que un estupendo vehículo familiar, grande, cómodo y lujoso. También es un coche con el que disfrutar conduciendo tanto en ciudad como en carretera porque aporta prestaciones prácticamente de deportivo. Un verdadero multiusos sin tener que acudir a un SUV.
Volvo destaca por muchas cosas. Especialmente también porque desde hace más o menos una década viene manifestando un tirón de ventas y aceptación de sus modelos en nuestro mercado como nunca lo había hecho. Y aquí podemos citar tanto a los diferentes todo terreno que tiene como a los familiares del tipo del V60 T6 AWD que ahora hemos probado. Tanto es así, que este tipo de carrocerías de la marca (V40,V50, V60, V70…) se pueden ver mucho por cualquier ciudad o carretera española.
Volvo V60 T6 AWD, el tamaño sí que importa
Vale, es la frase manida de siempre: el tamaño sí que importa. En este caso, quien quiere o se compra un Volvo V60, claro que busca, entre otras muchas cosas, un tamaño que se signifique en el exterior pero que también se traslade de manera importante en el interior. Y así es este coche, grande por fuera, pero también con mucho espacio vital dentro, muy aprovechable en todos los sentidos.
Para lograr que por dentro la habitabilidad sea generosa, el Volvo V60 mide por fuera nada menos que 4,761 metros de longitud. Ya, ya sé que hay otros tantos coches con cotas similares incluso superiores. Claro, hasta en la propia Volvo los hay. Pero lo que importante es que esa sola cota ya define un coche grande.
El caso es que ya solo por lo anterior, se derivan otras dos medidas igual de buenas. Por un lado, la batalla, o distancia entre ejes, que casi llega a los tres metros con sus 2.872 mm. El maletero, por su parte, alcanza los 529 litros que son ampliables si prescindimos del uso del asiento trasero hasta los 1.441. Y otra cosa casi que igual de importante, este último presenta unas líneas bastante cúbicas que facilitan que dentro quepa lo que le echen, como vulgarmente suele decirse.
La habitabilidad por tanto es bastante buena, casi excelente diría yo. También porque es un coche de 1,427 metros de anchura y 1,850 de altura. Aunque seas alto, va a ser difícil que toque con la cabeza el techo, pero también aunque tengas piernas largas, la distancia a los respaldos delanteros desde las plazas traseras no va a ser demasiado obstáculo para sentirte a gusto. En esto hay que decir además a que los asientos de este coche, como el de casi todos los Volvo de hace un par de decenas de años que recuerdo, son muy cómodos y sin que por ello termines cansado en viajes largos, más bien todo lo contrario.
En este caso, al tener condición de vehículo híbrido y además tracción, ni una cosa ni la otra la restan habitabilidad importante que repercuta en ningún caso en esa citada gran habitabilidad ni en su disfrute pleno. En todo eso este Volvo V60 es de verdad un coche cómodo y muy placentero. Pesa 2.069 kilos.
Equipamiento, lujo y materiales de un coche de calidad suprema
No hay más que observar un par de segundos el interior del V60 T6 para darse cuenta de que los materiales, los colores, las combinaciones y hasta losa ajustes y acabados pertenecen a un segmento premium. A ver, tampoco podría ser de otra manera en un coche precisamente premium que se mueve en un rango de precios que va desde casi los 57.000 hasta los casi 60.000 euros, aunque podría estar hecho de forma que gustase menos. Pero además es que creo que aquí se hace con un estilo particularmente muy apreciado, y valga casi la redundancia, muy estiloso, atractivo, con sensación de robustez.
Del Volvo V60 T6 Recharge AWD hay tres acabados, el Inscription Expression y el R-Design, al que pertenece el que hemos probado. No se contemplan en este otros acabados de Volvo en otras versiones como el Base o Momentum, por ejemplo. O sea, que esta es una versión no solo de altos vueltos por motor y prestaciones, también por nivel de equipamiento y lujo.
La imagen de marca no solo se refleja fuera, también en el interior, es algo ya normal entre todos los fabricantes. El salpicadero de este Volvo V60 T6 es similar al de otros Volvo con esa sensación de coche bien hecho y además con materiales atractivos a la vista y al tacto. Eso solo se consigue, como digo, con buenas materias primas además de con un diseño influyente y menor empleo de plásticos duros. Claro, eso implica que no se trate de un coche económico.
Destacan en los Volvo, y en este T6, el cuadro de mandos digital. Un cuadro que mide 12,3 pulgadas que, además de que se ve muy bien no podía faltar que ofreciese una alta “configurabilidad”.
En el centro del salpicadero está la otra gran pantalla en posición vertical, una seña de identidad de los Volvo más modernos. Es de 9 pulgadas de tamaño y gracias a una alta resolución, también se ve muy bien aunque las condiciones de luz en el interior sean tan buenas que pudiera perjudicarla.
Está dedicada al sistema de entretenimiento y otros menesteres, como la climatización, la calefacción en en los asientos y numerosas funciones más, se resume diciendo que elimina muchos botones tradicionales y que agrupa un montón de funcionalidades. Habrá a quienes les guste y habrá quienes sean menos adeptos.
Entre el equipamiento de esta versión, y como no podía ser de otra manera, es nutrido no, lo siguiente. Además siempre están los elementos opcionales para dejar un coche al gusto del más pintado.
Huelga decir lo de los varios airbags que incorpora de serie, del climatizador, de la luz de freno adaptativa o hasta del propio sistema WHIPS (o sistema de protección contra latigazos cervicales) que también son de serie, pero es que lo son muchas cosas más que ya damos por comunes y otras que no tanto pero que ahí están con el precio del coche.
Entre los elementos de esos más modernos, podemos citar que tiene alarma por cambio involuntario de carril, asistencia de frenada de emergencia, aviso de colisión frontal con frenado automático, reconocimiento de señales de tráfico, sistema IDIS (o sistema inteligente de información para conductor), faros led, control de presión de los neumáticos, control de alerta para el conductos. Uff, y así podríamos estar un rato.
Una potencia de 350 caballos con cambio automático de 8 velocidades, un coche para volar
En el corazón de la potencia de los 350 caballos declarados hay un motor de combustión de gasolina delante de cuatro cilindros de 2.0 litros y 253 caballos a 5.500 rpm con un par de 350 Nn ya 1.700 vueltas y hasta las 5.000.
Además hay también un motor eléctrico de 145 caballos ubicado detrás que no solo se encarga de producir corriente eléctrica, también del empuje conjunto del coche y del eje posterior para enviar su fuerza. La batería es de iones de litio y de 18,8 kWh de capacidad bruta. Por todo ello, es un híbrido enchufable con entre 50 y 58 kilómetros de autonomía eléctrica pura declarada según ciclo WLTP y con etiqueta 0 (cero emisiones) de la DGT.
El propulsor de gasolina está sobrealimentado por un turbocompresor, además de por un compresor. Junto a esta característica y la condición de híbrido, el Volvo T6 Recharge es uno de esos coche con los que conducir he de decir que es todo un placer. No se echa en falta el menor atisbo de falta de potencia ni de par porque siempre hay una banda muy ancha donde moverse, sobre todo de este este último.
Parece no haber cuestas arriba con este coche. Es cómodo en ciudad, aunque es grande, no lo olvidemos, y tanto el chasis como la dirección, el frenado, etc. hacen que su manejo sea muy placentero. La sensación real de ir bien aislado, de recibir muy poco ruido en el interior tanto del funcionamiento del propio coche como del exterior hacen que dentro se esté muy a gusto, amén de la citada gran habitabilidad. Es realmente confortable, la atmósfera interior es muy agradable.
En carretera el panorama no es menos alentador. Es un coche muy rápido, casi de prestaciones deportivas. Con el Chasis Four-C de esta versión se pueden elegir entre tres tipos de firmeza en la amortiguación, Eco, Comfort y Dinámico. Por eso además la suspensión acompaña en todo momento, incluidos esos momentos donde decidimos ir alegres en autovía o autopista o cuando se nos presentan esas carreteras de montaña con curvas. Hay coches más ágiles, lo admito, pero éste presenta un alto equilibrio en esa dualidad que es muy apreciable.
El cambio automático de ocho velocidades por convertidor de par es suave entre las transiciones de las marchas. Con las levas detrás del volante ayuda si se quiere ir rápido o sencillamente hay que reducir para ayudar en una frenada, adelantamiento, etc.
Así que, en conjunto, el Volvo V60 T6 Recharge AWD es un familiar sensacional por espacio, lujo, comodidad, equipamiento, materiales y acabado. Pero si solo fuera hasta ahí, estaría a medias. Le acompaña un sistema de propulsión híbrido bastante eficiente tanto en el consumo de combustible como en el propio funcionamiento, también bastante envidiable por su capacidad para empujar delicadamente o con gran fuerza si es el propósito. ¿Recomendable entonces? Totalmente.