Fiat Panda 1.0 Hybrid Sport, a prueba un utilitario manejable, amigable y con muy poco consumo por 12.350 euros con etiqueta ECO

El Fiat Panda sigue siendo ese utilitario tan útil en cualquier circunstancia que con sus 69 caballos de potencia resulta una alternativa perfecta para ciudad, pero también se desenvuelve con cierta soltura en carretera. La versión Sport no es la más deportiva en prestaciones pero sí en algunos elementos que le diferencian. Tiene un sistema de hibridación ligera con el que además de consumir muy poco se hace con el distintivo medioambiental ECO. Todo ventajas.

Parece mentira, pero el Fiat Panda es un coche utilitario de cinco puertas y con capacidad para cinco pasajeros que en menos de cuatro metros, incluso, también tiene una cierta capacidad de maletero. Bueno, todos los coches lo tienen, ya lo sé, pero el Fiat Panda, aunque sea un coche pequeño, está muy bien resuelto.

Así es, este pequeño utilitario, más grande eso sí que su hermano el Fiat 500, mide 3,653 metros (frente a 3,571), vamos, que cabe en cualquier sitio y además sobresale por esa capacidad de desenvolverse en ciudad como pez en el agua.

Se anota que su altura de 1,643 metros evidencia que dentro quepa prácticamente cualquier talla de persona. Y de anchura marca unos 1,551 metros que, sí bien significa que es estrechito y que el interior lo acusa en la misma medida, si van dentro solo dos personas, o incluso cuatro, no es un coche que agobie (excepto en distancia para las piernas detrás, claro). El maletero es de 225 litros de capacidad, mientras el Fiat 500 anota en este sentido solo 185.

En este acabado el precio de adquisición es de 12.350 euros. Hay rivales más baratos pero también más costosos.

Movilidad y utilidad, las mayores ventajas del Fiat Panda Hybrid Sport

Por su tamaño pues, aunque no solo por eso, la movilidad urbana creo que es la mejor baza que juega el Fiat Panda Hybrid Sport. Aunque no es la única, porque en carretera es lo suficientemente cómodo y se desenvuelve con mucha soltura también, aunque sin que su apellido Sport le acompaña en aceleraciones y prestaciones en general. De suspensiones, sencillamente, es cómodo.

Es así, este coche es ideal para ese tipo de conducción antes citada. Es cómodo porque se accede muy bien delante, con altura interior más que suficiente para sentirse muy a gusto. Tiene mucho cristal y eso hace que dentro nadie, o al menos delante, se sienta que va en un coche de menos de cuatro metros. Hay cierto desahogo y espacio interior que hacen del habitáculo un lugar agradable.

Además acompañan elementos con la dirección, claro, asistida, que permite que giremos prácticamente en cualquier sitio, y no digamos lo que eso ayuda en ciudades o calles estrechas; además encontrar aparcamiento es mucho más fácil también. El volante es, si cabe, incluso algo grande.

Por otro lado, frena bien y la posición de la palanca de cambios, situada en el centro del salpicadero y elevada pero que no sale del piso, ayuda enormemente a realizar sus operaciones sin que haya que mover mucho el brazo o que resulte en ningún momento incómoda. Aquí creo que los diseñadores del Fiat Panda, como en el exterior, estuvieron notablemente acertados. El cambio de marchas es de seis velocidades, el único disponible, y sus inserciones se hacen con mucha facilidad y, para mí, tienen la dureza y el tacto exacto.

Dentro son abundantes los plásticos duros, pero hasta estos creo que están bastante bien aconidicionados al tacto y a la vista. Vale, hay coches o modelos de la marca con mejores calidades, de acuerdo, pero los de este Panda me han parecido más que adecuados.

En el diseño del salpicadero creo que prima la utilidad, con un volante hasta grande como decía aunque a mí me gusta mucho, la citada ubicación de la palanca de cambios, una útil pantalla central bien situada a la vista y a la mano, y un gran hueco a modo de guantera abierta en el lado del copiloto. Este es útil para dejar objetos más o menos voluminosos e incluso un bolso. También hay una guantera con tapa debajo.

El sistema multimedia que ofrece la citada pantalla de 7 pulgadas táctil corresponde al Uconnect de la marca. Como digo, está muy bien situada y se ve muy bien, sin tirar cohetes en sus gráficos ni nada por el estilo porque ante todo es útil. Tiene compatibilidad con Android Auto y Appel CarPlay para que así podamos conectar nuestro teléfono móvil si queremos.

Tanto el cuadro de relojes, a la vieja usanza si se quiere, con una gran visera para que se pueda ver incluso en condiciones de luz fuerte, y los botones físicos de la climatización, por encima de la palanca de cambios, están ordenados de forma muy práctica. Hay más botonería física entre el sistema multimedia y los mandos de la climatización.

También el volante es multifunción y regulable. La verdad es que enseguida se alcanza un alto nivel de compenetración entre coche y conductor, básico también en coches eminentemente urbanos.

Con 69 caballos e hibridación ligera, sobresale porque no necesita grandes dosis de combustible

En otra generación del Fiat Panda existió la denominación Sport. Tenía 100 caballos de potencia y ajustes específicos en la carrocería y suspensiones para adecuarle a las prestaciones de su apellido.

Ahora es diferente, el apellido Sport se refiere a que, por ejemplo, este Fiat Panda monte las llantas de 16 pulgadas de diámetro a la que los otros acabados no llegan. Es decir, aquí “Sport” no es igual a mayores prestaciones. Antes eran otros tiempos.

Debajo del capó delantero encontramos el motor que acogen también los otros acabados del Fiat Panda Se trata de un tres cilindros de 999 centímetros cúbicos (1.0 litros) con 69 caballos de potencia final. Se puede llegar con el cuentarrevoluciones hasta las 6.000 vueltas, que es donde oficialmente alcanza esa cifra. Se puede, aunque tampoco tiene ningún sentido porque no hay que olvidar que lo de Sport es un acabado y nada más.

Tampoco tenemos que esperar grandes dosis de aceleración ni nada por estilo. Este Fiat Panda 1.0 Hybrid Sport se defiende y, como es relativamente ligero (1.055 kilos), se puede hacer que en ciudad ande alegre. La cifra de par es de 92 Nm, que no es alta, aunque como se obtienen a 3.500 rpm, hace que tengamos que tirar de cambio y embrague más de lo deseado quizás al principio de iniciar la marcha.

Pero todo es acostumbrarse a esos primeros momentos de algo de vacío de respuesta en las primeras vueltas para jugar acertadamente con el acelerador y compensarlo. En carretera es una circunstancia que se nota menos porque es más fácil llevarlo más alto de vueltas (no me refiero de forma deportiva) o, más bien, en una zona donde ya los caballos y el par ayuden más fácilmente.

La hibridación ligera la consigue con un motor pequeño, de 5 caballos de potencia, cuya misión principal arrancar el motor y también apoyarlo en algunos momentos de aceleración y demás, con una batería de iones de litio y una tensión nominal de 12 voltios.

La característica fundamental de estas hibridaciones ligeras ya sean de 48, 24 o 12 voltios como esta, diría yo, de estos sistemas es la facilidad para cargarlos rápidamente con el uso del coche, aunque también su descarga rápida. Pero lo primero compensa sobradamente lo segundo en el uso, y en un tipo de coche como es este me parece muy logrado; es un juego continuo. Los consumos nunca se disparan y, aunque el depósito de combustible solo tiene 38 litros de capacidad, se puede hacer que dure bastante.

En definitiva, el Fiat Panda 1.0 Hybrid Sport es, por estética, el más destacado dinámicamente hablando en la gama, pero sus grandes virtudes están, muy especialmente, en su facilidad de uso y ciudad y sus bajos consumos. Ah, sin olvidar que es un cinco puertas y que dentro hasta los altos caben de sobra.

FICHA TÉCNICA

Fiat Panda 1.0 Hybrid Sport

MOTOR DE GASOLINA

Cilindrada: 999 cc

Número de cilindros: 3 en línea

Ubicación: delantero transversal

Potencia: 69 CV a 6.000 rpm.

Par máximo: 92 a 3.500 rpm.

Alimentación: inyección directa

MOTOR ELÉCTRICO

Potencia: 5 CV

Tensión nominal: 12 V