A prueba BMW 320d Touring, lo mejor de una berlina y un familiar con 190 caballos, tracción trasera y cambio automático

La versión Touring del BMW Serie 3 no solo aporta todo el saber de la marca y el excelente trabajo de esta berlina, además un maletero más grande. Hay que sumar también en este caso que nos ocupa, una motorización diésel a todas luces óptima con 190 caballos, más un comportamiento en conducción que supera absolutamente envidiable.

Ya se sabe que las berlinas, sobre todo de tipo corte tricuerpo, están de capa caída en pro de los SUV, los crossovers y todos esos. También le pasa a los familiares, aunque no por eso no son coches a tener en cuenta. Creemos que todo lo contrario. Como muestra este BMW 320d Touring con esa más que excelente mecánica de dos litros que la marca alemana lleva exprimiendo y evolucionando desde hace décadas con un resultado cada vez más cercano a la perfección.

La denominación Touring es que la usa BMW para sus familiares derivados de berlinas desde tiempos inmemoriales. Lo satisfactorio del 320d Touring es que tiene todo lo bueno del Serie 3 en cuanto a acabados, comportamiento, equipamiento y todo lo que puedas pensar.

Lo mismo que un Serie 3 pero con más atributos, el Touring ofrece un plus

Pues eso, que el Serie 3 Touring tiene los mismos atributos que la berlina, pero con más maletero, concretamente 20 litros superior. A eso hay que sumar que el acceso a este último, por el consabido portón, es más fácil y más ancho porque profiere más boca de carga. Es más fácil, menos engorroso, meter cualquier objeto al espacio de carga, además de que dispone de un suelo plano; no hay salvar el límite del cierre del capó de la berlina y luego dejar caer las cosas u objetos hacia abajo.

Es cierto que en otros mercados, precisamente como Alemania, las carrocería familiares como estas (llámense ranchera, station wagon, wagon o cómo se quiera) han sido muchos más populares que en otros países… precisamente que en España. Aunque es verdad que con respecto a nuestro mercado, esa cifra es ya relativamente grande desde hace años y todo el mundo empezó a ver las virtudes de este tipo de carrocerías en cuanto a capacidad de maletero se refiere. También es verdad que el nivel de estas carrocería es igual, y a veces incluso superior, que el de las berlinas de las que puedan derivar.

Así, este BMW 320d Touring, mide lo mismo que el Serie 3 normal: 4,7 metros de longitud, 1,8 de ancho y 1,4 de altura. Y el mencionado maletero es de 500 litros… que son 480 en la berlina. Como todos los segmentos llevan creciendo en cotas en cada generación, resulta que el actual Serie 3 es casi o igual de grande que el Serie 5 de hace un par de generaciones. O sea, que el espacio dentro, sin ser el de un Serie 7, empieza a ser bastante espacioso. Si bien es verdad que para viajar detrás con mucho espacio para las piernas, siempre conviene ascender en estos de las “series” de BMW. Pero dicho esto, es cómodo y ya solo la cifra de capacidad del maletero nos deja ver que se trata de un más que buen familiar.

Por si fuera poco, en cuestión de acabados o equipamiento, está claro que plantea un nivel alto, como no podía ser de otra manera… como no cabría esperar menos. Es todo un BMW en cuanto a sensaciones de calidad percibida a la vista y real al tacto. Los materiales saltan a la vista que son muy buenos, y se nota el ensamblaje es perfecto en todos los sentidos. No hay crujidos en marchas, no hay zonas en las que se vean la pintura del coche cuando estamos dentro…

Desde el puesto de conducción, prácticamente con solo sentarse, uno nota lo bien que está hecho. Es como sentirse que alguien te abraza con suavidad y fuerza a la vez. El asiento del conductor, extensible en longitud de banqueta, recoge bien el cuerpo a la vez que es cómodo. Desde él ya se puede visualizar un panorama idóneo. Regulados al gusto del conductor elementos como la distancia a los pedales y la posición del volante, se augura un coche espléndido. Y así es, ni más ni menos hay que decir. Es verdad que, como buen alemán, la lista de opcionales en todos los sentidos, así como sus precios, es extensa… mucho. Pero por el precio de esta versión, desde 48.500 euros, el nivel es grande.

El cuadro de mandos digital y con varias posibilidades de personalización y/o visualización, y la pantalla central ofrecen una excelente calidad de imagen, con gráficos y grafías muy estudiados y, en su caso, bastante “intuitividad” a la hora de manejarlos vía botones o de forma táctil. Conviene hasta estar unos minutos estudiándolos para ver todo el potencia que puede ofrecer, o el modo de conducción que nosotros prefiramos elegir para cada momento. A eso hay que sumar las ayudas a la conducción, los faros led y una larga lista que solemos repetir mucho pero que esta vez vamos obviar porque salta a la vista en las imágenes.

A sus mandos, el BMW 320d Touring es cómodo y deportivo, como prefiramos

Esa sensaciones que comentábamos antes al sentarse al volante de este coche, se ven ampliamente saturadas positivamente de sensaciones cuando se conduce. El aplomo del que hace gala esta versión es sencillamente muy grande, desde el primer momento también. Está claro que el trabajo de los ingenieros sobre el bastidor, las suspensiones, la dirección, etc. está claramente justificado porque cualquier puede sentirlo.

Esta versión monta uno de los motores de cuatro cilindros de la gama, de dos litros de cilindrada, sobrealimentado por un turbocompresor de geometría variable y con 190 caballos de potencia. Por si fuera poco, y con lo que se adjudica además el distintivo medioambiental ECO, tiene un motor eléctrico situado también delante de 11 caballos de potencia que está para producir corriente eléctrica, con una tensión de 48 voltios.

El resultado es una máquina perfecta con esos 400 Nm de par máximos también y un cambio automático de convertidor de par de ocho velocidades (las tres últimas de generosos desarrollos). Todo eso ya usual también en BMW y ampliamente testado en cualquier circunstancia tanto para ofrecer comodidad en circulación por ciudad como para casi “desbocarse” en carretera y convertirse en un coche con ciertas aspiraciones deportivos; corre mucho y bien. Más allá incluso de tratarse en este caso de un tracción trasera (lo hay total, o xDrive). Oficialmente tiene un consumo combinado de 4,8 litros cada 100 kilómetros recorridos, y en la práctica está algo por arriba pero bastante cercano, no siendo difícil ver el ordenador de abordo en los cinco litros sin un excesivo gran esfuerzo por parte del conductor.

El excelente tacto también de la dirección, y junto a una suspensión como decíamos excelente, y con varios modos de conducción posibles a seleccionar, este BMW 320d Touring es en carretera un coche de un comportamiento intachable, recio, perfecto para las curvas, donde nos vamos a olvidar que tenemos entre manos una carrocería familiar. Porque van tan bien como la berlina, o mejor si cabe. Redondea las curvas a nuestro placer y el límite hay que buscarlo relativamente arriba para encontrar el subviraje, aunque esto es ya hablando de conducir muy rápido y, con todas la ayudas activadas, casi que tampoco es mucho problema.

Para concluir hay que decir que el BMW 320d Touring es una más que aconsejable y buena opción a los SUV, crossover o todocaminos si no buscamos por un lado ese tipo de carrocerías ni sus desempeños en algunos casos fuera de la carretera, pero sin un buen espacio interior y de óptimo maletero. A cambio, proporciona una sensación de conducción mucho más placentera y, sobre todo, un comportamiento exageradamente mejor que cualquiera de ellos. Por no hablar de una mejor imagen…

La opinión de Garaje Hermético

Excelente versión esta carrocería Touring que nos hace hablar, por fin, de un coche que no es un SUV, ni un todocaminos, ni un crossover y que nos ha encantado. Es un coche como es debido, de intachable comportamiento y excelente calidad. Lástima que esté en minoría en cuanto a los gustos de los consumidores. Quizás algún día todo el mundo vuelva a recobrar la cordura…

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