BMW vuelve a poner en escena a uno de sus máximos representantes en su vertiente deportiva. Se trata del BMW M8 Competition, que a partir de ahora ya no tendrá M8 a secas. Y lo hace en las tres carrocerías en las que el fabricante alemán comercializa el Serie 8. Es decir, Coupé, Gran Coupé y Convertible o descapotable, todas con 625 caballos de potencia.
Así es, potencia y grandeza se dan la mano en un coche que adquiere en su nueva comercialización dos apellidos muy insignes en la marca, el de “M” y el de “Competition”. A partir de ahora, los BMW M8 se llamará solo Competition, lo que significa también que se quedan con la potencia máxima que hasta suponía tener en el emblema de este coche. O sea, 25 caballos más que los 600 que ofrecían los M8 “a secas”. Bueno, no está nada mal ¿no? Yo diría que precisamente no.
BMW M8 Competition, máxima potencia para las tres carrocerías
Eso es, tanto el BMWç M8 Competition Coupé, Gran Coupé y Convertible tienen 625 caballos de potencia. Tanto el Coupé como el Convertible son de dos puertas, y el Gran Coupé es la berlina tricuerpo, que es más grande.
Precisamente los tamaños pasan de 4.867 mm del Coupé y el Convertible a 5.098 del Gran Coupé. Sin embargo, el más pesado es el Convertible que pesa oficialmente 2.100 kilos frente a los 1.975 y 2.070 de los dos primeros, respectivamente. No son coches ligeros, aunque la potencia que tienen lo compensa de sobra. A su vez, la berlina de cuatro puertas no solo tiene más espacio para los pasajeros traseros, también más maletero con esos 440 litros que se marca.
El motor es el mismo del M8 Competition «de antes», un V8 de aluminio con una cilindrada de 4.395 cc, una relación de compresión de 10:1, cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de levas por culata, inyección directa, sobrealimentación por turbocompresor e intercooler. Así armado proclama esos 625 caballos a unas interesantes 6.000 rpm, mientras que la cifra de par tampoco es manca con 750 Nm a unas no menos solo 1.750 vueltas que mantiene intactos hasta las 5.800. O sea, pleno empuje desde muy pronto.
Los datos de prestaciones son los mismos que hasta ahora. La velocidad máxima está, cómo no, limitada a 250 km/h que, pagando aparte, se puede “abrir” con el M Drive hasta los 305 km/h. Igualmente, la aceleración es de 3,2 segundos para hacer el 0 a 100 km/h en las versiones Coupé y Gran Coupé, y de 3,3 segundos para el Convertible.
La tracción total (M xDrive) permanece inalterada como denominador común también en las tres carrocerías, al igual que el cambio automático de convertidor de par propio de la marca, el M Steptronic. Ahora bien, también se mantiene esa característica tan interesante de poder desconectar el eje delantero para convertir al M8 Competition en un tracción trasera.
Las novedades de este nuevo ejemplar tan deportivo en un Gran GT
Si bien ya hemos visto que desaparecen los M8 de la lista de ventas y se quedan los M8 Competition de mayor potencia como únicos representantes, las novedades también las podemos encontrar en el equipamiento o la estética en mayor o menor medida. Por ejemplo, y lo más llamativo a simple vista, los nuevos ocho colores de la carrocería. Así, los BMW M8 Competition se actualizan a la misma vez que lo ha hecho el BMW Serie 8 en general en sus tres carrocerías.
Por dentro ahora la pantalla del sistema de entretenimiento sencillamente es más grande, pasando de las 10,25 pulgadas a las 12,3, pero con el sistema operativo 7. Otro detalle es que, por ejemplo, es posible acceder una nueva combinación de colores en la tapicería y que se llama Black/Sakhir Orange, a la vez que la piel de Alcántara se hace mucho más presente.
Por fuera, también es fácil ver los cristales oscurecidos de los faros si se opta por la opción M Lamps Shadow Line que presenta esa característica pero que dentro tiene el mismo sistema de luces láser.
Los precios el BMW M8 Competition empiezan en los 198.300 euros de la versión Coupé, siguen con los 201.869 del Gran Coupé y alcanzan su punto más álgido con los 206.550 euros del Convertible.