Mario nos pregunta si son seguras las llantas de aleación réplica de las originales que se pueden comprar por Internet, por ejemplo en mercados asiáticos a mejor precio.
Pregunta
Mi duda es sobre llantas de aleación réplicas. ¿Son productos seguros y fiables? Y, en su caso, ¿qué deberíamos tener en cuenta para comprar unas de forma segura (aparte de equivalencia de las dimensiones de diámetro y garganta, desplazamiento offset, PCD de tornillería y agujero central)?
Os cuento un poco más… Recientemente compré un coche usado (Lexus GS 450h de 2012) y estoy encantado. Tengo el capricho de ponerle unas llantas opcionales del modelo, pero no veo que la marca venda «aftermarket». Y tampoco las consigo usadas.
Como alternativa, veo algunas páginas que ofrecen llantas «réplica». Hay fabricantes por todo el mundo, pero sobre todo de Asia… Y aunque uno haga criba seleccionando fabricantes aparentemente serios y con más transparencia (los que tienen detalles en Web, información técnica, responden emails, incluyen fotos…), tengo la duda de si estos productos son seguros, si debemos poner atención en algo o si estaremos incurriendo en riesgos… «Dios quiera que estructurales no», pero de confort, durabilidad…
Respuesta
Fabricar una pieza de aleación de aluminio, como una llanta, es relativamente sencillo: basta con colar la aleación líquida en un molde y dejar que se enfríe.
Pero eso se parece a una llanta, pero no lo es. Las llantas de aleación deben de estar forjadas, equilibradas, no tener poros ni grietas y ser resistentes a golpes y a la torsión, con un núcleo reforzado y unos aros perfectamente redondos para que asiente el neumático.
Lo mejor es recurrir a marcas reconocidas con garantía. Da igual si son diseños propios o réplicas de modelos de otras marcas de automóviles.
Hay que tratar de evitar las procedentes de mercados que no regulan estos productos, porque pueden ser hasta peligrosas, si se parten o producen la pérdida de aire del neumático.
En este vídeo hablamos sobre cómo influye el tamaño de las ruedas.