Prueba: Mazda RX7. Un coupé muy especial

Acabo de grabar un video sobre los coches deportivos míticos japoneses de los 90 y buscando información en la revista encontré la primera prueba que hice al RX7 de motor rotativo. En ella decía: «El Mazda RX7 es un vivo ejemplo de que las marcas japonesas podrían ser el último refugio para los auténticos deportivos».

El otro día me decía mi pareja: «¿No se aburren los miembros de tu canal de que les cuentes tu vida?». Dudé entre si era un consejo o una indirecta… Espero que no, porque en realidad hablo de experiencias mías pero relacionadas con coches y motos. Y es que, en los años 90, Japón lanzó una serie de coupés extraordinarios, entre ellos este coche, cuya prueba se publicó el 8 de octubre de 1992 en la revista Autopista. Me acuerdo perfectamente del coche, de cuándo lo probé, de mis sensaciones y de la sesión de fotos, que no fue excesivamente salvaje.

Excelente y excepcional

Era un coche entre excelente y excepcional. Probé a fondo este coche el fin de semana del 26 y 27 de septiembre de 1992. Lo metí en banco dos días antes y el motor cumplió: Anunciaba 241 CV a 6.500 rpm y en nuestra unidad de pruebas comprobamos 243 CV. pero a solo 5.800 vueltas, aunque el motor subía sin pestañear a las 8.000, con la suavidad propia de un Wankel.

Una anotación al margen

Ya había probado el Honda NSX que consideré y considero un referente muy difícil para cualquier deportivo, de su momento e incluso de ahora. Y probé este RX7 con ese modelo como referencia… eso es poner el listón muy alto.

Lo mejor era el bastidor. No tenía motor central, como el NSX, pero el reparto era de 50 por ciento delante y 50 por ciento detrás. El peso me sorprendió: 1.300 kg medidos en báscula, para un coche de esos años y con motor Wankel no me pareció excesivo, pero esperaba mayor ligereza.

Mazda Operación Zero

Ya os lo decía: Lo mejor era el bastidor, en especial las suspensiones, fruto de lo que Mazda llamó «Operación Zero». Y eso, ¿Qué era? Nos lo explico, de forma brillante, Ryuji Kobajakawa ingeniero y enamorado de los deportivos europeos.

Esta frase suya me encanta: «Los deportivos europeos han sido sustituidos por coupés basados en coche de masas ‘deportivizados’, más que deportivos». ¡Qué pena no encontrar esta frase cuando hice el vídeo de «Coupés de los 90: Oportunidad o timo«!

Una verdadera maravilla

Y a este señor le nombraron jefe de proyecto del Mazda RX7 e hizo una verdadera maravilla. Lo que voy a hacer es leer algunos de los párrafos de la prueba porque, leída ahora, habiendo probado en ocasiones posteriores este coche y otros muchos más deportivos de su época y más modernos, me doy cuenta, aunque este feo decirlo, que fue una prueba acertada…

La ayuda de Eduardo Azpilicueta, el director de la revista, con el que charlaba antes de escribir y luego corregía las pruebas, era primordial y aprendí mucho con él… Me considero y un afortunado.

Conclusiones

En este vídeo hay dos conclusiones, la de 1992 y la de ahora. La de 2023 es ésta: No sólo soy yo quien dice que este coche era excepcional. Lo dice el mercado. Encontrar una unidad en buen estado por debajo de 50.000 euros no es fácil… y nuevo costaba 45.000 euros… si alguien lo compró y lo ha mantenido, además de disfrutar de un coche excepcional, a la altura en muchas cosas del Honda NSX, ha hecho negocio.

La pregunta del día

Sabéis que mi etapa de probador fue entre más o menos el año 1982 hasta más o menos el 2000. ¿Qué coche de esos años os gustaría revisar? Vuestros deseos son órdenes para mí, para nosotros.

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