Siempre hemos dicho que los coches más rápidos que existen son los F1… pero hubo un tiempo que no fue así. El reglamento del Campeonato Norteamericano Can-Am se podía resumir en dos palabras: Sin límite. Este reglamento tan permisivo dio lugar a coches verdaderamente monstruosos… y bastante más rápidos que sus contemporáneos de la F1.
Las series disputadas entre 1966 y 1974 en circuitos Canadienses y Americanos, conocidas como Can-Am, gozaban de gran popularidad. Se corrían en circuitos ruteros, no en ovales, y hasta la llegada de Porsche en 1969 era territorio vedado para marcas que no fueran americanas, como Chaparral, McLaren o Shadow. Estas marcas sabían lo que se hacían, diseñaban carrocerías con buena aerodinámica y enormes alerones, los chasis eran muy sofisticados y para los motores tenían mucho donde elegir, pues a partir de los grandes V8 americanos llegar o superar los 600 CV era cosa fácil.
En su momento eran coches más rápidos que los F1, pues sus chasis eran muy competitivos, de hecho tanto Shadow como sobre todo McLaren habían participado con éxito en la F1. La aerodinámica era mejor gracias a llevar las ruedas carenadas. Y los motores eran claramente más potentes y con mejores bajos, pues prácticamente triplicaban la cilindrada de los F1 de entonces, que era tres litros. En los circuitos en los que coincidían, los coches de la CanAm eran entre 1,5 y 2 segundos más rápidos que los F1
La Federación norteamericana partió del reglamento de la FIA pero le dio un aire muy propio, bajo el lema de “más es mejor” permitiendo todo tipo de motores de cualquier cilindrada con o sin turbo, nada de equivalencias, permitían todo tipo de alerones, efecto suelo, materiales exóticos… vamos, que como os decía al comenzar, valía todo, no había límites.
Luego tuvo una segunda entrega entre el 77 y el 86, también interesante, porque se corría con coches derivados de los monoplazas de la F-5000, pero totalmente carenados… no son frecuentes los monoplazas completamente carenados y, como podréis ver, resultan chocantes… pero, esa será otra historia.
Como os he dicho este reglamento dio como resultado auténticos monstruos de competición, rápidos, potentes, casi indomables… pero apasionantes. Y hoy os he traído unos cuantos.
BRM P167 Chevrolet (1970): “No ganó, ¡pero es tan bonito!”.
A BRM no le iba bien en la F1 y contrato a un prometedor diseñador, Tony Southgate que, como todos sabéis, era y es un genio.
McLaren M8D Chevrolet (1970): “El coche que costó la vida a Mclaren”.
La marca creada por Bruce McLaren fue la gran dominadora de la CanAm… hasta que llegó Porsche.
UOP Shadow Can-Am DN4 (1974): “Para mi, un coche mítico”.
Este coche estaba muy bien diseñado y pudo ganar el Campeonato gracias a la regla que se había puesto en la CanAm que limitaba el consumo.
Porsche 917/10 Spider (1972): “Y el turbo llega a la CanAm”.
Un 917 con carrocería abierta, más ancho, más largo, con ruedas de más diámetro y un motor que en su última evolución tenía una potencia de 1.230 CV…
Coche del día: Esta vez no he elegido un coche… más bien una categoría del Slot en 1/24: Los Free Class.