A alguno os habrá explotado la cabeza con este título: ¿Revolucionario el Dodge «Made in Spain»? ¡Si no puede ser más tradicional! Técnicamente hablando, desde luego que sí. Pero un coche puede ser revolucionario por otros motivos… comenzando por ser un verdadero desafío a un régimen dictatorial.
Antes de comenzar esta historia conviene hacer dos puntualizaciones. La primera, tenemos pendiente un vídeo sobre Eduardo Barreiros, un verdadero personaje más allá de la industria del motor. La segunda, para entender esta historia hay que partir de la base de que Eduardo Barreiros… no sé cómo decirlo… resistiré la tentación y lo diré de forma elegante: Era un hombre con una extraordinaria valentía y audacia que se atrevía a todo.
Por ejemplo, a desafiar a un gobierno dictatorial y a competir nada más y nada menos que con el propio gobierno español. No olvidemos que Pegaso, fabricante de camiones y autobuses y Seat, fabricante de turismos, eran propiedad del Estado español.
Y Don Eduardo, con la marca de su mismo nombre, Barreiros, compitió con Pegaso. Y, gracias a diversos acuerdos con los norteamericanos de Chrysler, compitió con éxito con la gama de Seat, desde los modelos más modestos con los Simca a los más lujosos con los Dodge… en los que nos vamos a centrar hoy. Tiempo habrá de hablar de Simca.
Objetivo: El Seat 1.500
El Seat 1.500 aparece en 1963, un coche grande con 4,46 metros de largo y 1,62 metros de ancho; con una carrocería moderna de líneas angulosas diseñada por el propio Dante Giacosa; y con un motor para la época de 1.481 cm3 y 72 CV. El interior no era excesivamente lujoso, pero era el coche más grande y lujoso, con gran diferencia, de la oferta nacional. Era el coche casi diría que, de los ricos, de empresarios y políticos del régimen, y de los cuerpos oficiales, porque era, desde luego, un coche caro. E insisto: Con diferencia lo más grande y lujoso de la oferta nacional…
… hasta que en 1965 llega el Dodge Dart, que aplasta a su rival. El Dodge media prácticamente 5 metros, su línea a lo mejor no era moderna, pero en la España de esos años era realmente impresionante y su motor de 6 cilindros en línea, nada menos que 3.686 cm3 y 145 CV “aplastaba” al Seat 1.500 con casi el triple de cilindrada y el doble de potencia… Y en comparación era realmente lujoso y con opciones poco vistas en nuestro mercado, que llegaron muy pronto, como la servodirección y el aire acondicionado…
Un acuerdo con Chrysler
Barreiros cerró un acuerdo con Chrysler que contemplaba la fabricación de los Dodge y Simca 1000. Primero se fabricó el más grande en 1965 y un años después el pequeño Simca. Tras el acuerdo con Chrysler Barreiros compró componentes suficientes para hacer 20.000 Dodge, una cifra realmente optimista para un coche de ese porte y de ese precio. El primer año se fabricaron 1.200 unidades… y se vendieron 742. El segundo, se fabricaron 8.000 y se vendieron 6.399… y la cosa fue a peor. Las perdidas obligaron en 1967 a que Barreiros tuviese que vender parte de sus acciones a Chrysler y, como consecuencia, a perder el control de la empresa.
El Dodge en su lanzamiento en 1965 se denominó brevemente 270 y luego GL, GLE y GT, el más caro y lujoso. En 1969 se ofrece la apreciada versión diésel, en este caso con motor de 4 cilindros de la propia Barreiros de 2 litros y 60 CV… para conductores con paciencia, pues no olvidamos que esta versión se acercaba a la tonelada y media.
Ese mismo año de 1969 el diseñador Mario Gamarra, responsable del diseño de muchos camiones, propone para reflotar las ventas diseñar un nuevo Dodge que, con pocos cambios y poca inversión, la clientela lo perciba como un modelo nuevo. Y así nace el Dodge Dart, con idéntica carrocería, pero cambios sobre todo es su frontal, con dos grandes faros rectangulares en vez de los redondos. Y sobre todo con mayor equipamiento, mucho mayor que su equivalente norteamericano.
Las versiones más lujosas montaban aire acondicionado integrado, servodirección, tapicería de cuero, cambio de 4 marchas en el piso en vez de al volante, lunas tintadas y opcionalmente techo de vinilo, algo muy valorado y muy de moda en esos años. Pero los frenos seguían siendo de tambor, muy asistidos y casi bruscos por ellos, pero de tambor, uno de los puntos débiles del modelo… y es que las carreteras españolas poco tenían que ver con las autopistas norteamericanas.
Dodge Dart GT 3700
El tope de gama de Dodge con la carrocería inicial pero renovada fue el Dodge Dart GT 3700 que pretendía ser no solo el más lujoso, sino tener un cierto componente sino deportivo, al menos sí más dinámico. Aparte de mejores digamos que menores, este modelo tenía tres características diferenciadoras: Una, el techo era siempre de vinilo; dos, el motor cambiaba su carburador y se potenciaba con 15 CV más hasta llegar a los 160 CV; y tres, casi la más importante, ¡por fin! equipaba frenos de disco delanteros y, grandísima novedad en la época, eran ventilados radialmente.
Cuando por fin se acabaron las piezas compradas a los USA se tomó la decisión de hacer un coche nuevo… al menos nuevo por fuera, el 3700 GT. Las «tripas» eran prácticamente las mismas que el GT 3700, se ganaban 5 CV extras para llegar a los 165, las suspensiones apenas recibían unos retoques y contaba con la novedosa y eficaz servodirección ZF, además de mantenerse las opciones de cambio automático, tapicería de cuero y aire acondicionado.
¿Cómo iban?
He tenido oportunidad de probar varios de estos modelos, en el asiento trasero y al volante y no me importaría volver a repetir la experiencia. Y os digo una cosa: Para viajar pocos coches, incluso actuales, mejoran en confort a este americano fabricado en España.
Su motor ofrece una elasticidad excepcional, pues ofrece su potencia máxima a apenas 4.000 rpm y el par muy poco por encima de las 2.000 rpm. Hubo diferentes cambios y diferentes relaciones, pero dado el abundante par motor, con todas se desenvuelve bien. Las carreteras muy viradas por peso, tarado de suspensión y frenos, no son su habitar ideal, pero en trazados medios, con curva no demasiado cerradas y buen firme, se desenvuelve muy bien y su eje posterior rígido no se hace notar.
El pecado de este modelo, en su momento pero sobre todo hoy día, es su consumo. En ciudad alcanzar los 20 litros a los 100 km es normal y en carretera a ritmos legales de hoy día, porque os recuerdo que antes de 1974 no había limites genéricos, es difícil bajar de 15 litros a los 100 km.
El Dodge Barreiros supuso dos logros muy importantes. El más importante quizás, es que supuso un soplo de aire fresco en mercado con una oferta muy exigua. Fue una revolución. El segundo logro, fue un desafío a un régimen e incluso diría a un personaje, el dictador Franco, de una audacia impresionante… una verdadera revolución.