Y ahora hablemos del tuning. Hace tiempo dependía de mí la revista Maxi Tuning, en la que se podían ver coche tuneados, pero muy tuneados. No me gustaban nada, hasta que el que fue su director, Ramón Castellá me explicó dos cosas. Una, los coches que se veían en las concentraciones eran como las prendas que vemos en las pasarelas de modas, con todo muy exagerado, pero que marcaba tendencia; y que lo bueno del tuning es que tu coche era único y exclusivo, él me decía que podía gastar 100.000 euros en un Porsche, pero que en su coche de 10 ó 15.000 euros todo incluido, cuando le veían decían: “mira, por ahí va Ramón”… era un coche único.