A comienzos de 1988, cuando me habían ascendido a jefe de pruebas, vino una auténtica oleada de coches que me encantaban.
Ahora me quejo de que trabajo mucho… a mi edad. Pero entonces probaba uno o dos coches a la semana… ¡y hacíamos muchos kilómetros!
Pero para mí, de verdad, más que un trabajo era una afición.
¡Ah! Y por cierto, ¡menuda se lió en el Dakar! De nuevo el “villano” Jean-Marie Balestre la lió.
Bienvenidos a los Podcast de los Lunes de Garaje Hermético.