Los años 70 fueron la época dorada de los F1 que podríamos denominar como F1 “MECCANO”. En la Inglaterra de esos años si tenías algo de dinero y un buen ingeniero cualquiera se podía hacer un F1, incluso en el garaje de casa. Tenías buenos proveedores: Cosworth, Hewland, GoodYear, Girling… te hacías un chasis y una carrocería y a correr… ese fue el caso, por ejemplo de Lotus, McLaren, Tyrrel que con esta receta ganaron muchos Mundiales de F1.
La lista de equipos que compraban piezas en el mercado para hacer chasis y carrocerías propios es larguísima: Amon, Apollon, ATS, Bellasi, Boro, Brabham, Connew, Fittipaldi, De Tomaso, Eifelland, Ensign, Hesketh, Hill, Koyima, Kauhsen, Lec, Lola, Lyncar, Maki, March, Martini, Merzario, McGuire, McLaren, Parnelli, Penske, Shadow, Surtees, Tecno, Tyrrel, Williams y Wolf.
Inglaterra era un paraíso donde encontrabas proveedores de todo: motores, cambios, frenos, aluminio de calidad aeronáutica, gente que trabajaba la fibra de vidrio, muchos buenos profesionales, soldadores, ingenieros cualificados y afición a las carreras, mucha afición.
Incluso podías encontrar algún patrocinador, una petrolera o una tabaquera o una marca de preservativos , porque en la City londinense estaban todos… Incluso un rico heredero que te hiciese de mecenas, como el caso de Hunt, a quién Lord Hesketh un adinerado aristócrata le compro un F1 y luego le hizo uno a la medida con su propio nombre…
Esto hoy día parece casi impensable, pero así fue. En los años 70 eran muy pocos los equipos que, además del chasis, también fabricaban sus propio motores. Al principio en realidad solo tres: Ferrari, BRM y Matra. Luego se sumaron Alfa Romeo y en el 77 Renault, con su especial y admirado turbo de solo 1.5 litros que abrió una nueva era en la F1.