Este vídeo era imprescindible tras la primera parte que estrenamos hace unos días. Y es que destacar sólo 10 deportivos «Made in Spain» era muy injusto, porque dejaba fuera a coches muy notables. Hemos hecho justicia y os traemos otros 10 deportivos españoles. Decidnos ahora si están todos…
Hoy hay pocos preámbulos ni reflexiones. Solo dos y rápidas: La primera, como os dije este no es sólo un video para los españoles porque muchos de estos coches se vieron en otros muchos mercados. La segunda, os aconsejo ver el primer video.
Si nos hemos dejado alguno, que seguro que sí, para eso están los comentarios. Pero recordad una condición que he impuesto: No son deportivos vendidos en España, sino fabricados en España.
Dodge Boulevard (1970). El Muscle Car español.
Confieso que no soy un fanático de Pedro Serra. Un fanático no, pero me gusta. Hizo coches con mucho estilo y eso es lo que me gusta de este Boulevard, que se aleja mucho de otros diseños más refinados y la verdad es que tiene pinta de verdadero Muscle Car americano. Sólo se hicieron 18, uno de ellos versión MM30, que significa literalmente “motor mejorado 30 CV”. O sea, de 165 a 195 CV… en esa época eran muchos caballos.
Seat 128 Sport (1976). Competencia entre hermanos.
Curioso que Seat fabricase al mismo tiempo los Seat 1200 y 1430 Sport y este 128, que era realmente un Fiat. Los Sport eran más caros, incluso muy caros, respecto al 128, pero aportaban supuestamente mejor comportamiento deportivo y mayor exclusividad.
Simca 1.000 Rallye (1976). No era como el francés…
Hubo tres versiones del Simca Rallye en Francia. El Rallye 3, homologado para correr en Grupo 1, coches de serie, daba ya unos respetables 103 CV. Pero como en el caso del Mini Cooper, el Simca Rallye llego a España, pero bastante descafeinado.
Simca 1200 Ti (1976). 85 CV de buena raza.
Existía una Simca 1200 Special con ciertos aires deportivos, con motor de 1.294 cm3 que anunciaba unos buenos 75 CV… buenos para la época y para el peso del coche, unos 950 kg. Pero el Ti mejoraba en mucho al Special, porque su motor subía a 1.442 cm3 y la potencia a 85 CV, un 11 por ciento más.
Citroën GSA X3 (1979). Deportivo… para ser un GSA.
EL bastidor y los frenos de los GS y GSA siempre estuvieron muy por encima de sus prestaciones. Y los «citroenistas» de la época, entre los que me incluyo, soñamos con un GS que corriese de verdad. Tanto es así que en el vídeo de coches que no existieron, pero debieron existir, nos inventamos un GSA Turbo o 16V… pero lo más potente, de serie, que hubo fue este X3 de 1.299 cm3 y 65 CV, por eso está aquí.
Ford Fiesta Súper Sport (1980). El XR2 de los pobres.
No quiero se malo, pero el coche que molaba de verdad era el XR2, que no he incluido en esta lista porque no se fabricó en España, pero este 1300 SS o Súper Sport sí. Pero este Ford, precioso, todo hay que decirlo, era más marketing que otra cosa. Ford estaba envidiosa, por decirlo llanamente, del éxito de Renault con su Copa y quiso hacer algo parecido, pero no lo era.
Seat Fura Crono (1982). ¡Por fin un 127-1430!
¡Por fin un 127 con motor 1430! Porque tanto el 1430 Sport como el 128 habían llevado este motor. Pero eran más caros y pesados. Estéticamente los Fura eran un poco «sosetes», no vamos a negarlo, pero el Crono era otra cosa, sobre todo en los colores más habituales que eran el rojo, negro y, menos habitual, gris metalizado. En ambos casos, la multitud de detalles en negro, como los bajos de la carrocería, el frontal y la trasera, destacaban su línea.
Seat Ronda Crono 2000 (1984-1985). Con toques de Porsche
Hubo un Seat Ritmo Crono, pero el Ronda es un coche genuinamente español, el artífice de la separación real de Fiat y Seat. Recordemos el Ronda que aún conserva la marca en que se ven, pintadas de amarillo, las zonas que diferenciaban al Ronda y al Ritmo. Además, la historia de este 2000 es divertida: Seat dejaba de fabricar el Seat 131 y aún tenía motores de dos litros…. Y decidió ponérselo al Ronda.
Citroën Visa GTi 115 CV (1986). Para mi, mejor que el Peugeot
El Citroën VISA nace en 1978 como coche utilitario y con el modesto motor del 2CV. Quien nos iba a decir que 8 años después sería un coche deportivo, muy deportivo… y «Made in Spain». La fórmula fue sencilla: Meter todo el motor y tren delantero del Peugeot 205 en un VISA. Dicho y hecho, de ahí la gran diferencia entre la vía delantera y la trasera…
Peugeot 205 Rallye (1988). De patito feo a cisne.
Sí, el 205 GTi, sobre todo el 1.9 de 130 CV era el sueño de muchos. Y parecía que este Rallye era la alternativa para los que no podían llegar al GTi. Pero no, no era así, porque este coche nació para la competición, porque en la categoría de hasta 1.300 cm era y sigue siendo hoy día, un coche muy competitivo, gracias a sus buenos 103 CV, reducido peso, buenos frenos y excelente estabilidad.