¿Qué diferencias hay entre un «Concept Car» y un prototipo? ¿Sería posible comprar alguno? ¿Son coches que se pueden usar con normalidad en carretera?
Pregunta
Los fabricantes de automóviles conservan sus «Concept Cars» y prototipos en sus instalaciones y los que se muestran en museos como Citroën en París y Mercedes-Benz en Alemania. En pocas ocasiones sacan a subastas ejemplares.
Mi pregunta es, si dispones del dinero suficiente y sacan a subasta los concept cars o prototipos que nunca fueron puestos en producción, ¿los puedes adquirir y usarlos como un vehículo normal?
¿Requerirían ser homologados y pedir permiso para su puesta en circulación, ITV…? ¿Sería un desembolso muy grande, no? Por último, podrían explicar las diferencias entre concept cars y prototipos ya que yo no los distingo muy bien.
Respuesta
Si alguna marca pone a la venta uno de sus «concept-cars», naturalmente que puede ser comprado por un particular.
La mayoría de ellos son prototipos fabricados a la unidad y para un Salón o Exhibición. Eso significa que no suelen ser operativos (algunos carecen de motor, transmisión o frenos) y no pueden ser utilizados en carretera. Son poco más que una carrocería de resina.
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Excepcionalmente sí podrían ser rodantes, pero el coste de una homologación individual para matricularlo excedería toda lógica.
Un «concept-car» es un prototipo, es decir, un solo coche fabricado y no en serie, como inspiración de diseño. La mayor parte de las veces son simples maquetas. Prototipo se aplica a vehículos únicos, tanto «concept-cars» como coches de competición o de desarrollo.